Mi abuela no sabe quien soy, de Hana Tintor e Iva Bezinović-Haydon, es un álbum más de los que hablan de cómo ve una niña, Ema, que su abuela Zrinka, enferma de Alzheimer, empieza a olvidarse de cosas. Las ilustraciones son dibujos como esbozos con manchas de color, con las perspectivas y las proporciones falseadas, como de alguien que no ve la realidad tal como es. Otros álbumes con este mismo tema, gráficamente más vistosos, son El jardín del abuelo, Un pasito... y otro pasito, Hilos de colores... Pero, viene bien tenerlo en cuenta, ante un tema como este no tiene por qué ser la brillantez lo que causa más efecto o llega más al corazón. Hana Tintor. Mi abuela no sabe quién soy (Moja baka ne zna tko sam, 2023). Texto de Iva Bezinović-haydon . Malinc Editorial, 2023; 32... Leer más
Mi árbol secreto, de David Pintor, es un álbum que habla, en poco espacio, de muchas cosas: de amor a los árboles, de vínculos entre abuelos y nietos, de juegos infantiles, de cómo crece la vida imaginativa y emocional de un niño, de las consecuencias del crecimiento urbanístico (como el clásico La casita). La protagonista cuenta que su abuelo plantó un árbol y, al ir creciendo, ella lo utilizó como su refugio y lugar de juegos y lecturas, hasta que un día... Los dibujos son excelentes y transmiten bien los sentimientos que respira la historia. Es un acierto compositivo que se vea el árbol en el centro de la doble página y facilita la legibilidad que las pocas palabras que cuentan la historia estén escritas contra fondos blancos. David Pintor. Mi árbol secreto (2021).... Leer más
Como he dicho más veces, son muchos los álbumes de calidad que hablan de las relaciones entre abuelos y nietos. En ellos es frecuente que sus autores intenten atrapar sentimientos y emociones difíciles de poner por escrito y, en particular, hay algunos que hablan bien de la importancia de la transmisión de recuerdos del abuelo (como El diario de las cajas de fósforos) y del progreso de la enfermedad del Alzéimer (como El jardín del abuelo). En esa líneas está Hilo de colores, de Elena Ferrándiz, un álbum en el que, a una niña soñadora, su abuela le regala un libro titulado Memorias para mi nieta. En él cuenta sus recuerdos, que compara con hilos con los que tejió un vestido que, ahora, está llenándose de agujeros… Las figuras redondeadas y abrazables típicas de la... Leer más
A los muchos álbumes que hablan de los recuerdos de un abuelo, y que con frecuencia también mencionan la llegada de la muerte —El ángel del abuelo, Mejillas rojas…—, y a los que abundan sobre abuelos que fueron piratas en alguna época —Mi abuelo es pirata...—, se suma ahora Mi abuelo pirata, de Zuzanna Celej y Laia Massons. La narradora es una niña que habla de que su abuelo los llevaba cada domingo, a ella y a su hermano, a la isla de los tres piratas, que era el nombre que daba él al parque cercano, y allí les contaba recuerdos que mezclaba con relatos fantasiosos. La historia cambia de tono y de ritmo cuando ingresan al abuelo en el hospital. Las ilustraciones, en tonos apagados, combinan dibujos acuarelados de las figuras con collages, siluetas y recortes. Resulta un... Leer más
Última parada de la calle Market, de Christian Robinson y Matt de la Peña, es un álbum de ambiente muy propio de ciertos barrios de algunas grandes ciudades de Norteamérica. Su protagonista es Jackson, un chico negro que, al salir de la iglesia, vuelve a su casa con su abuela Nana. Se suceden incidentes que provocan preguntas del chico y respuestas de su abuela: cuando su amigo Colby, blanco, se va en coche, «¿por qué nosotros no tenemos coche?», «¿para qué lo queremos? Tenemos un autobús lanzallamas y al señor Dennis, que siempre te enseña un nuevo truco de magia»; y a continuación los vemos subirse al autobús… En las siguientes escenas la abuela va enseñando buena educación al chico —se asegura que salude a todos y dé las gracias— y le hace ver el lado... Leer más
Hay muchos álbumes sobre la relación entre abuelos y nietos. Algunos hablan de la enfermedad y la muerte —El ángel del abuelo, Mejillas rojas, ¡Buenas noches, abuelo!, Mi abuelo, Iliana, la niña que escuchaba al viento...—; otros hablan de las cosas que se aprenden con los abuelos —como ¿Qué pasa aquí, abuelo?, Mi abuelo es pirata, El abuelo Tomás, No nos podemos dormir, El diario de las cajas de fósforos, Mira como salen las estrellas, El jardín del abuelo, El domador de sueños…—. Otro álbum a sumar a la lista es Un pasito… y otro pasito, de Tomie de Paola (autor también de Abuela de arriba, abuela de abajo). El relato empieza cuando nace Ignacio, cuenta cómo su abuelo Nacho sale a pasear con él y le enseña a caminar: «Un pasito… y otro pasito», igual... Leer más
Iliana, la niña que escuchaba al viento, de Carme Solé Vendrell y Antonia Ródenas, es un álbum emotivo, igual que otros de las autoras, que aborda bien un tema difícil. Comienza presentando a la protagonista: «Iliana era una niña gitana de pelo como el cobre viejo y ojos oscuros y brillantes». En tres dobles páginas se cuenta lo unida que se siente a su madre. Después, cuando tiene 9 años, su madre fallece. Logra superar su dolor gracias a su abuela y a la amistad con otra niña. Las ilustraciones respiran calidez y naturalidad. Unas son a doble página, con las figuras en la derecha y la narración con palabras en la izquierda, y otras van sólo en la página derecha mientras el texto también ocupa la izquierda. La historia es esperanzadora para la protagonista y, por... Leer más
Aunque no me ha dado tiempo a leerlo con calma, como se merece, quiero citar antes de Navidad Abuelas de la A a la Z, de Raquel Díaz Reguera, porque, para no pocos, puede ser un regalo muy apropiado para la época. Es un estupendo y extenso álbum que, como su modelo Princesas olvidadas o desconocidas, está concebido como un catálogo posmoderno de abuelas. La presentación de cada tipo de abuela se hace con una explicación, una ilustración grande y varias que presentan detalles. Hay varias páginas especiales, como «Los bolsillos de las abuelas» o «Esencias enfrascadas de las abuelas del mundo». Se usan distintas tipografías de acuerdo con el «espíritu abuelil» correspondiente. Los textos tienen un tono desenfadado… y certero. Así, de las Abuelas Cocinillas se nos dice... Leer más
Otro buen álbum sobre nietos y abuelos: El jardín del abuelo, de Lane Smith. El narrador, un niño al que vemos en cada doble página, nos dice lo que su abuelo le ha contado de su pasado: de su vida en una granja, de cuando tuvo varicela, de su primer beso a una niña, de cuando fue soldado, etc.; y nos dice que ahora es un jardinero que modela toda clase de figuras en árboles y setos. Esto último es lo que vemos en las sucesivas dobles páginas: la memoria del abuelo queda reflejada en su trabajo en el jardín. Es brillante el cierre del álbum, con una doble página de revelación que se despliega hacia los dos lados. Las palabras que acompañan las imágenes son escasas y prácticamente toda la comprensión de la historia descansa en las ilustraciones, pero tanto el escueto... Leer más
Algunos álbumes que parecen muy sencillos, en sus ilustraciones, en sus palabras, y en su idea de fondo, aciertan de lleno en lo que desean transmitir. Pero el hecho de que otros álbumes que intentan lo mismo no lo consigan indica que las cosas no son tan fáciles como a simple vista podría parecer. He pensado esto, una vez más, al leer Mi abuelo, de Marta Altés. Los protagonistas son un nieto y su abuelo, digamos que de una especie simplificada de osos, y las palabras de la narración son del nieto. En la doble página de presentación vemos al pequeño, desde detrás de un árbol, observar a su abuelo. En la siguiente doble página hay dos imágenes del abuelo contemplando como cae una hoja y, en la derecha, se afirma «Mi abuelo se está haciendo mayor». A continuación vemos... Leer más
Hay álbumes sobre abuelos para abuelos —por ejemplo, los que hablan de los sentimientos del abuelo— y hay álbumes sobre abuelos para niños, por ejemplo No nos podemos dormir, de James Stevenson, un relato superdivertido que me parece que está descatalogado en este... Leer más
Mejillas rojas, con ilustraciones de Aljoscha Blau y texto de Heinz Janisch, es un álbum excelente, uno más de los que tratan de la relación de un niño con su abuelo (como los ya recogidos aquí, Mi abuelo es pirata, El ángel del abuelo, Buenas noches abuelo...) Está bien armado, las ilustraciones tienen calidad, y la historia combina bien afecto, nostalgia e... Leer más
Dos divertidos álbumes, para buscar en bibliotecas pues actualmente están descatalogados en España, son Mi abuelo es pirata e Historia de una manzana roja, de Jan Lööf, un popular autor sueco. A la derecha, cubierta de una edición sueca reciente de un libro que contiene tres álbumes del autor de los años setenta, esos dos entre... Leer más
Aunque ayer era el día más apropiado para este comentario, he decidido colocarlo hoy por conservar la pauta de dedicar los lunes a los álbumes ilustrados. En la misma línea que ha dado lugar a una película tan memorable como El cielo sobre Berlín, de Win Wenders, se puede inscribir también uno de los mejores álbumes de las últimas décadas: El ángel del abuelo, de Jutta... Leer más
Aunque no son muy frecuentes sí hay algunos relatos para niños que tratan sobre la muerte de los seres queridos y que, de distintas formas, intentan ayudarles a sobrellevar una situación que se les puede presentar como incomprensible. ¡Buenas noches, abuelo! es un álbum ilustrado con talento por Carme Peris i Lozano en el que se cuenta una historia en esta línea, un buen intento de dar serenidad y confianza. Ahora bien, como es lógico, un relato como este sólo pretende ser un paso adelante y no está de más recordar que las preguntas importantes vienen... Leer más