En la voz del gran ilustrador catalán Apel.les Mestres he añadido el enlace a un video que habla de su vida y de su obra. Con esta nota, una de sus ilustraciones a Don Quijote.
En la voz del gran ilustrador catalán Apel.les Mestres he añadido el enlace a un video que habla de su vida y de su obra. Con esta nota, una de sus ilustraciones a Don Quijote.
Ya mencioné, tiempo atrás, un álbum con extraordinarias fotografías de animales, en blanco y negro, de Ylla, titulado Dos ositos. Es de composición más sencilla Todos lo vieron, donde Margaret Wise Brown hila una sucesión de fotografías de animales salvajes y domésticos, todas ellas ocupando las páginas derechas completas, que miran fijamente algo: los textos escuetos, en las páginas izquierdas en blanco, señalan que cada uno está viendo algo que le sorprende o desconcierta. En la penúltima fotografía sabremos qué atrae tanto la atención de todos. Es un buen ejemplo de cómo, para construir un buen álbum, importa mucho ligar bien la secuencia de imágenes con un texto bien construido, y cómo se puede avivar la reflexión crítica de los lectores de un modo cordial.
Ylla. Todos lo vieron (They All Saw It, 1944). Texto de Margaret Wise Brown. Pontevedra: Kalandraka, 2022; 40 pp.; col. Clásicos contemporáneos; trad. de Iago Nicolás; ISBN: 978-8413431840. [Vista del libro en amazon.es]
Después de dos libros de memorias, no editados en España, Joel Agee, hijo del conocido escritor James Agee, publicó El mundo de piedra, una novela que tiene cierto apoyo autobiográfico. Se sitúa en México, a finales de los años cuarenta. Todo se cuenta en tercera persona, pero desde la mirada del pequeño Peter, o familiarmente Pira, un niño de poco más de seis años. Vive con su madre, una violinista norteamericana judía llamada Martha, y su padrastro Peter, un escritor alemán emigrado, y la criada mexicana Zita, una mujer joven a la que, de vez en cuando, viene a ver su novio Federico, un sindicalista. El telón de fondo de la novela, que percibimos a través de lo que oye Pira, es la vida de la familia Vogelsang y de sus amigos, comunistas europeos emigrados, que con frecuencia charlan de sus preocupaciones políticas y sindicales (entre otras, de su fuerte animadversión hacia Franco y su admiración rendida a Manolete).
La historia se centra en el mundo interior del pequeño, que es un chico sensible, con cualidades artísticas, que se maravilla con las palabras que oye y se hace a sí mismo preguntas sobre lo que sucede, a veces muy sutiles, por ejemplo cuando está subido en un árbol y se dice a sí mismo: «voy a bajar. Ahora mismo estoy aquí arriba, luego estaré ahí abajo. Pero cuando esté allí, allí será aquí, y luego será ahora. Y donde estoy ahora ya no será ahora sino entonces». Es un chico ya lector —varias veces habla de los Cuentos de así fue, de Rudyard Kipling—, que asimila bien las lecciones que recibe: cuando le explican que no debe mentir y él pregunta qué pasa si nadie sabe que has mentido, sus padres le replican que el daño que hace una mentira de ese tipo es invisible pero ahí se queda.
La mayoría de los incidentes que le ocurren son nimios, salvo una grave picadura de un alacrán, un gran enfado con su mejor amigo Arón y, en especial, su creciente inquietud por el posible traslado de sus padres a Alemania. Todo está contado con sencillez. Aunque la reconstrucción del flujo de pensamientos y emociones de Pira puede resultar artificiosa por lo bien articulada que se presenta, lo cierto es que la narración atrapa el interés y resulta verosímil. También, aunque idealizado, está conseguido el retrato familiar de unos padres atentos y cariñosos que dedican tiempo a jugar con el hijo, y que saben, a la vez, mandarle y pedirle las cosas con amabilidad, pedirle también perdón cuando piensan que han actuado mal, y tratar con confianza y amabilidad a quienes trabajan para ellos.
Joel Agee. El mundo de piedra (The Stone World: A Novel, 2020). Barcelona: Seix Barral, 2023; 334 pp.; col. Biblioteca Formentor; trad. de Benito Gómez Ibáñez; ISBN: 978-8432241826. [Vista del libro en amazon.es]