Es interesante pensar, dice C. S. Lewis, que «de todos los libros que un niño lee, no hay ninguno que le dé una impresión menos falsa (que un cuento de hadas). Creo que es más probable que le engañen esas otras historias que pretenden pasar por literatura realista para niños. Yo nunca esperé que el mundo fuera como un cuento de hadas, pero creo que sí esperé que el colegio fuera como un cuento de colegios. Todas las historias en las que los niños experimentan aventuras y éxitos, posibles en el sentido de que no quiebran las leyes de la naturaleza pero de una improbabilidad casi absoluta, corren más peligro de despertar falsas expectativas que los cuentos de hadas». Trasladado ese comentario a nuestra vida ordinaria se puede formular así: lo que nos engaña son las revistas del corazón y los periódicos deportivos y las series de televisión sobre vidas cotidianas…, y no los relatos de fantasía.
C. S. Lewis, en «Tres formas de escribir para niños», ensayo en De este y otros mundos: ensayos sobre literatura fantástica.