Uno de los motivos por los que me interesó mucho el Breviario de saberes inútiles es que Simon Leys es un buen conocedor de Chesterton. En ese libro tiene un artículo titulado «Chesterton, el poeta que baila con cien piernas», expresión del mismo Chesterton en una entrevista para referirse a Domingo, el protagonista de El hombre que fue jueves y que se refiere a la dificultad de mantener enfocada su imagen para poder hacer un buen retrato suyo. Habla de que Chesterton era un poeta como son poetas los niños: «el don del poeta (que es también el don del niño) es la capacidad para conectar con el mundo real para mirar las cosas embelesado». Explica cuánto valoraba Chesterton lo que puede hacer un aficionado frente a un profesional pues, de acuerdo con un principio básico de... Leer más
Otro de los libros que he tenido en cuenta para la nueva edición de Gramática de la gratitud (y, antes, para Un enamorado de la verdad), y que me sirvió para comprender (y espero que para explicar) mejor algunas cosas, fue el de William Oddie titulado Chesterton and the Romance of Ortodoxy. The Making of GKC 1874-1908. Es un libro que ya tuvo en cuenta Ian Ker en su biografía pero que conviene conocer: yo lo leí después del de Ker y me ayudó a entender la mente de Chesterton. Es una biografía que abarca desde su nacimiento hasta el año 1908 y la publicación de Ortodoxia, el libro con el que Chesterton declaró abierta e inconfundiblemente lo que creía —debido a su variada producción y a su tono humorístico muchos tenían una impresión falsa sobre él—, y el libro en... Leer más
Un libro que me ha hecho entender algunos aspectos de la personalidad de Chesterton, y que he utilizado en la nueva edición revisada y ampliada de Gramática de la gratitud, es The Woman Who Was Chesterton, de Nancy Carpentier Brown. Es una biografía de la esposa de Chesterton, Frances Blogg, que se apoya mucho en sus propios testimonios: unos procedentes de diarios suyos que se conservan, y otros, la mayoría, de la gran cantidad de cartas que escribió. Después de dos capítulos dedicados a los datos que se poseen de la familia de Frances y a su vida de soltera, los siguientes tratan, el tercero, de la vida del matrimonio en Londres hasta 1908; el cuarto, de su vida en Beaconsfield hasta la enfermedad grave de Chesterton en 1915; el quinto, de los viajes que hicieron en los años... Leer más
Acaba de salir una nueva edición, ampliada y mejorada, de Gramática de la gratitud, En la introducción, que se puede leer en la información del libro en amazon, explico las diferencias con la edición anterior: la información biográfica es mayor, he añadido comentarios a otros libros sobre y de Chesterton, he ampliado y perfilado mejor algunas reseñas, he actualizado la información de las ediciones publicadas en España, he puesto muchas más notas explicativas. Además, esta vez hay edición del libro en papel, para los reacios al formato electrónico. Actualización en abril de 2024: con el recurso de Togetherwin se puede comprar el libro más barato pidiéndolo directamente a la... Leer más
Acaba de salir Chesterton: un enamorado de la verdad, en Ediciones Logos, Argentina. Este es un pdf con las primeras treinta páginas. Es un libro más breve y sintético que Gramática de la gratitud pero contiene una biografía más extensa, más explicaciones sobre la forma de ser y pensar de Chesterton, y algunas diferencias en varios comentarios a sus... Leer más
G. K. Chesterton: A Biography, de Ian Ker, autor de un extenso libro sobre Newman, es la más extensa y documentada de todas las biografías que se han publicado hasta la fecha. El autor recoge, y hasta donde puede completa, la información contenida en biografías previas y en las memorias de quienes le conocieron. Corrige textos ya publicados al compararlos con los originales, usa periódicos y comentarios contemporáneos a los hechos, y emplea fuentes no manejadas antes, como diarios de la mujer de Chesterton y notas de Dorothy Collins. El resultado es un libro muy largo pues abundan los documentos a pesar de que Chesterton había destruido muchos papeles y su mujer, al morir él, hizo que se destruyeran más. Como es lógico, Ker sigue los pasos de biografías anteriores. En... Leer más
Para cualquier lector español que desee conocer la vida de Chesterton la primera recomendación es Chesterton: un escritor para todos los tiempos, de Luis Ignacio Seco. Aunque a la edición que menciono le vendrían bien unas notas donde se indicasen la procedencia de las citas, así como una bibliografía final y un índice de nombres, es un trabajo bien documentado y un relato con ritmo que capta bien la evolución del autor, su carácter, su modo de enfocar los asuntos, la importancia de su esposa siempre, y la de su secretaria Dorothy Collins en los años últimos de su vida. Se recogen muchas anécdotas y citas famosas y quedan claras las enormes dotes para la amistad de Chesterton. Como ejemplo, esta tarjeta de Navidad que H. G. Wells envió a Chesterton en 1933: «Si después... Leer más
De las biografías de Chesterton en castellano la de Joseph Pearce, G. K. Chesterton: Sabiduría e Inocencia, es la más completa y, además, tiene un rasgo que le da mucho valor: el de que, como menciona muchos testimonios de personas que trataron y admiraron a Chesterton, coloca su figura en un marco amplio. Unos fueron sus amigos, como H. G. Wells. Otros comenzaron su vida profesional en el G. K.’s Weekly, como George Orwell. Otros cambiaron gracias a sus libros, como C. S. Lewis. Otros fueron muy deudores de sus ideas literarias, como Tolkien. Otros, sus colegas novelistas de casos policiacos, como Dorothy Sayers, le admiraron. Además, historiadores como Christopher Dawson o economistas como E. F. Schumacher también reconocieron el peso que tuvo en su pensamiento y en sus... Leer más
De Return to Chesterton, Maisie Ward decía que le llevó más tiempo que la extensa biografía previa. La podemos creer porque contiene multitud de datos de personas que conocieron a Chesterton que, por lo que se ve, la autora fue visitando para preguntarles por sus recuerdos y para pedirles acceso a las cartas que intercambiaron con él. También consultó artículos y libros nuevos que habían salido entre tanto, como Those Days (1940), recuerdos de E. C. Bentley (1875-1956), amigo de toda la vida de Chesterton. Incluyó además poemas rápidos y dibujos humorísticos que Chesterton escribió o hizo para sus amigos y conocidos. Todo este trabajo, al que hay que unir las cartas que recibió con puntualizaciones a lo que decía en la primera biografía, le hace también rectificar... Leer más
Cuando se publicó Ortodoxia, una reseña especialmente jugosa fue la de Wilfrid Ward (1856-1916), biógrafo de John Henry Newman (1801-1890) e hijo de W. G. Ward (1812-1882), un miembro destacado del movimiento de Oxford. En su comentario, Ward hablaba de Chesterton como del sucesor de Newman, en cuanto apologista cristiano, y hacía notar semejanzas entre las formas de razonar de ambos. Con estos antecedentes no sorprende que Maisie Ward (1889-1975), hija de Wilfrid Ward, fuera, bastantes años después, la principal biógrafa de Chesterton. Lo conoció siendo muy joven; se hizo muy amiga de su mujer, Frances; fue la editora de varios libros suyos desde que, junto con su marido, Frank Sheed (1897-1981), puso en marcha Sheed & Ward en 1920. Se relacionaba también con quienes... Leer más
Un libro que añade más datos a la vida de Chesterton es Los Chestertons, de Ada Elizabeth Jones (1888-1962), periodista, viuda de su hermano Cecil, con quien estuvo casada poco más de un año. En él cuenta la relación que tuvo con los Chestertons, padres e hijos, y habla del entorno de amigos comunes. La narración termina, después de la muerte de Chesterton, durante los bombardeos de Londres, al comienzo de la segunda Guerra Mundial. La autora también escribe sobre una experiencia singular que protagonizó, después de que su marido muriera en 1918, y que da idea de su empuje: desaparecer quince días para vivir como una mendiga, contarlo luego y, además, poner en marcha unos hogares para indigentes llamados «Cecil Houses». En el haber del libro hay que poner, primero, que... Leer más
Otro de los libros que introducen Gramática de la gratitud es Father Brown on Chesterton, un libro escrito poco después de la muerte de Chesterton por su amigo el sacerdote católico John O’Connor, que le inspirara en su momento el personaje del padre Brown. El autor hace memoria de los encuentros que tuvo con Chesterton y su mujer, Frances, empezando por la famosa conversación de 1904 en la que nació la idea del cura detective, pero también otras. En especial, aunque con discreción, da referencias de los pasos que Chesterton dio para convertirse al catolicismo y de la posterior conversión de su mujer. Se deduce, y los biógrafos posteriores lo confirmarán, que Frances tenía una gran confianza en él para todo. O'Connor pide disculpas por usar la primera persona pero,... Leer más
Para introducir Gramática de la gratitud elaboré un primer capítulo con una breve información biográfica y unos comentarios a distintas obras sobre Chesterton que fuera como un marco a todos los comentarios posteriores. Lógicamente, la primera debía ser un libro de autor desconocido que se publicó, en 1908, con el título G. K. Chesterton: a Criticism. En ese libro, el análisis de las cualidades y defectos de las obras que había publicado Chesterton hasta entonces, igual que las observaciones acerca de la educación que había recibido y de los autores que más le habían influido, eran más que notables. Por ejemplo, se apuntaba muy bien que Chesterton «no es capaz de crear personalidades novelescas pues no las consigue hacer hablar “desde dentro” sino que todas tienen... Leer más
La primera biografía que se publicó sobre Chesterton, el mismo año de su muerte, fue G. K. Chesterton, mi amigo, de William Richard Titterton (1876-1963), un periodista que fue colaborador suyo. Es un libro que pretende ser sólo una semblanza: dejar constancia del modo de ser de Chesterton y de la huella que dejó en el autor. Además de la información que se contiene aquí, puede dar idea de los acentos emocionados de la narración este texto: «Permítanme decir algo del efecto que tuvo G.K.C. sobre mí, aparte de los hechos tremendos de que él, más que nadie, me persuadió para que me hiciese católico, y que él, más incluso que Belloc, me convirtió del socialismo al distributismo. Me enseñó el valor de las cosas corrientes y de la gente corriente; me enseñó a entender... Leer más