Quien conozca álbumes previos firmados por Jeanne Willis e ilustrados por Tony Ross se puede imaginar enseguida que T-Rex, un álbum sobre un tiranosaurio despistado, que ha perdido sus gafas y que todo lo confunde, no tendrá un final disneyano convencional. En cada página hay un dibujo con algún error del héroe y, encima o debajo, van las líneas de texto sobre fondo blanco; en unos pocos casos la ilustración ocupa toda la página con los párrafos de texto integrados en ella. Las frases originales que cuentan el relato están versificadas y, en castellano, simplemente se procura que tengan cierta sonoridad. Las imágenes son graciosas, como es habitual en Ross, que habrá sonreído una vez más al poner a su álbum un desenlace sarcástico a lo Hipersúper Jezabel. Se pueden ver... Leer más
A paso de tortuga, de Rebeca Luciani y Boniface Ofogo, es una adaptación de un cuento popular africano. En él se habla de que, antiguamente, hombres y animales convivían en paz y armonía pero que, cuando los hombres se creyeron más inteligentes, empezaron a maltratar a los animales. Estos decidieron abandonar la aldea, puesto que no podían ya vivir con los humanos, pero entonces empezaron a pasar hambre porque no conocían el secreto del fuego, así que decidieron preguntar a la boa, un animal que nunca vivió con los hombres. Después de varios intentos infructuosos de llegar hasta ella, de animales como la liebre y el elefante, es la tortuga la que consigue una respuesta. La historia en sí misma resulta poco convincente, o ingenua si se quiere —pues el comportamiento de los... Leer más
El gran libro de los números, contemos del 1 al 100, de Richard Scarry, es toda una referencia de los libros para prelectores. Aparte de la simpatía que siempre se desprende de las figuras y de las escenas que muestra el autor, en este álbum se puede apreciar otra de sus «marcas de la casa»: mientras que muchos álbumes de números para pequeños «enseñan» los números del uno al diez o, como mucho, del uno al veinte, Scarry no teme cansar a nadie y siempre se inclina por dar muchísima información. Al protagonista principal, el siempre sonriente Conejo Pepito, su padre le propone que juegue a contar los objetos que ve —huevos, ruedas, etc.— o las figuras de distintos animales —ratones, cerdos, etc.—; cuando alcanza el número 10 aparece una doble página de repaso de... Leer más
Del mismo tipo y en la misma colección que Animales y Frutas, dos álbumes en cartoné para los muy pequeños de Oscar Villán y Antonio Rubio son Juguetes y Viajes. Las dos primeras dobles páginas del primero dicen «Suena ligero / el sonajero» y «Mueve las coletas / la muñeca», mientras al niño o niña los vemos en la izquierda y al objeto mencionado en la derecha, un esquema que se repite varias veces. Las dos primeras dobles páginas de Viajes dicen: «Lola Mouna Tin / van en monopatín» y «Oscar Luna Greta / van en bicicleta»; y de nuevo se repite una composición como la del álbum anterior, con los niños en la izquierda y con su vehículo correspondiente en la derecha. Todas las letras van en mayúsculas, el fondo de los dos álbumes es un color crema «sucio», todas... Leer más
Chófer de sandías, de Emilio Urberuaga y Antonio Rubio, es un relato ambientado en una gran ciudad, bulliciosa y apresurada, que comienza con un tallito verde que florece en la Gran Vía y que, ignorado por todos, crece hasta dar voluminosas sandías; que continúa luego cuando una niña descubre la planta, se fabrica un coche con una sandía, y con eso provoca que muchos otros niños la imiten y, a partir de ahí, empiecen a ser habituales los coches vegetales. Álbum que, al leerlo, me hizo pensar dos ideas contrapuestas: una, que podría ser una historia digna del Dr. Seuss —versos sonoros, mundo y seres disparatados, etc.—, aunque no tenga su contundencia cómica; otra, que aunque no haya ninguna indicación explícita ni el álbum caiga en el didactismo, se nota (o yo... Leer más
En una pequeña presentación a su álbum A Coruña, David Pintor explica que, después de dedicar libros a mostrar imágenes de otras ciudades —Lisboa, Venecia, Barcelona, Compostela…—, al fin decidió preparar uno sobre la ciudad en la que ha pasado casi toda su vida, y habla de que, para eso, tuvo que sacudirse la familiaridad para intentar observar su entorno con la frescura de la primera vez. Después de presentar un listado de 17 lugares de la ciudad, en 30 dobles páginas aparecen sucesivas escenas de callejuelas, jardines, plazas; alguna en la que se ven edificios altos al fondo; varias del mar contemplado desde la ciudad o la ciudad vista desde el mar. Son ilustraciones compuestas con dibujos de trazos sueltos, alegres y serenas, sin lluvia en ninguna, realistas aunque... Leer más
La noche de la huida, de Carmen Segovia y Adolfo Córdova, es una sugerente historia contada con toques poéticos e inspirada, sobre todo, en una escena de Blancanieves, aunque incluya también alusiones a otros relatos. Al principio vemos a una niña con miedo que, de noche, se interna en un bosque y, en las sucesivas dobles páginas, pasa momentos de angustia, ve una escena que le dará esperanza, recuerda cómo el hombre que parecía que iba a matarla le dijo que huyera, hasta que, al fin, ve una luz en la noche y allí se dirige. Las contrastadas y bien compuestas ilustraciones transmiten a la vez inquietud y esperanza pues las oscuras escenas nocturnas se iluminan con la presencia de la chica, vestida de rojo y amarillo. El autor del texto indica en un epílogo breve, titulado... Leer más
En su momento leí el elogio que hacía Ana Garralón de Terciopelo: Historia de un ladrón, un relato de Silvana D’Angelo con imágenes preciosistas de Antonio Marinoni, lo incluí en mis listas, y al fin he podido leerlo hace poco. El narrador es un ladrón de guante blanco, que se define a sí mismo como un caballero ladrón (igual que Arsenio Lupin), que nos cuenta su recorrido por una casa ricamente decorada, mientras evita encontrarse con el matrimonio y los dos hijos, a quienes ve y oye mientras busca lo que desea. Alternan dos tipos de dobles páginas: unas, que llevan párrafos de texto en una franja blanca en la parte superior, contienen imágenes que nos muestran al ladrón a lo largo de un pasillo al que dan las puertas de las habitaciones de la casa —se aprecia bien la... Leer más
Ese robot no soy yo es otro alarde de ingenio inteligente de Shinsuke Yoshitake que muchos disfrutarán, aparte de que puede dar ideas para que algunos lectores se conozcan mejor a sí mismos... El protagonista, Kenta, decide invertir todos sus ahorros en comprar un robot que sea una copia de sí mismo tan buena que pueda encargarle todos sus deberes. Una vez comprado, el robot le pide a Kenta datos, para conocerle bien y así poder replicar su conducta. Entonces Kenta, según van andando por la calle, va respondiendo a preguntas del insistente robot, y le va diciendo cosas que le gustan y cosas que le desagradan, cosas que puede hacer y cosas que no, cuál es su árbol genealógico, etc. También le habla de los rastros que deja por donde pasa, de cómo va cambiando con el tiempo, de... Leer más
¡Corre a casa, ratoncito! es un álbum de hace tiempo de Britta Teckentrup que he leído hace poco y que es excelente. Por la noche un ratoncito desea llegar a su casa. En la página izquierda se ve al ratoncito mirando mientras que, en la derecha, se ven unos ojos en la oscuridad a través de troquelados, y el texto advierte al ratón que «¡por ahí no!»; en la siguiente doble página se muestra quién era el animal amenazador —zorro, marta, lechuza, gata…—. La estructura repetitiva es perfecta, el suspense para el pequeño lector es continuo, se aprovecha al máximo el recurso al troquelado. En fin, modélico álbum de conocimientos para pequeños con un excelente desenlace para descansar. Britta Teckentrup. ¡Corre a casa, ratoncito! (Lauf nach Haus, kleine Maus, 2012).... Leer más
Me van gustando todos los álbumes que voy viendo de Sydney Smith. Me ha parecido también excelente Perdido en la ciudad, el primero del que no sólo es ilustrador sino también autor del argumento y la narración con palabras, aunque sea un relato que tal vez apreciará más el público adulto que una mayoría del público infantil. Se ambienta en Toronto, ciudad de la que se muestran escenarios urbanos, tiene lugar en exteriores y en invierno, lo que se nota en los paisajes nevados y en las luces grises. Se cuenta la historia con páginas completas, que son momentos de la historia, y con recuadros pequeños donde, con frecuencia, vemos planos de un niño muy abrigado y con semblante preocupado. El narrador, el niño de la portada, se dirige mentalmente a un interlocutor, que pronto los... Leer más
Hay álbumes vistos y leídos hace tiempo que, cuando los vuelves a ver al cabo de los años, te das cuenta de que son mucho más valiosos de lo que recuerdas. Esto, que me ha ocurrido muchas veces ya, se puede aplicar a Moncho y la mancha, de Kiko Da Silva, un álbum del que tenía una ficha de hace casi veinte años, y que se acaba de publicar en una nueva edición. Creo recordar que no lo elegí para incluirlo en Bienvenidos a la fiesta (libro) porque allí cité La memoria de los árboles, otro álbum compuesto con igual técnica: teatrillo de muñecos sobre distintos fondos, collages, elementos con texturas rugosas… La historia cuenta que a Moncho le gusta dibujar y que lo pinta todo alrededor; que le regalan una caja de pinturas que le hace feliz y que un día ve, al... Leer más
En la selva todos cuentan, de Alfonso Lourido, es un relato construido a partir de relatos populares latinoamericanos y protagonizado, sucesivamente, por las luciérnagas, el colibrí, el sapo, los buitres, el zorro, la anaconda, el jaguar, el tapir, el caimán, el delfín rosado, y el armadillo. En las páginas impares se cuentan algunas cosas de cada uno de los animales citados, a quienes vemos en coloristas y exuberantes ilustraciones recuadradas en las páginas opuestas; cada uno de los textos termina en un pareado que introduce al siguiente animal y, al final, se termina diciendo que «en la selva todos tienen una historia», que cada uno de sus habitantes «tiene algo que decir» y que «¡en la selva todos cuentan!». En una primera y última doble página de la selva vemos a todos... Leer más
Quien haya leído La excursion del señor Gumpy reconocerá enseguida su hilo argumental en Hacer dedo, un buen álbum del autor brasileño Guilherme Karsten. Dejando de lado el estilo pictórico tan distinto, la principal diferencia está en la caracterización de los personajes que van apareciendo. El inicial es un intrépido surfista, que monta en su coche y, en el camino a la playa, va recogiendo a varios autostopistas: un submarinista enamorado, un superhéroe cansado, un caimán aburrido, un ladrón camuflado, una policía espabilada, una niña muy asustada, por cuyos gestos adivinamos por qué no recogen a un lobo que parece inocente y también hace dedo, y finalmente a un músico trajeado… Las ilustraciones son coloristas y expresivas y los personajes están caracterizados... Leer más
Como he dicho más veces, son muchos los álbumes de calidad que hablan de las relaciones entre abuelos y nietos. En ellos es frecuente que sus autores intenten atrapar sentimientos y emociones difíciles de poner por escrito y, en particular, hay algunos que hablan bien de la importancia de la transmisión de recuerdos del abuelo (como El diario de las cajas de fósforos) y del progreso de la enfermedad del Alzéimer (como El jardín del abuelo). En esa líneas está Hilo de colores, de Elena Ferrándiz, un álbum en el que, a una niña soñadora, su abuela le regala un libro titulado Memorias para mi nieta. En él cuenta sus recuerdos, que compara con hilos con los que tejió un vestido que, ahora, está llenándose de agujeros… Las figuras redondeadas y abrazables típicas de la... Leer más
El problema, de Iwona Chmielewska, es un álbum de gran sencillez argumental y mucho ingenio constructivo. En la primera página izquierda la narradora dice que «este mantel es el preferido de mamá. Es muy especial, porque lo bordó la abuela»; y en la derecha vemos el mantel. En la siguiente doble página nos dice que «mientras lo planchaba, me he despistado un momento y…», y a la derecha vemos la mancha. En las páginas pares siguientes leemos explicaciones y soluciones que se le ocurren a la narradora para ocultar o disimular su despiste, y en las impares vemos cómo la misma mancha toma distintas formas. Hasta que ha de hacer frente a la realidad cuando llega su madre. Buen álbum para mostrar, de forma muy amable, cómo hay errores que no tienen arreglo y que solo cabe... Leer más
¡Demasiadas Cosas!, de Emily Gravett, recupera escenarios y, como secundario, al personaje principal de ¡Qué ordenado! Aquí las protagonistas son Ash y Meg, dos urracas que, cuando están incubando a sus pollitos, acumulan todo tipo de cosas en su nido. Esta vez el humor de la autora no es sarcástico sino hiperbólico: lleva hasta el extremo las consecuencias del afán de poseer cosas de Ash y Meg, como con deseos de decirle al lector que no sea tan insensato como ellas. La historia tiene ritmo, son muchos los golpes humorísticos en las imágenes, y son especialmente ingeniosas las guardas, en las que hay anuncios publicitarios con estilo antiguo de todo tipo de cosas. Emily Gravett. ¡Demasiadas Cosas! (Too Much Stuff, 2020). Barcelona: Picarona, 2021; 40 pp.; trad. de David... Leer más
La protagonista de Los invisibles, de Tom Percival, se parece mucho, físicamente y en su aspecto a la vez decidido y desamparado, a la de El mar lo vio, aunque tanto su vestimenta como su entorno sean muy distintos. La narración habla de Isabel, una chica que vive feliz con sus padres pues, por más que pasen frío y tengan pocos recursos, hay afecto familiar y ella siempre se fija en cosas bonitas. Cuando las condiciones empeoran se han de trasladar a un barrio alejado, que a Isabel le parece frío y solitario, y en el que, reflexiona, tanto ella como muchos de sus vecinos son invisibles a los ojos de quienes sí tienen medios económicos. Pero las decisiones que toma Isabel hace que las cosas cambien. Tanto la protagonista como los personajes secundarios a los que ayuda están bien... Leer más
¡Qué libro más tonto!, de Sergio Ruzzier, trae a la cabeza otro álbum excelente titulado ¡Es un libro!, de Lane Smith. El pollito Chick descubrirá, poco a poco, a dónde le acaban llevando las palabras que lee: en la primera doble página Chick ve un libro en el suelo y exclama: «¡Anda! ¡Un libro!»; lo toma y dice «Mmmm… ¿En este libro no hay imágenes?», y después de preguntarse «¿Dónde están los dibujos?», le da una patada… Pero luego vuelve a cogerlo, mientras vemos cómo el fondo del escenario deja de ser blanco y cómo, a través de un tronco, atraviesa una zanja que le conduce a otro lugar con personajes curiosos… Va diciendo que las palabras son muy difíciles…, pero que de vez en cuando encuentra palabras que conoce…, que algunas son divertidas..., que... Leer más
El rey cerdo, un relato del holandés Koos Meinderts ilustrado por Emilio Urberuaga, es un álbum que deja sensaciones mezcladas. En él se cuenta que un rey tiene gran afición a comer cerdo y, cada mañana, visita la Pocilga Real para elegir uno. Un pequeño cerdo se da cuenta de lo que ocurre y piensa que no es ningún honor dar la vida por el Rey, que la vida es más que engordar, morir y ser comido… Cuando llega el momento huye y aprovecha una oportunidad para disfrazarse: ve al Rey bañarse y se viste con su ropa, por lo que la Corte, e incluso la Reina —que temían que el Rey acabase pareciéndose a un cerdo de tanta carne de cerdo como comía—, le toman a él por el Rey… La historia sigue hasta un desenlace inesperado. Se puede añadir que, el talento reconocido del... Leer más
Palabras pintadas, de Marc Majewski y Emmanuel Lecaye, es un álbum con ilustraciones coloristas y vistosas, e igual concepto que Palabras en acción o Esto y aquello. En cada doble página leemos un verbo en la izquierda —pensar, construir, saludar…— y vemos una ilustración en la derecha, cada una con un animal distinto. El álbum es, a la vez, más sencillo y más complicado que los citados antes: los autores han elegido verbos que dan cuenta de actividades que no son simplemente físicas a las que una imagen aislada no puede hacer justicia e incluso puede no ser del todo lógica, pues los animales no actúan conforme a la decisión que puede indicar la palabra: «partir» se ilustra con un animal corriendo (lo que podría ocurrir sin necesidad alguna de «partir»), en «posar»... Leer más
Otros álbumes de Leo Lionni para prelectores con la intención de transmitirles conceptos básicos son los titulados Colores, Números y Letras (este último no publicado en España, que yo sepa). En Colores aparecen tres ratones primero en azul, luego en amarillo (junto con un pollito), en verde (entre tréboles), en rojo, en gris…; y las sucesivas imágenes, en la edición española, se acompañan de un simpático pareado en cada doble página. En Números vemos a distintos ratoncitos cada uno con su número, del 1 al 10, mientras juegan entre sí —en la última escena uno de los ratones hace una foto a los otros nueve—, y también hay un pareado con cada ilustración. En Letters, un álbum sin palabras en el original inglés, los ratones muestran cuatro o cinco letras por... Leer más
Muchos grandes autores de álbumes han abordado, en un momento u otro de su carrera, el desafío de preparar libros que ayuden a los más pequeños a leer visualmente lo que los rodea. Leo Lionni lo hizo con cuatro álbumes sin palabras que tituló ¿Qué es?, ¿Quién es?, ¿Cuándo? y ¿Dónde? En ellos, en cubierta y contracubierta vemos a dos ratones, uno grande y otro pequeño, y en la contracubierta el pequeño está encima del mayor, tal vez para sugerir cómo es el padre o la madre quién lo aúpa, y, por supuesto, para indicar que son libros para compartir. En ¿Qué es? dos ratoncitos observan o juegan con un objeto en cada doble página: teléfono, caja de cerillas, gafas… En ¿Quién es? el ratón Frederick observa a otro animal mayor que él. En ¿Cuándo? los dos... Leer más
En la organización actual de la página hay una categoría que he renombrado Álbumes extensos o complejos. Son álbumes que, por su confección, tienen mucho de «novela gráfica», en el sentido de que son libros más complejos o más extensos de lo habitual entre los libros infantiles, o que buscan un público de mayor madurez lectora o que comparta referencias con los autores. Un caso notable puede ser Mvseum, de Javier Sáez Castán y Manuel Marsol, un álbum sin palabras singular, con aires de thriller psicológico, que podemos calificar de inteligente divertimento adulto, y que sirve para ejemplificar que las novelas gráficas nacen de una voluntad de estilo de sus autores. En él vemos a un hombre que viaja por una carretera solitaria en una furgoneta, tiene una avería y se... Leer más
Si vienes a la Tierra, de la ilustradora australiana Sophie Blackall —a quien muchos recordamos de su estancia en Ilustratour, Valladolid, hace ya unos años—, es un gran álbum, de los mejores de los últimos meses. Su planteamiento recuerda el de Estamos aquí, de Oliver Jeffers, pero en este caso se trata de contarle a un visitante de otro planeta cómo es la tierra: «Querido visitante del espacio, si vienes a la Tierra, esto es lo que tienes que saber»… Las primeras ilustraciones, en tinta y acuarela, empiezan con un zoom hacia la Tierra desde el espacio y muestran panoramas aéreos de distintos lugares; luego se presentan modos de vida de personas de distintos lugares y edades, mediante imágenes descriptivas, con figuras simpáticas. La ilustradora emplea puntos de vista... Leer más
Mucho mucho, de Helen Oxenbury y Trish Cooke, es un relato acumulativo con una secuencia que se repite varias veces. Empieza con el bebé y su madre que, se nos dice, «no estaban haciendo nada (…) cuando ¡DING DONG!»; entonces los dos se miran y preguntan «¿Quién será?»; y en la dobles páginas siguientes primero se presenta el visitante, que luego juega con el bebé, hasta que todos juntos esperan a que suene de nuevo el timbre de la puerta. Así se irán incorporando a la historia la tía Biba, el tío Didi, la abuela y la nona, el primo Kay Kay, hasta que… Se puede apreciar bien en esta muestra del álbum que figura en la página de la editorial. En cada doble página hay una imagen a todo color que ocupa una página y las palabras, sobre fondo blanco, están en la otra,... Leer más
El mar lo vio, de Tom Percival, es un buen relato sobre un tema muy tratado en la LIJ: la vinculación afectiva entre un niño y sus juguetes. La protagonista es Sofía, una niña muy apegada a su osito, que antes había sido de su abuelo y de su madre. Un día de playa, ella y su padre tienen que salir corriendo debido a una tormenta y, con las prisas, el osito se cae de la mochila en la que iba: «y nadie lo vio, solo el Mar». A pesar de los intentos de su padre, el osito no aparece y Sofía, con gran dolor, tiene que resignarse. A partir de ahí, el relato sigue las andanzas del osito por el mar. Buena historia, imágenes atractivas, figuras afectuosas, escenarios y ropas algo antiguas al principio que preparan al lector para un desenlace muy satisfactorio: «nada se pierde para... Leer más
Creo que, para los interesados en la historia de los álbumes, tienen particular interés las secciones, y sus correspondientes categorías, de álbumes históricos, agrupados según las fechas de publicación —1658-1940, 1941-1963, 1964-1975, desde 1975—, aunque la cuarta es simplemente una selección, hecha un poco al vuelo, de algunos publicados desde 1975. Cabría incluso subdividirlos más, entre los álbumes que trajeron alguna novedad argumental, o alguna innovación constructiva o gráfica, o los que supusieron la irrupción de algún autor que ya será una referencia en adelante... De todo ello hablo, más o menos, en Una breve historia. Un ejemplo posible de álbum que une las tres cosas, novedad argumental, novedad compositiva, irrupción de un autor importante, es Un... Leer más
Crías de animales, África. ¿Quién soy? y Europa. ¿Quién soy? , de Ester García y Tándem Saceda son dos eficaces y atractivos álbumes informativos para primeros lectores. El esquema para presentar la información es hábil: en una primera doble página se presenta, sola, una sonriente o displicente cría de un animal que cuenta unas pocas cosas de sí misma y al final pregunta «¿Quién soy?»; en una segunda doble página nos da la respuesta, con alguna información más sobre sus peculiaridades, y la ilustración nos lo vuelve a mostrar pero en compañía de más animales de su misma «familia» y contra un paisaje de fondo. En el álbum correspondiente a África vemos al león, la jirafa, el gorila, el elefante, el hipopótamo, el avestruz y la cebra. En el de Europa aparecen... Leer más
He puesto en la página varias secciones y categorías de álbumes que se ocupan de la vida cotidiana —de la vida escolar, de aspectos varios de la vida familiar, de un aspecto concreto como las relaciones con los abuelos, de las historias para contar o compartir antes de dormir...—. En general, hablar de vida escolar o de vida familiar —igual que hablar de aprendizaje, de convivencia, de emociones…— se puede hacer no sólo de los álbumes elegidos sino de muchísimos otros. Una de las categorías en las que continuamente aparecen álbumes divertidos y eficaces, es la mencionada en último lugar más atrás: la de los que presentan relatos bedtime, o para antes de dormir; uno de ellos de hace ya tiempo, magnífico, es Buenas noches,... Leer más
Alejo, el cangrejo es un álbum de Poly Bernatene y Alicia Acosta. El protagonista nota que su casa se le está quedando pequeña, por lo que pone «pinzas a la obra» para buscar otra casa en la orilla. Va probando distintas posibilidades con objetos que encuentra y, aunque a él le emocionan, a otros animales les da la risa cuando le ven. Aunque la dedicatoria dice que este es un «libro dedicado a los maravillosos habitantes del mar que, por desgracia, han de convivir con nuestros residuos», lo cierto es que la historia no menciona la cuestión directamente sino que, simplemente, nos la muestra —con lo que consigue su objetivo sin predicar al lector—, al margen de que Alejo no parece preocupado por la cuestión. La historia es graciosa, tiene un vocabulario rico y una estructura... Leer más
La categoría de álbumes posmodernos incluye álbumes de muy distinto tipo, como es de imaginar. Hablé, con cierta extensión, de los rasgos posmodernos de los álbumes en Emociones en construcción. Así que aquí se pueden incluir relatos metafictivos, los que digamos que ponen al descubierto la naturaleza de la ficción; los que contienen multitud de referencias culturales en su interior que, a veces, son citas de citas de citas; los que dan nuevas vueltas de tuerca a historias muy conocidas, etc. Un buen ejemplo de álbumes formidables, de los que nos ayudan a ver las cosas de otra manera, o a ver la realidad que tenemos delante con más profundidad, son Zoom y... Leer más
Hablo como el río es un álbum con ilustraciones de Sydney Smith para un texto poético de Jordan Scott. Ha sido muy premiado por la calidad de su composición y de sus ilustraciones, y porque plantea bien los problemas que tiene un niño al ser tartamudo, y que, por eso, vive temeroso y acomplejado ante sus compañeros. El libro comienza cuando el niño narrador se despierta, ya temeroso del día al que ha de hacer frente, algo que se representa bien, en cada una de las dos primeras páginas, con la sucesión de tres imágenes apaisadas que, más o menos, muestran lo que va viendo sucesivamente. Luego vemos al protagonista y leemos algunas de las consideraciones que se hace a sí mismo sobre las dificultades que tiene con las letras y las palabras —hablará, por ejemplo, de «la P,... Leer más
Hay dos secciones y categorías de álbumes, dentro de las cuales podrían incluirse muchos más de los que figuran en ellas, que titulé ¿fallidos? y pedagógicos. ¿Fallidos? (con interrogaciones porque hay a quienes no se lo parecen) para los álbumes con asuntos discutibles: empecé con ella sobre todo pensando en errores argumentales, según la idea de que podemos estar de acuerdo con la moraleja pero no con la fábula, con el modo en que se alcanza la conclusión; y pensando en esos álbumes en los que veía desproporción, normalmente alardes poéticos o gráficos innecesarios, pero hubo un momento en que no seguí "alimentando" la sección, salvo algún caso aislado representativo de alguna otra cosa. Pedagógicos es una denominación genérica y tal vez inadecuada porque, al... Leer más
En Ba, de Dani Padrón, vemos un niño vestido con un traje de osito que, preguntando repetidamente «¿ba?» recorre su casa: cocina, baño, pasillos, habitación…, y, a través del ojo de la cerradura, también se introduce por distintos vericuetos imaginativos, hasta que logra encontrar lo que busca… El autor cuenta que se le ocurrió la idea observando a su hijo de un año y pocos meses, aunque todo parece indicar que los seres fantásticos con los que su protagonista tropieza se corresponden a chicos de más edad… La historia es amable, presenta con sencillez el descubrimiento progresivo de su entorno de un protagonista que tiene gracia. Las ilustraciones atraen, son escenas bien compuestas, con mucho colorido, desde la mirada de quien observa con atención las andanzas y... Leer más