Cinco años después de su conversión al catolicismo, Evelyn Waugh escribió una biografía del jesuita Edmund Campion (1540–1581). La intención de Waugh, según confiesa en el prólogo, era escribir una biografía compacta y legible que fuera un puente hacia otras más completas. Está tan bien escrita como se puede esperar de Waugh, con sobriedad y ponderación. El narrador comienza describiendo los momentos finales de Isabel I y se pregunta si recordaría su primera entrevista con Campion, en Oxford, cuando era un joven prometedor de 26 años. A partir de ahí, presenta la vida de Campion por orden cronológico en cuatro capítulos titulados «El estudioso», «El sacerdote», «El héroe», «El mártir». Resalta el prestigio intelectual de Campion y la categoría de su prosa, y... Leer más
Creadores, de Paul Johnson, es un libro que desea ser complementario pero es inferior a otro que publicó unos años atrás, Intelectuales —más poderoso y más trabajado—, y que me ha dejado el mismo regusto: interés por muchos datos y apreciaciones, disgusto por los acentos del autor cuando habla de quien desea criticar, incomodidad por las anécdotas procaces a las que tan aficionado es (y no porque me molesten, que me molestan, sino porque muchas veces resultan injustas con quienes las protagonizan o porque parecen responder al deseo del autor de dejar a alguien en mal lugar). Tampoco me parece que Johnson cumpla con las expectativas que anuncia de hablar del trabajo creativo, aunque sí dé pinceladas sobre cómo se manifiesta la creatividad; más bien presenta biografías, y... Leer más
Después de decir que las biografías de Chesterton de san Francisco de Asís y de santo Tomás de Aquino no me gustan mucho como tales biografías, alguien me dice que si no podría sugerir algunas que cumplan la función de perfilar de otro modo a los personajes. Conozco dos. Hermano Francisco, de Julien Green, es un relato lleno de viveza, como corresponde al gran escritor que es Green, y es un buen trabajo «por intentar descubrir la verdad bajo las variantes que los cronistas me han hecho soportar», tal como afirma él mismo en el epígrafe final. Santo Tomás de Aquino: el oficio de sabio, de Eudaldo Forment Giralt, es un libro literariamente más plano pero intelectualmente denso, pues el autor entreteje los hechos de su vida con explicaciones del contenido de sus obras; en... Leer más
Al leer las Memorias de ultratumba he actualizado los recuerdos que tenía de Fouché (1759-1820), un personaje con «la apariencia de una hiena vestida» y al que Chateaubriand, un día que fue a ver al rey y le dejaron sentado en un rincón a la espera, retrata con el siguiente párrafo: «De repente se abre una puerta: entra silenciosamente el vicio apoyado en el brazo del crimen, monsieur de Talleyrand caminaba sostenido por monsieur Fouché: la visión infernal pasa lentamente por delante de mí, entra en el gabinete del rey y desaparece. Fouché acababa de jurar fidelidad y homenaje a su señor; el fiel regicida, de hinojos, puso las manos que hicieron rodar la cabeza de Luis XVI entre las manos del hermano del rey mártir; el obispo apóstata hizo de garante del... Leer más
Me ha defraudado la biografía de Herman Melville de Andrew Delbanco: esperaba más. Sin duda está bien escrita y hay un buen trabajo de documentación detrás. Lógicamente, también queda clara la importancia de Melville y la potencia y novedad de Moby Dick y sus mejores cuentos. Sin embargo, en mi opinión, acaban siendo absurdas, y hasta risibles, las discusiones sobre algunos temas, que no dicen nada del biografiado y sí mucho sobre las obsesiones de nuestro mundo actual. El autor se toma en serio algunas, aunque las ponga en boca de otros, como cuando alguien habla de una ballena «apabullantemente erótica»; cuando menciona la relación entre Ahab y su obsesión monomaníaca con Hitler o con Osama bin Laden o con Bush; cuando interpreta con claves freudianas algunas... Leer más
Durante meses he ido leyendo la larguísima Vida de Samuel Johnson, de James Boswell, en la magnífica edición de Acantilado traducida por Miguel Martínez-Lage. Comencé «por obligación», por la fama del libro, pero pronto quedé fascinado por la personalidad del personaje y comprendí por qué Chesterton defiende a Johnson y ensalza el libro: «se dice que el comportamiento de Johnson era rudo y despótico. A veces era rudo, pero nunca despótico. Johnson no era un déspota en absoluto. Johnson era un demagogo que gritaba a una muchedumbre gritona. El hecho mismo de que riñera con otra gente es la prueba de que permitía a otra gente que riñera con él. Su misma brutalidad se basaba en la idea de una escaramuza equitativa, como las del fútbol. Es estrictamente cierto que gritaba... Leer más
Hay libros que son como la espuma y libros que son como las grandes corrientes marinas. Uno de los últimos, para mí el libro más poderoso del año, es Jesús de Nazaret, de Benedicto XVI. Al final, en él se dice que Jesucristo se describe a sí mismo con siete imágenes, «y el que sean precisamente siete no puede considerarse una casualidad: Yo soy el pan de vida, la luz del mundo, la puerta, el buen pastor, la resurrección y la vida, el camino la verdad y la vida, la vid verdadera». (...) «Detrás de todas (ellas) se encuentra en definitiva esto: Jesús nos da la “vida”, porque nos da a Dios. Puede dárnoslo, porque Él es uno con Dios. Porque es el Hijo. Él mismo es el don, Él es la “vida”». Benedicto XVI. Jesús de Nazaret – Del Bautismo a la Transfiguración... Leer más
Tengo a la espera de leer Teresa de Ávila y la España de su tiempo, de Joseph Pérez (Algaba, Madrid, 2007). Entre tanto, un día como hoy se puede recordar la excelente y documentada biografía de Marcelle Auclair, con la que disfruté hace tiempo, sin dejar de recomendar en primer lugar las obras originales de la autora. Y se puede citar un pequeño texto de Christian Bobin que me gustó: «San Juan de la Cruz (...) habla como muchacho, con esa impaciencia de ir hacia lo general, lo abstracto, lo metafísico. Es un hombre, por consiguiente quiere lo construído, lo sólido. Santa Teresa de Ávila, por su parte, se desliza como una trucha, ríe, salpica». Marcelle Auclair. Santa Teresa de Jesús (La vie de Sainte Therese D´Avila, 1950). Madrid: Palabra, 1993, 9ª ed.; 516 pp.;... Leer más
Al mencionar hace unos días Reventones y Alambretes, de André Maurois, recordé una de las amenas y jugosas biografías que escribió: la del primer ministro inglés Disraeli, «una existencia de esperanzas fallidas y de energías desperdiciadas», si hemos de creer su propio juicio al final de su vida, y también un magnífico retrato de la época victoriana. Una de las anécdotas que se cuentan: el momento en el que Disraeli tomó la decisión de involucrar a su país en la construcción del canal de Suez y comunica a Rothschild que necesita cuatro millones de libras al día siguiente. «Rothschild, que se está comiendo unas uvas, toma un grano, escupe la piel y dice: “¿Qué garantía? —El Gobierno británico. —Las tendréis”». André Maurois. La vida de Disraeli (La vie... Leer más
El comentario de ayer tiene que ver con que acabo de leer la biografía que Carmen Bravo-Villasante escribió, en 1957, sobre Bettina Brentano, hermana de Clemens Brentano, esposa de Achim von Arnim y madre de siete hijos, una mujer singular y devota (demasiado) de Goethe y de Beethoven... Me ha parecido jugosa: está bien escrita, se apoya mucho en las cartas de la biografiada, da información sobre la vida cultural alemana del momento... La autora se pone frente a cierta crítica histórica que tiene «una tendencia a dar la interpretación más baja a las grandes figuras, a considerarlas, simplemente, como casos clínicos», y que por tanto no duda en afirmar que «Bettina es una histérica». Pero al mismo tiempo señala que su facilidad para ocupar el centro del escenario era notable... Leer más
El ensayo biográfico de Jacqueline de Romilly titulado Alcibíades o los peligros de la ambición fue un gran éxito de público en Francia cuando se publicó, pues eran evidentes los paralelismos con algunas figuras públicas del momento, brillantes oportunistas sin principios. Pero no ha perdido actualidad en absoluto ni el libro ni uno de sus mensajes: que «la ambición es uno de los males de la democracia», que «cuando se prefiere la lucha en favor de uno mismo a la gestión para terceros, el principio democrático queda viciado». En fin, los interesados en la cuestión pueden también leer el Gorgias que, como dice Romilly también, «se refiere a la retórica, pero también, más allá de la retórica, a los éxitos prácticos obtenidos con desdén para la... Leer más
Me ha parecido muy buena la biografía que firma Joseph Pearce sobre Oscar Wilde. Siguiendo el hilo de su vida, intentando aclarar de qué hay constancia y de qué no en todo lo que se ha dicho de su biografiado, analizando con cuidado sus obras, se ve que Joseph Pearce desea subrayar sobre todo dos cosas. Una, que «una de las paradojas de su vida y su obra es el que haya que captar al verdadero Wilde por lo que dijo en su obra mucho más que por lo que dijo, o por lo que se supone que dijo, en su vida». Otra, la huella que dejó en Wilde su rechazo a convertirse al catolicismo siendo joven, el sorprendente número de personas de su entorno que, a lo largo de su vida, acaban entrando en la Iglesia Católica o volviendo a ella, y su conversión final. Cuando al personaje de El abanico de... Leer más
Cuando leí los libros de Bailly mencionados ayer, pensé que, además de ser algo antiguos, eran apasionados en exceso, no el mejor contrapeso para las obras de Dumas. Por eso, busqué un enfoque más nítido de la época en la gran investigación histórica de John Elliott sobre El Conde Duque de Olivares, Gaspar de Guzmán (1587-1645), el oponente de Richelieu. Además de un panorama completo de la España del siglo XVII, Elliott realiza frecuentes comparaciones entre ambos políticos: «Sus métodos de gobierno fueron curiosamente similares», sus «políticas parece que hubieran sido fabricadas en el mismo molde»; ambos pensaban que «una política confesional militante (...) no respondía sencillamente a las complejidades de la vida de la Europa del siglo XVII»; ambos ansiaban... Leer más
En mis recuerdos como lector de doce y trece años durante los meses de verano ocupan un lugar destacadísimo, además de El conde de Montecristo, Los tres mosqueteros y Veinte años después. Son de las pocas lecturas de aquellos años que, pasado el tiempo, no sólo me han vuelto a gustar sino que me han parecido mejores. No así la tercera novela de los mismos protagonistas, El vizconde de Bragelonne, donde las obsesiones conspirativas de Dumas alcanzan cotas enfermizas. Pero, como suele decirse que los franceses no conocen bien su propia historia porque han leído demasiado a Dumas (en fin, habría que discutir si eso es o no peor que desconocer la propia historia por no haber leído nada), una vez las leí al mismo tiempo que unas biografías de Richelieu y de Mazarino firmadas por... Leer más
He leído recientemente la biografía de Muriel Spark sobre Mary Shelley, la autora de Frankenstein. Otro día diré cosas acerca de su comentario a la novela, pero ahora quiero dejar constancia del estilo limpio con el que la escritora inglesa abordó su trabajo: «Siempre me han disgustado esa clase de biografías donde leemos que “X se tiende en la cama y observa el parpadeo de la vela en las vigas del techo”, cuando no existe ninguna evidencia de que X haya hecho eso». O este comentario: «Creo que la función de un biógrafo es diagnosticar y no condescender a una inútil prescripción retrospectiva». Muriel Spark. Mary Shelley (1987). Barcelona: Lumen, 1997; 297 pp.; col. Palabra en el tiempo; trad. de Aurora Fernández Villavicencio; ISBN:... Leer más
Después de la obra que mencioné ayer, si alguien tiene interés en seguir ahondando en el personaje, puede acudir a su Diario de a bordo y buscar una buena biografía. Una sencilla, pero detallada y amena, que ayuda a comprender un poco mejor su personalidad y su época, es la de Lourdes Díaz-Trechuelo, muchos años catedrática de Historia de América. En ella Colón aparece como una figura con unos rasgos contradictorios: paciente y tenaz, soñador y realista, fantasioso y práctico, eufórico y depresivo, con gran capacidad para la amistad y enormemente susceptible... Sus dotes como gobernante eran pésimas, pero su sabiduría como marino era excepcional: estudioso y observador, reflexivo e intuitivo, aquellos que le desobedecían en tierra lo seguían con fe ciega en el mar. Su... Leer más
En relación a Dostoievski, además de la superbiografía de Joseph Frank, varias veces citada, vale la pena conocer El universo religioso de Dostoievski, de Romano Guardini. Eso sí, hay que buscarlo en bibliotecas con buenos fondos o en librerías de viejo, pues hace décadas que no está en el mercado español. Otro misterio... Leer más