C. S. Lewis y la Iglesia católica, de Joseph Pearce, se centra en explicar por qué, a pesar de su cercanía intelectual al catolicismo, Lewis no dio nunca el paso de ingresar en la Iglesia católica. El libro resume su vida, habla del peso que tuvieron en él los escritos de MacDonald, Newman y Chesterton, y luego su amistad con Tolkien; y la influencia a la inversa de algunas obras de Wells que acentuaron su rechazo a ciertas ideas y provocaron que abordara obras como la Trilogía de Ramson. Me han interesado, pues no las conocía o no había caído en la cuenta, ciertas conexiones que subraya el autor: Esa horrible fuerza (o Esa horrible fortaleza), un libro pensado después de saber que había una planta atómica cerca de Blewbury, a 25 km de Oxford, se publicó poco antes de la... Leer más
En La eficacia del optimismo cito con alguna frecuencia un largo ensayo que George Orwell dedicó la vida y la obra de Dickens. En él Orwell subraya cómo las obras de Dickens contenían una crítica moral a la sociedad en la que vivía, que se basaba, sobre todo, en su odio profundo a cualquier clase de tiranía; y que la imprecisión de su descontento, el hecho de que sus diatribas puedan ir en cualquier dirección donde se dé un comportamiento abusivo, es algo que le asegura su permanencia. También, en una de las notas al pie, Orwell hace una referencia que para mí era desconocida sobre la religiosidad de Dickens: en una carta al menor de sus hijos cerca del final de su vida, en 1868, Dickens le dice que nunca le atosigó en el pasado con formalismos religiosos y que, por eso,... Leer más
Después de mi buena experiencia con Cicerón, leí Virgilio o el segundo nacimiento de Roma, también de Pierre Grimal. El autor afirma que los romanos, gracias a Virgilio, tomaron conciencia de su sitio en el mundo y «de la misión que les había confiado la Providencia». Esta la resume así con las últimas palabras de Anquises: «Otros, dice, serán más hábiles en dar forma al bronce, en hacer salir del mármol rostros vivientes, en defender mejor las causas, en seguir sobre una esfera los movimientos del cielo, “tú, romano, piensa que tu destino es conducir a los pueblos bajo tu poder, esas serán tus artes; imponer la costumbre de la paz, perdonar a los sometidos y abatir a los soberbios” (VI, 851-853). Virgilio ha dado, en esos tres versos célebres, la fórmula del... Leer más
G. K. Chesterton: A Biography, de Ian Ker, autor de un extenso libro sobre Newman, es la más extensa y documentada de todas las biografías que se han publicado hasta la fecha. El autor recoge, y hasta donde puede completa, la información contenida en biografías previas y en las memorias de quienes le conocieron. Corrige textos ya publicados al compararlos con los originales, usa periódicos y comentarios contemporáneos a los hechos, y emplea fuentes no manejadas antes, como diarios de la mujer de Chesterton y notas de Dorothy Collins. El resultado es un libro muy largo pues abundan los documentos a pesar de que Chesterton había destruido muchos papeles y su mujer, al morir él, hizo que se destruyeran más. Como es lógico, Ker sigue los pasos de biografías anteriores. En... Leer más
Para cualquier lector español que desee conocer la vida de Chesterton la primera recomendación es Chesterton: un escritor para todos los tiempos, de Luis Ignacio Seco. Aunque a la edición que menciono le vendrían bien unas notas donde se indicasen la procedencia de las citas, así como una bibliografía final y un índice de nombres, es un trabajo bien documentado y un relato con ritmo que capta bien la evolución del autor, su carácter, su modo de enfocar los asuntos, la importancia de su esposa siempre, y la de su secretaria Dorothy Collins en los años últimos de su vida. Se recogen muchas anécdotas y citas famosas y quedan claras las enormes dotes para la amistad de Chesterton. Como ejemplo, esta tarjeta de Navidad que H. G. Wells envió a Chesterton en 1933: «Si después... Leer más
De las biografías de Chesterton en castellano la de Joseph Pearce, G. K. Chesterton: Sabiduría e Inocencia, es la más completa y, además, tiene un rasgo que le da mucho valor: el de que, como menciona muchos testimonios de personas que trataron y admiraron a Chesterton, coloca su figura en un marco amplio. Unos fueron sus amigos, como H. G. Wells. Otros comenzaron su vida profesional en el G. K.’s Weekly, como George Orwell. Otros cambiaron gracias a sus libros, como C. S. Lewis. Otros fueron muy deudores de sus ideas literarias, como Tolkien. Otros, sus colegas novelistas de casos policiacos, como Dorothy Sayers, le admiraron. Además, historiadores como Christopher Dawson o economistas como E. F. Schumacher también reconocieron el peso que tuvo en su pensamiento y en sus... Leer más
De Return to Chesterton, Maisie Ward decía que le llevó más tiempo que la extensa biografía previa. La podemos creer porque contiene multitud de datos de personas que conocieron a Chesterton que, por lo que se ve, la autora fue visitando para preguntarles por sus recuerdos y para pedirles acceso a las cartas que intercambiaron con él. También consultó artículos y libros nuevos que habían salido entre tanto, como Those Days (1940), recuerdos de E. C. Bentley (1875-1956), amigo de toda la vida de Chesterton. Incluyó además poemas rápidos y dibujos humorísticos que Chesterton escribió o hizo para sus amigos y conocidos. Todo este trabajo, al que hay que unir las cartas que recibió con puntualizaciones a lo que decía en la primera biografía, le hace también rectificar... Leer más
Cuando se publicó Ortodoxia, una reseña especialmente jugosa fue la de Wilfrid Ward (1856-1916), biógrafo de John Henry Newman (1801-1890) e hijo de W. G. Ward (1812-1882), un miembro destacado del movimiento de Oxford. En su comentario, Ward hablaba de Chesterton como del sucesor de Newman, en cuanto apologista cristiano, y hacía notar semejanzas entre las formas de razonar de ambos. Con estos antecedentes no sorprende que Maisie Ward (1889-1975), hija de Wilfrid Ward, fuera, bastantes años después, la principal biógrafa de Chesterton. Lo conoció siendo muy joven; se hizo muy amiga de su mujer, Frances; fue la editora de varios libros suyos desde que, junto con su marido, Frank Sheed (1897-1981), puso en marcha Sheed & Ward en 1920. Se relacionaba también con quienes... Leer más
Un libro que añade más datos a la vida de Chesterton es Los Chestertons, de Ada Elizabeth Jones (1888-1962), periodista, viuda de su hermano Cecil, con quien estuvo casada poco más de un año. En él cuenta la relación que tuvo con los Chestertons, padres e hijos, y habla del entorno de amigos comunes. La narración termina, después de la muerte de Chesterton, durante los bombardeos de Londres, al comienzo de la segunda Guerra Mundial. La autora también escribe sobre una experiencia singular que protagonizó, después de que su marido muriera en 1918, y que da idea de su empuje: desaparecer quince días para vivir como una mendiga, contarlo luego y, además, poner en marcha unos hogares para indigentes llamados «Cecil Houses». En el haber del libro hay que poner, primero, que... Leer más
Otro de los libros que introducen Gramática de la gratitud es Father Brown on Chesterton, un libro escrito poco después de la muerte de Chesterton por su amigo el sacerdote católico John O’Connor, que le inspirara en su momento el personaje del padre Brown. El autor hace memoria de los encuentros que tuvo con Chesterton y su mujer, Frances, empezando por la famosa conversación de 1904 en la que nació la idea del cura detective, pero también otras. En especial, aunque con discreción, da referencias de los pasos que Chesterton dio para convertirse al catolicismo y de la posterior conversión de su mujer. Se deduce, y los biógrafos posteriores lo confirmarán, que Frances tenía una gran confianza en él para todo. O'Connor pide disculpas por usar la primera persona pero,... Leer más
Para introducir Gramática de la gratitud elaboré un primer capítulo con una breve información biográfica y unos comentarios a distintas obras sobre Chesterton que fuera como un marco a todos los comentarios posteriores. Lógicamente, la primera debía ser un libro de autor desconocido que se publicó, en 1908, con el título G. K. Chesterton: a Criticism. En ese libro, el análisis de las cualidades y defectos de las obras que había publicado Chesterton hasta entonces, igual que las observaciones acerca de la educación que había recibido y de los autores que más le habían influido, eran más que notables. Por ejemplo, se apuntaba muy bien que Chesterton «no es capaz de crear personalidades novelescas pues no las consigue hacer hablar “desde dentro” sino que todas tienen... Leer más
Vida de Dostoyevski por su hija, Aimée, es un libro desigual, con grandes defectos pero con jugosas aportaciones. Los defectos proceden de que la autora tenía una fijación con las leyes de la herencia: es casi obsesiva su insistencia en la ascendencia lituana de su padre y en que las cualidades de su madre se debían a su origen sueco y a los antepasados normandos que vivían en su alma. De hecho, muy avanzada la obra, el traductor parece haberse visto forzado a poner una nota donde indica que la señorita Dostoyevski tiene algunas ideas curiosas al respecto y que sus conocimientos históricos son un tanto defectuosos. En general, la autora procura distanciarse del modo de ser que suele calificarse como ruso: por ejemplo, señala que la «admiración de la juventud rusa por los... Leer más
Quien esté interesado en conocer más cosas de Dickens, los hechos de su vida y las posibles vinculaciones entre ellos y los incidentes que aparecen en sus novelas, puede leer la ordenada biografía escrita tiempo atrás por Peter Ackroyd y que se ha publicado en castellano no hace mucho. Aparte de las cuestiones personales, en ella se tratan con amplitud los pormenores de la confección de sus obras, de sus relaciones con editores e ilustradores, de las aventuras editoriales a las que se lanzó, de sus viajes y sus giras para leer teatralmente algunos tramos de sus obras. Ackroyd habla de aquellos asuntos en los que Dickens abrió camino: así, con Las aventuras de Pickwick revolucionó la forma de vender y presentar la ficción narrativa, no porque la fórmula fuera desconocida sino... Leer más
Los interesados en George MacDonald agradecerán conocer el rico ensayo filosófico y teológico que le ha dedicado Ricardo Aldana. En él se subraya que tuvo gran influencia sobre Chesterton, un lector niño fascinado por La princesa y los trasgos; sobre Tolkien, a quien también cautivaron ese libro y su continuación La princesa y Curdie, y que además tomó de los escritos de MacDonald parte de sus ideas para su famoso ensayo acerca de los cuentos de hadas; o sobre C. S. Lewis, cuyo regreso a la fe cristiana comenzó a partir de la lectura casual de Phantastés, y cuya devoción por MacDonald lo llevó a convertirle en protagonista de su relato El Gran Divorcio. También se comentan las obras de MacDonald que Lewis consideraba más destacadas: Phantastes, La princesa y los trasgos, La... Leer más
Roy Campbell (1901-1957) fue un importante poeta sudafricano de vida revuelta, personalidad controvertida, y una obra poderosa, bien descritas en la excelente biografía de Joseph Pearce. En ella sigue su vida cronológicamente, con simpatía y admiración, pero sin esconder ni suavizar los sucesos y rasgos menos elogiables de su conducta y de su personalidad. Cuando corresponde incluye trozos de sus poemas, para explicar algunas cuestiones puramente literarias, o para señalar qué defendía o contra quién escribía: comprender bien todo esto requeriría leer la obra original de Pearce y saber mucho inglés pues Campbell no es un poeta fácil. El título de la edición española no me parece un acierto (aunque tenga su lógica comercial) pues es menos equilibrado que el original... Leer más
No hace mucho hablé de una novela que tenía que ver con Lope de Vega y, recientemente, he leído Vida y obra de Lope de Vega, de Ignacio Arellano y Carlos Mata, una excelente biografía, ordenada y clara. El recurso de ir avanzando en ella citando al mismo Lope la convierte, también, en una especie de antología de sus poemas. Los autores señalan cómo en su personalidad y en su obra se da una continua lucha de contrarios —«lo sublime del espíritu y el barro de la carne, el pecado y el arrepentimiento, el pueblo llano y la nobleza, lo culto y lo popular»—, que hacen de Lope un símbolo del Barroco. También subrayan que «su aventura vital y literaria es la desmesura —otro rasgo plenamente barroco—, el impulso sin límites de un hombre extremado que confesó no tener medio... Leer más
La primera biografía que se publicó sobre Chesterton, el mismo año de su muerte, fue G. K. Chesterton, mi amigo, de William Richard Titterton (1876-1963), un periodista que fue colaborador suyo. Es un libro que pretende ser sólo una semblanza: dejar constancia del modo de ser de Chesterton y de la huella que dejó en el autor. Además de la información que se contiene aquí, puede dar idea de los acentos emocionados de la narración este texto: «Permítanme decir algo del efecto que tuvo G.K.C. sobre mí, aparte de los hechos tremendos de que él, más que nadie, me persuadió para que me hiciese católico, y que él, más incluso que Belloc, me convirtió del socialismo al distributismo. Me enseñó el valor de las cosas corrientes y de la gente corriente; me enseñó a entender... Leer más
La biografía de Flannery O’Connor de Brad Gooch me ha interesado pero me ha dejado la impresión de que no atrapa bien lo nuclear ni de su persona ni de su obra y, en algunos momentos aislados, me ha parecido imprecisa. Me ha interesado porque la personalidad y la obra de O’Connor me atraen y porque hay un buen trabajo detrás: el autor ha recogido muchos testimonios y los ha puesto en orden con la voluntad de dar cuenta de los hechos. Pero me ha defraudado porque, aunque resulta obvia la importancia de la fe católica en su vida, la biografía trata esa cuestión como si el hecho de ir a Misa todos los días, y en condiciones difíciles, y el de leer a Santo Tomás todas las noches —y más cosas: «leo mucha teología porque hace más audaz mi escritura», decía—, fueran... Leer más
Añado un asunto al comentario del otro día. Primero debo decir que la biografía que firma Ackroyd está bien hecha y bien narrada, pero también comprendo más que bien a Pearce cuando se indigna con algunas de las cosas que dice para no sacar las conclusiones naturales de los hechos que cuenta. Da toda la impresión de que Ackroyd desea protegerse a sí mismo de algunas críticas de sus propios colegas pero, en realidad, crea desconfianza hacia su propio trabajo. Obsérvese: —«En resumen, Stratford albergaba una numerosa circunscripción católica de la que los Shakespeare formaban parte. Lo antedicho no supone, necesariamente, que Shakespeare profesase dicha religión, en el supuesto de que practicara alguna, sino sólo que estaba familiarizado con los... Leer más
Dos libros sobre Shakespeare: el de Peter Ackroyd, Shakespeare: la biografía, y el de Joseph Pearce, Shakespeare. Una investigación. El primero es una extensa biografía con atención a muchos detalles sobre la vida del dramaturgo inglés: da idea de su contenido y de su orientación sociológica, esta entrevista con su autor. Su fuerza está en la claridad de su redacción y en la información que aporta sobre la vida de la época, sobre Londres y el mundo teatral. No así en los comentarios directamente literarios: en mi opinión es una barbaridad (entre otras) decir que «en las cumbres más sublimes del arte de Shakespeare, la moral no existe, sólo está la voluntad humana que se encumbra en consonancia con la imaginación». El segundo libro es una discusión detallada de... Leer más
A pesar de sus limitaciones, Los Inklings, de Humphrey Carpenter, es un libro básico en la bibliografía sobre C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien. Los Inklings fueron el grupo formado principalmente por Lewis, Tolkien, Charles Williams, Hugo Dyson, Warren Lewis, Owen Barfield, y más tarde Christopher Tolkien, todos ellos escritores, profesores y amigos que se reunieron durante años, una o dos veces por semana, en un pub de Oxford y en las habitaciones de Lewis. Su importancia como grupo se deriva del impacto que sus intercambios de opiniones tuvieron en las vidas y en las obras de todos ellos, especialmente Lewis y Tolkien. En realidad, como uno de los asistentes a las reuniones dice a Carpenter, «éramos sólo un grupo de amigos», «existe una cierta tendencia a tomarnos más en serio... Leer más
Me ha defraudado la biografía de Herman Melville de Andrew Delbanco: esperaba más. Sin duda está bien escrita y hay un buen trabajo de documentación detrás. Lógicamente, también queda clara la importancia de Melville y la potencia y novedad de Moby Dick y sus mejores cuentos. Sin embargo, en mi opinión, acaban siendo absurdas, y hasta risibles, las discusiones sobre algunos temas, que no dicen nada del biografiado y sí mucho sobre las obsesiones de nuestro mundo actual. El autor se toma en serio algunas, aunque las ponga en boca de otros, como cuando alguien habla de una ballena «apabullantemente erótica»; cuando menciona la relación entre Ahab y su obsesión monomaníaca con Hitler o con Osama bin Laden o con Bush; cuando interpreta con claves freudianas algunas... Leer más
Durante meses he ido leyendo la larguísima Vida de Samuel Johnson, de James Boswell, en la magnífica edición de Acantilado traducida por Miguel Martínez-Lage. Comencé «por obligación», por la fama del libro, pero pronto quedé fascinado por la personalidad del personaje y comprendí por qué Chesterton defiende a Johnson y ensalza el libro: «se dice que el comportamiento de Johnson era rudo y despótico. A veces era rudo, pero nunca despótico. Johnson no era un déspota en absoluto. Johnson era un demagogo que gritaba a una muchedumbre gritona. El hecho mismo de que riñera con otra gente es la prueba de que permitía a otra gente que riñera con él. Su misma brutalidad se basaba en la idea de una escaramuza equitativa, como las del fútbol. Es estrictamente cierto que gritaba... Leer más
Me ha gustado Las vidas de Joseph Conrad, de John Stape, por estar bien escrita y porque responde a un trabajo de investigación meticuloso. El autor se ciñe cuidadosamente a los hechos conocidos de la vida de Conrad y se acaba centrando sobre todo en sus relaciones familiares, profesionales, y de amistad. No entra en el análisis de sus obras aunque sitúe cuándo y cómo las escribió, y mencione circunstancias que facilitan comprender mejor algunos aspectos. Tampoco hay ningún intento de situar en perspectiva la importancia y la novedad de su aportación a la historia de la literatura. La vida y personalidad de Conrad, jugosas por los años tan agitados de su vida como marino y por la fuerza y calidad de sus mejores obras, no acaban de resultar atractivas. Sin duda, para sus... Leer más
La biografía sobre Solzhenitsyn de Joseph Pearce me ha parecido excelente. Siguiendo el arco de la vida del escritor ruso —familia, estudios universitarios de física y matemáticas, juventud en sintonía con la ideología comunista, participación en la segunda Guerra Mundial, nueva comprensión de la vida y conversión en claro paralelismo con Dostoievski, obras literarias, expulsión de la Unión Soviética, estancia en Vermont, regreso a Rusia—, Pearce presenta un buen resumen de la historia de las últimas décadas de Rusia. Además, gracias a las conversaciones personales con el autor y sus hijos, completa un buen dibujo de la personalidad de un Solzhenitsyn al que le da una talla de profeta. Como siempre que se lee algo relacionado con la historia de la URSS del siglo XX es... Leer más
El comentario de ayer tiene que ver con que acabo de leer la biografía que Carmen Bravo-Villasante escribió, en 1957, sobre Bettina Brentano, hermana de Clemens Brentano, esposa de Achim von Arnim y madre de siete hijos, una mujer singular y devota (demasiado) de Goethe y de Beethoven... Me ha parecido jugosa: está bien escrita, se apoya mucho en las cartas de la biografiada, da información sobre la vida cultural alemana del momento... La autora se pone frente a cierta crítica histórica que tiene «una tendencia a dar la interpretación más baja a las grandes figuras, a considerarlas, simplemente, como casos clínicos», y que por tanto no duda en afirmar que «Bettina es una histérica». Pero al mismo tiempo señala que su facilidad para ocupar el centro del escenario era notable... Leer más
Me ha parecido muy buena la biografía que firma Joseph Pearce sobre Oscar Wilde. Siguiendo el hilo de su vida, intentando aclarar de qué hay constancia y de qué no en todo lo que se ha dicho de su biografiado, analizando con cuidado sus obras, se ve que Joseph Pearce desea subrayar sobre todo dos cosas. Una, que «una de las paradojas de su vida y su obra es el que haya que captar al verdadero Wilde por lo que dijo en su obra mucho más que por lo que dijo, o por lo que se supone que dijo, en su vida». Otra, la huella que dejó en Wilde su rechazo a convertirse al catolicismo siendo joven, el sorprendente número de personas de su entorno que, a lo largo de su vida, acaban entrando en la Iglesia Católica o volviendo a ella, y su conversión final. Cuando al personaje de El abanico de... Leer más
He leído recientemente la biografía de Muriel Spark sobre Mary Shelley, la autora de Frankenstein. Otro día diré cosas acerca de su comentario a la novela, pero ahora quiero dejar constancia del estilo limpio con el que la escritora inglesa abordó su trabajo: «Siempre me han disgustado esa clase de biografías donde leemos que “X se tiende en la cama y observa el parpadeo de la vela en las vigas del techo”, cuando no existe ninguna evidencia de que X haya hecho eso». O este comentario: «Creo que la función de un biógrafo es diagnosticar y no condescender a una inútil prescripción retrospectiva». Muriel Spark. Mary Shelley (1987). Barcelona: Lumen, 1997; 297 pp.; col. Palabra en el tiempo; trad. de Aurora Fernández Villavicencio; ISBN:... Leer más
En relación a Dostoievski, además de la superbiografía de Joseph Frank, varias veces citada, vale la pena conocer El universo religioso de Dostoievski, de Romano Guardini. Eso sí, hay que buscarlo en bibliotecas con buenos fondos o en librerías de viejo, pues hace décadas que no está en el mercado español. Otro misterio... Leer más