The Shakespeare Stealer, del norteamericano Gary L. Blackwood, es el primer libro de una trilogía. Su protagonista es un huérfano de 14 años llamado Widge, al que un médico enseña una forma especial de taquigrafía, razón por la que lo contrata un predicador para que oiga y copie para él sermones de otros predicadores. Luego cambia de amo pues lo ficha un hombre misterioso que lo lleva a la representación de Hamlet, en ese momento una completa novedad, para que copie los textos de la función sin que nadie lo advierta y después se los pase. Pero, por distintos motivos, no puede hacerlo y, al ser sorprendido por los miembros de la compañía cuando había perdido el cuaderno con sus notas y estaba buscándolo desesperado, les dice que su sueño siempre fue ser actor, por lo que acaban fichándolo para la Lord Chamberlain’s Men como aprendiz. Así que se queda con la intención de completar el trabajo que le encargaron pero termina siendo muy amigo de los demás actores y se ve atrapado entre dos lealtades…
Esta novela y las dos que la siguen desean explicar cómo funcionaban las compañías de teatro de la época y acercar a los lectores jóvenes a Shakespeare. Uno de los hilos de esta primera entrega es el de que, como para los papeles de mujeres las compañías debían contratar chicos, hay un momento en el que Widge, y todos, descubren que su mejor amigo Julian es Julie, que por tanto tiene que dejar la compañía. El protagonista y algunos personajes son imaginarios pero no lo son ni Shakespeare ni sus socios; y son reales los ambientes donde todo transcurre. En el lenguaje abundan las expresiones de argot a las que es necesario acostumbrarse. Aunque la novela continúa en otras dos entregas, pues hay incógnitas que resolver (como qué será de Julie), tiene un final satisfactorio.
Gary L. Blackwood. The Shakespeare Stealer (1998). Puffin, 2000; 216 pp.; ISBN: 978-0141305950. [Vista del libro en amazon.es]