A Waltz for Matilda, de Jackie French, es la primera novela de una saga (que ahora tiene nueve libros) que intenta contar la historia de Australia desde finales del siglo XIX. Tiene todo el atractivo de un gran relato de pioneros protagonizado por una heroína inolvidable, que participa de lejos en las luchas de algunas mujeres por implantar el sufragio femenino, contra un telón de fondo muy bien construido en el que, por un lado, se ven la Guerra de los Bóers en Sudáfrica, la independencia de Australia, la primera Guerra Mundial; y, por otro, algunas invenciones que revolucionan la vida, como los primeros vehículos a motor, y las consecuencias propias del clima extremo del lugar: un incendio devastador, una sequía que duró años, unas grandes inundaciones… La novela termina cuando Matilda, una mujer joven, es la propietaria de una granja extensísima.
El relato comienza en 1894 cuando Matilda O’Halloranm, de doce años, tiene que trabajar en una fábrica porque debe sostener a su madre, muy enferma, y está dolida porque su padre, a quien casi ni recuerda, no responde a sus cartas pidiendo ayuda. Cuando su madre fallece, y su amigo Tommy sufre un accidente que lo incapacita y lo desfigura, decide ir en busca de su padre, del que sabe que trabaja como esquilador y vive en Nueva Gales del Sur, cerca de un pueblo llamado Gibber’s Creek. Una vez allí logra llegar a Moura, la lejana casa de su padre, un hombre que lidera un movimiento sindical de esquiladores y está enfrentado al gran propietario de la zona, llamado Drinkwater. Su padre le da explicaciones parciales de cuál es su vida y de los motivos de su conducta, pero enseguida, estando con él en el campo, es acosado por Drinkwater y sus hombres y, al arrojarse al río para huir, muere ahogado. Este será el origen de una canción popular australiana en la que figura la expresión del título: una «matilda» era una especie de mochila que llevaban los trabajadores ambulantes (en esta entrada de wikipedia se explica). La novela contará, en adelante, que Matilda se hace con las riendas de su granja, con ayuda de una mujer aborigen mayor que se va a vivir con ella, y de unos familiares suyos, un matrimonio, a los que Drinkwater despide; que Tommy deja la ciudad y viene, al cabo de un tiempo, para ayudarla con algunos inventos que le facilitarán el trabajo; que acaba descubriendo los hilos del pasado que hasta entonces ignoraba, como las relaciones que había entre Drinkwater y su padre…
Novela detallista y bien ambientada, pues pormenoriza muchos aspectos de la vida y los trabajos de Matilda; intensa, con escenas emocionantes y diálogos poderosos; y con un final abierto excelente. Una nota final de la autora explica sus intenciones: su voluntad de dar voz a personas diferentes que no figuran en los registros oficiales, su deseo de mostrar las cosas como fueron aunque no nos gusten —el pasado no es siempre agradable, dice, pero es una parte de lo que somos—; y explica las licencias que se ha permitido al no seguir siempre con exactitud los hechos históricos.
Jackie French. A Waltz for Matilda (2010). HarperCollins (December 1, 2010); 438 pp.; ASIN: B004GNFX68. [Vista del libro en amazon.es]