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Escritores y lectores (según Joubert)
Aforismos ● ● Otros libros de no-ficción | Aforismos | Artículos, entrevistas, aforismos, misceláneas de textosMás aforismos de Joubert: —«Homero escribió para ser contado; Sófocles para ser declamado; Herodoto para ser recitado; y Jenofonte para ser leído. De estas diferencias de propósitos en sus obras debía nacer una multitud de diferencias en sus estilos». —«Sólo se debe emplear en un libro la dosis de ingenio que se requiere, pero en la conversación se puede emplear más de la que se requiere». —«La ignorancia, que en moral atenúa la falta, es en literatura una falta capital». —«Lo que acarrea todos los males a nuestra literatura se halla en que nuestros sabios tienen poco ingenio y nuestros hombres de ingenio no son sabios». —«Los libros que uno se propone releer en la edad madura son muy semejantes a los lugares en donde uno quisiera envejecer». —«Es imposible volvernos instruidos si sólo leemos lo que nos gusta». Joseph Joubert. Sobre arte y literatura (de la selección y edición…
26 enero, 2008 -
Respeto sin condescendencia
Lectores ● Escritura | Lectores«La única manera de escribir es considerar al lector a la misma altura que el autor», dice Cyril Connolly en «El frío elemento de la prosa», texto contenido en Obra selecta. Y luego añade que tratarle de otra manera es, por una parte, otorgar un valor a la incultura y, por otra, es ser condescendiente con el lector. La inesperada consecuencia de lo segundo, de la condescendencia con un lector al que se le trata sin esperar que haga esfuerzos, es la de azuzar en él una hostilidad contra el autor semejante a la que puede sentir un hambriento aborigen australiano hacia un gran chef que se digna servirle. No sé si ese sentimiento nacerá o no en el aborigen en cuestión (hay muchas clases de aborígenes), pero en cualquier caso es una comparación gráfica y contundente.
16 noviembre, 2007 -
Lectores de segundo nivel
Lectores ● Críticos literarios | LectoresExplica Umberto Eco que hay lectores de primer nivel y lectores de segundo nivel: los primeros quieren saber qué sucede, los segundos desean saber cómo se relata lo que sucede. «Para saber cómo acaba la historia basta, normalmente, leer una sola vez. Para convertirse en lector de segundo nivel es preciso leer muchas veces, y algunas historias hay que leerlas un sinfín de veces». «No existen lectores exclusivamente de segundo nivel; es más, para llegar a serlo hay que haber sido un buen lector de primer nivel». Ahora bien, continúa Eco, «cuidémonos bien de entender esta distinción de niveles como si, por una parte, hubiera un lector que se conforma fácilmente, al que le interesa la historia y, por otra, un lector con un paladar estéticamente fino, interesado por el lenguaje. Si así fuera, deberíamos leer El conde de Montecristo en el primer nivel apasionándonos, e incluso derramando ardientes lágrimas…
15 septiembre, 2007 -
Un rugido inconfundible
Lectura (aprendizaje lector)Hay un modo de leer ansioso, propio de los años jóvenes, que describe bien Stanislaw Lem en sus memorias: «Fui Mowgli, por supuesto, y el indio Winnetou, y el Capitán Nemo. Los extraños pasajes se han fijado en mi mente sin motivo aparente. Tras la guerra me hice con un ejemplar de El viaje sin dinero de Uminski, y busqué página tras página hasta dar con la frase más hermosa: “La bala surcó los cielos con su rugido inconfundible”. Se refería a la caza de cocodrilos o rinocerontes (…). ¿Y El valle sin salida? Cosas horribles exudaban en mí cuando lo leí de pequeño. Y qué decir de La llamada de lo salvaje. Su lectura no permitía repantingarse tranquilamente en la cornisa de la ventana o balancear una silla con el pie o estirarme sobre la mesa apoyando los codos sin llegar a inquietarme. Necesitaba la presencia de un adulto…
8 agosto, 2007 -
De la lectura en voz alta
Lectores | LecturaRomano Guardini: «El libro es (…) un discurso que permanece incluso después de haber sido pronunciado: gracias a los signos, que tienen la propiedad de la duración, el lector puede hacer que la palabra se repita continuamente. Naturalmente, de esta forma se hace claro también qué debería ser la lectura: un despertar del discurso hablado. Cuando un hombre de la antigüedad tomaba un libro en sus manos —o mejor, un rollo de escritura; el libro tenía para él una figura distinta que para nosotros—, no leía sólo con los ojos, sino que pronunciaba las palabras a media voz. Tenía de esta forma la garantía de que se hacía evidente la forma entera de la palabra y de la frase. Hablaba y escuchaba al mismo tiempo y, escuchando, controlaba la propia lectura. Nosotros, hombres de hoy, leemos callando, y con esto corremos el peligro de no captar hasta el fondo el…
5 agosto, 2007 -
Quien no conozca todo eso…
Lectores ● LectoresEn el comienzo de La historia interminable se cuenta que «la pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros. Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado… Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito… Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía…
25 julio, 2007 -
El telón de fondo
Cuentos ● CuentosEste comentario de Stanislaw Lem está muy bien: «Cualquier niño es capaz de leer el ingenuo cuento de La Cenicienta, pero, sin sofisticaciones y sin Freud, ¿cómo verlo como un ballet de perversión ideado por un sádico para masoquistas? Hoy, el rebatir que todo lo obsceno está oculto subliminalmente en los cuentos de hadas sólo muestra tu ingenuidad. Por consiguiente, diríamos que (…) el caprichoso comportamiento de Hamlet surge a partir de que Shakespeare incorporaba en la obra muchos elementos distintos de versiones anteriores. (…) En general, podemos ennoblecer una obra o tacharla de superficial, dependiendo del telón de fondo que le otorguemos en el escenario de nuestra mente como lector. Tampoco se trata de un telón de fondo pasivo, sino de un sistema de referencias en el que un palo roto podría sugerir una rama estilizada del Japón antiguo, y una piedra entallada se nos podría antojar una escultura…
24 julio, 2007 -
El libro favorito de Carlitos
SCHEFFLER, Axel ● 06 años: primeros lectores | Álbumes ilustradosTexto de Julia DONALDSON. Madrid: SM, 2006; 28 pp.; trad. de Teresa Tellechea; ISBN: 84-675-1122-2. Nueva edición, titulada El cuento sin fin de Martín, en Madrid: Anaya, 2019; 32 pp.; trad. de Roberto Vivero; ISBN: 978-8469625576. [Vista del libro en amazon.es]
5 marzo, 2007 -
El libro favorito de Carlitos
Álbumes (aprendizaje, lectura, libros) ● 06 años: primeros lectores | Álbumes (aprendizaje, lectura, libros) | Álbumes ilustradosNo son pocos los libros sobre libros, supuestamente para que niños reticentes descubran la maravilla de leer pero que, en realidad, los disfrutan de verdad quienes son ya lectores. Es el caso de El libro favorito de Carlitos, de Axel Scheffler y Julia Donaldson. Como se podía esperar de los autores de El Grúfalo, es inteligente y divertido, en su texto y en su composición gráfica.
5 marzo, 2007 -
Tontos enamorados de los libros
Lectores ● Lectores«Dickens (como Shakespeare), percibió y expresó «que hay idiotas sin remedio que con mucha frecuencia tienen un verdadero don y entusiasmo por las letras. El señor Micawber (personaje de David Copperfield) amaba la elocuencia y la poesía con toda su alma inmortal: las palabras y las imágenes visionarias le mantenían con vida, a falta de comida y de dinero, como podrían haber mantenido a un santo ayunando en el desierto. Dick Swiveller (de Almacén de antigüedades) no citaba de manera inimitable a Moore y a Byron sólo por el gusto de hacer frívolas digresiones, sino porque amaba una gran escuela poética. El sincero amor por los libros no tiene más que ver con la inteligencia o la estupidez que cualquier otro amor sincero. Es una cualidad del carácter, una frescura, una capacidad de experimentar placer, de sentir fe. Un estúpido puede disfrutar leyendo obras maestras exactamente igual que un estúpido…
23 marzo, 2006 -
Lectores peculiares
Niños ● Lectores | NiñosTengo amigos a los que no les gustan las Crónicas de Narnia. Unos porque no son capaces de apreciar los relatos infantiles del tipo que sean. Otros, porque les ocurre lo mismo con las historias de fantasía en general. Otros, porque han leído El Señor de los anillos y tienen dificultades para bajar de nivel y apreciar relatos inferiores aunque sean valiosos. En muchos casos eso se debe a que han perdido la capacidad de asombro y la frescura que tuvieron cuando leían como niños. Ahora bien, a mí me pasa lo mismo también cuando, por haber leído muchas historias semejantes, rechazo algún relato infantil bien escrito y no aprecio que el niño no ha leído tanto como yo y que para él ese relato será el primero que le cuente determinada historia, y que por tanto puede cumplir bien su función. Es el mismo Lewis quien nos indica que…
15 noviembre, 2005 -
Exploradores de causas y efectos
Lectura ● LecturaDice Sven Birkerts en Elegía a Gutenberg que la lectura mantiene viva la idea de que «la vida no es una secuencia de momentos vividos, sino un destino». El lector «es un explorador de causas y efectos, y de conexiones a través del tiempo. No vive en el presente como los demás —o no del todo—, porque sabe que el presente es un punto móvil dentro del más amplio proyecto de que está pendiente».
13 agosto, 2005 -
Libros falsos
Lectura (aprendizaje lector) ● Lectura (aprendizaje lector)Es interesante pensar, dice C. S. Lewis, que «de todos los libros que un niño lee, no hay ninguno que le dé una impresión menos falsa (que un cuento de hadas). Creo que es más probable que le engañen esas otras historias que pretenden pasar por literatura realista para niños. Yo nunca esperé que el mundo fuera como un cuento de hadas, pero creo que sí esperé que el colegio fuera como un cuento de colegios. Todas las historias en las que los niños experimentan aventuras y éxitos, posibles en el sentido de que no quiebran las leyes de la naturaleza pero de una improbabilidad casi absoluta, corren más peligro de despertar falsas expectativas que los cuentos de hadas». Trasladado ese comentario a nuestra vida ordinaria se puede formular así: lo que nos engaña son las revistas del corazón y los periódicos deportivos y las series de televisión sobre vidas…
2 julio, 2005 -
El papel de la ficción
Lectura ● LecturaSven Birkerts: «La ficción sólo conserva su vitalidad cultural en la medida en que pueda llevar a sus lectores noticias significantes de lo que supone vivir en el mundo actual. Sus otras funciones —evadir, tranquilizar, entretener— en última instancia resultan triviales». Sven Birkerts. Elegía a Gutenberg: El futuro de la lectura en la era electrónica (The Gutenberg Elegies, 1994). Madrid: Alianza, 1999; 295 pp.; col. Alianza Literaria; trad. de Daniel Manzanares; ISBN: 84-206-5445-0.
5 junio, 2005 -
Condiciones negativas
Lectura (aprendizaje lector) ● Lectura (aprendizaje lector)Más que hablar de los libros que nos gustaría que leyeran los niños o de cómo hacer que los niños lean esos libros que a nosotros nos parecen apropiados, creo que deberíamos fijarnos en las pautas y estándares que marcaron los libros infantiles que han sido considerados mejores por muchas generaciones de lectores de muy distintos ambientes. Pues, sobre todo, en ellos vemos esas condiciones negativas que un buen libro infantil nunca tiene: estar mal escrito, usar expresiones triviales o vacías, guiñar el ojo al adulto por encima de la cabeza del niño, guiñar el ojo al niño para darle la razón cuando no la tiene…
24 febrero, 2005 -
Buenos libros
Lectura (aprendizaje lector) ● Lectura (aprendizaje lector)Viene bien recordar, dice W. H. Auden, que «hay buenos libros que son sólo para adultos, por la sencilla razón de que para comprenderlos se presuponen una serie de experiencias propias de los adultos; en cambio, no hay buenos libros que sean sólo para niños». W. H. Auden. Prólogos y epílogos (Forewords and Afterwords). Barcelona: Península, 2003; 237 pp.; col. Ficciones; trad. de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-8307-558-X. [Vista del libro en amazon.es]
14 febrero, 2005