Después de las nuevas ediciones de La eficacia del optimismo y de Formas de la felicidad, se ha publicado también la segunda edición, ampliada y mejorada, de Una espléndida sinceridad, en versión digital y en papel. Está, en amazon, en edición para Kindle y en edición en tapa blanda. También está en Google Play y en AppleBooks. En la información que se da del libro en esas plataformas se indican las diferencias con la edición anterior. En ellas también se puede acceder al índice y a los capítulos primeros que dan idea del planteamiento, del enfoque y del contenido. Actualización en abril de 2024: con el recurso de Togetherwin se puede comprar el libro más barato pidiéndolo directamente a la... Leer más
Para terminar con la serie dedicada a Stevenson, selecciono algunos textos, tomados de la recopilación titulada La Casa Ideal y otros textos, relativos a su modo de ver la vida. En La Casa Ideal, al describir cómo sería su vivienda deseada, menciona su cuarto de trabajo, del que dice que debería tener cinco mesas para trabajar: «Una de las mesas es para el trabajo que se realice en un momento dado; otra, contigua a la anterior, para los libros de consulta que se utilicen; otra, muy amplia, para manuscritos o pruebas que esperan su turno; otra debe permanecer vacía para una eventualidad; y la quinta es la mesa cartográfica, que cruje bajo un cúmulo de mapas y cartas a gran escala». Hay también, al final, una relación de «esos libros eternos que nunca... Leer más
Después de Viajar y de Escribir, recopilaciones de textos de Stevenson sobre viajes y sobre literatura, la editorial Páginas de Espuma ha publicado ahora un tercer volumen titulado Vivir. Ensayos personales y biográficos. Se presentan distribuidos en tres bloques titulados «La vida», «Las personas», «Los recuerdos». En ellos, del mismo modo que cuando habla sobre literatura Stevenson escribe siempre sobre la vida, cuando habla sobre la vida no deja de hacer referencias literarias: tal vez abundan, más que otras, las que hace a Samuel Johnson, John Bunyan, Shakespeare y Walter Scott, pero no faltan otras a los autores más populares de su tiempo. Los seguidores de Stevenson encontrarán aquí comentarios de tipo general, que responden a sus... Leer más
El ladrón de cadáveres es un relato que Stevenson escribió a partir de personajes reales. Cuando el doctor Wolfe MacFarlane entra en una taberna es reconocido por un viejo compañero y rival llamado Fettes, a quien se describirá como un ser «frío, egoísta y superficial hasta extremos insospechados», y que «tenía ese mínimo de prudencia, mal llamado moralidad, que aleja a la gente de las borracheras inconvenientes y de los crímenes punibles». El narrador indica que ambos habían sido alumnos del profesor de anatomía Robert Knox y que, juntos, se habían encargado de conseguirle cadáveres pagando para eso a tipos que se hacían con ellos. Entonces se recuerda lo sucedido tiempo atrás: en una ocasión en la que Fettes identificó el cuerpo de una... Leer más
En la edición que cito abajo, que contiene todos los relatos cortos de Stevenson, hay un apartado con el título de Relatos sueltos en el que se agrupan estos cuatro: Una vieja canción (An Old Song, 1875); Historia de una mentira (The Story of a Lie, 1879); El ladrón de cadáveres (The Body Snatcher, 1884); Las desventuras de John Nicholson (The Misadventures of John Nicholson: A Christmas Story, 1887). Salvo El ladrón de cadáveres, los otros textos tienen en común que tratan de las relaciones entre padres e hijos, aunque a veces sean padres adoptivos, o tíos y sobrinos. La primera y la última tienen rasgos argumentales de El hijo pródigo: hijo que huye y finalmente vuelve. Al menos parcialmente, igual que en novelas como El Weir de Hermiston, quien conozca la biografía del... Leer más
St. Ives. Las aventuras de un preso francés en Inglaterra, fue una novela que Stevenson había dictado a su hijastra, Mrs. Strong, pero que dejó sin terminar. Sir Arthur Quiller-Couch, poeta, novelista y crítico, la completó de acuerdo con las notas que había dejado Stevenson desde el capítulo XXXI al XXXVI, imprimiéndole algo más de rapidez al relato. Un oficial francés del ejército de Napoléon, Jacques St. Ives, está en prisión en el castillo de Edimburgo. Allí es conocido como Champdivers, nombre que le viene de la familia de su madre. Averigua que un tío abuelo desea hacerle heredero a él en vez de a su primo Alain. Entabla relación con Flora Gilchrist, una joven que visita a los prisioneros franceses. Con motivo de un duelo en prisión, Ives mata a un hombre.... Leer más
Fábulas contiene veinte relatos cortitos, algunos con un punto de humor negro, casi todos irónicos, que Stevenson comenzó a escribir hacia 1887 —aunque algunos los había redactado hacia 1870— y que se publicaron en 1896, dos años después de su muerte. Las dos últimas, en la edición que cito, se descubrieron muchos años después. Son: Los personajes del relato (The persons of the tale), El hundimiento del buque (The sinking ship), Las dos cerillas (The two matches), El enfermo y el bombero (The sick man and the fireman), El diablo y el posadero (The devil and the innkeeper), El penitente (The penitent), El ungüento amarillo (The yellow paint), La casa de Eld (The house of Eld), Los cuatro reformistas (The four reformers), El hombre y su amigo (The man and his friend), El... Leer más
El Weir de Hermiston es una novela sin terminar que algunos consideran la mejor obra de Stevenson, un comentario excesivo pero basado en la madurez como escritor que tenía Stevenson entonces; en que su argumento estaba completamente centrado en los ambientes que más conocía y a los que pertenecían sus mejores novelas; en que prometía tratar el tema de las relaciones entre un padre rígido y recto con un hijo romántico y bondadoso que tanto le interesaba; y en el que deseaba también abordar una relación amorosa como había hecho ya, y con acierto, en Catriona. Se ambienta en Edimburgo en la época de las guerras napoleónicas. El protagonista es Archie Weir, un joven de clase alta que no se lleva nada bien con su padre, un admirado y extraordinariamente inflexible juez. A la... Leer más
Lloyd Osbourne preparó los tres capítulos iniciales de Bajamar y se los enseñó a Stevenson. Le gustaron pero, por distintas razones, el manuscrito estuvo varios años parado hasta que, estando Graham Balfour en Samoa, leyó el manuscrito y lo elogió. Así lo que los autores volvieron a trabajar en él y prepararon la novela: Lloyd Osbourne la considera la más importante de sus colaboraciones con Stevenson. Lo cierto es que se trata de una novela que provoca división de opiniones: unos la consideran una obra excepcional y a otros les parece un relato menor y descompensado. La razón para lo segundo está en la falta de credibilidad, o en lo excesivo, del personaje que acaba dominando por completo el relato. Pero también ese punto es una razón para los elogios de algunos: la... Leer más
Los Cuentos de las noches en las islas, los primeros relatos que Stevenson escribió en Samoa y que le dieron fama entre sus habitantes, fueron: La playa de Falesá (The Beach of Falesá, 1892), El diablo de la botella (The Bottle Imp, 1891), La Isla de las Voces (The Isle of Voices, 1893). Todos ellos tratan, de distintos modos, de la codicia humana. Son menos felices, en su ejecución y en su tono, que otros del autor. Tienen unos aires algo sombríos, el humor que destilan es algo amargo, sus desenlaces tampoco son alegres. Una parte de la explicación, decía Chesterton, la dio el mismo Stevenson al señalar que los Mares del Sur son «un océano grande, pero un mundo pequeño». Otra tiene que ver, seguramente, con las consecuencias de la maldad humana que vio en esos países, muchas... Leer más
Los traficantes de naufragios fue la segunda novela que Lloyd Osbourne y Stevenson firmaron juntos pero, a diferencia de Aventuras de un cadáver, fue planeada y realizada por los dos. Primero discutieron cada capítulo antes de ponerlo por escrito, luego Lloyd Osbourne hizo una primera redacción, y Stevenson la corrigió a continuación. Pero, aunque Stevenson controló más el proceso constructivo, no fue un libro conseguido: Chesterton decía que se trata de «un libro que muchos llamarían un fracaso y que nadie llamaría un impecable acierto artístico, y menos que nadie el artista», pues tiene algo de un «álbum de recortes». El mismo Stevenson confesó que, a lo largo de los dos años que duró la confección de la historia, había perdido un poco su hilo. El epílogo de la... Leer más
El señor de Ballantrae fue el libro que más tardó Stevenson en concebir del todo y en escribir: desde 1881 hasta 1889. Es un relato intenso, de un romanticismo un tanto trágico, con varios tramos bien diferenciados y algunos giros un tanto forzados. La narración corre a cargo de Ephraim Mackellar, administrador de los Durrisdeer, que de vez en cuando recurrirá a cartas o a narraciones de otros para completar su historia. Su núcleo es el prolongado conflicto entre dos hermanos, James Durie (el Master de Ballantrae) y Henry Durie, el menor. Todo comienza con motivo de la revolución jacobita de 1745: los hermanos echan a suertes quien se unirá a los rebeldes y quién permanecerá fiel al rey Jorge, de modo que las propiedades permanezcan en poder de la familia sea cual sea el... Leer más
Aventuras de un cadáver fue la primera novela que firmaron juntos Stevenson y su hijastro Lloyd Osbourne: este hizo un borrador y, para su alegría, Stevenson se ofreció a revisarlo. Es un relato no muy afortunado de desventuras cómicas aunque no faltan en él momentos conseguidos. Dos hermanos, Morris y John, son los beneficiarios de una tontina (una clase de fondo de inversión que había en el pasado, que se había de repartir entre los beneficiarios en una fecha fijada de antemano). Cuando tienen la noticia de que su tío Joseph Finsbury, propietario de un negocio arruinado, ha fallecido en un accidente ferroviario, ven que sólo podrán cobrar aquel fondo si ocultan su muerte a otras personas de la familia. Así que deciden facturar a su casa de Londres el ataúd de su tío y... Leer más
Los dos últimos relatos de Stevenson contenidos en Los juerguistas y otros cuentos y fábulas son Olalla y El tesoro de Franchard. Se podría decir que ambos ponen de manifiesto las barreras que tenemos para comprender de verdad a los demás. El narrador de Olalla es un soldado inglés sin nombre que se recobra de sus enfermedades en España y reside un tiempo de su convalecencia con una familia de orígenes nobles compuesta por la madre, un hijo llamado Felipe, y una hija de nombre Olalla. El narrador considera un tanto estúpidos a la madre y al hijo, aunque se siente a gusto en su compañía y, al principio, que no ve a Olalla, los días transcurren, dice, como «un desierto de horas vacías». Pero todo cambia cuando conoce a la chica y ambos se enamoran. El comportamiento... Leer más
Otros dos relatos más de Stevenson contenidos en Los juerguistas y otros cuentos y fábulas son Markheim y Janet la contrahecha. Markheim es un tipo que desea comprar un regalo para la mujer con la que se va a casar. Pero cuando el anticuario le ofrece un espejo siente temor: un espejo es «un maldito recordatorio de los años, los pecados y las locuras, ¡una conciencia de mano!». El vendedor le urge a tomarlo o dejarlo pero Markheim le pide que le ofrezca otros objetos y entonces lo apuñala por la espalda. Intenta ocultar su crimen pero llega un visitante que, con un amable «¿me llamaba?», entra en la habitación y se pone a charlar con él. Cuando Markheim le pregunta si es el demonio, él responde «lo que yo pueda ser no afecta a la ayuda que pretendo prestarle». Relato... Leer más
Los juerguistas y otros cuentos y fábulas fue un volumen con varios relatos que Stevenson había publicado antes en revistas. Los dos primeros son Los juerguistas y Will el del molino. Los juerguistas son unas rocas graníticas de una isla ficticia de la costa escocesa, llamadas así por el ruido del mar cuando bate contra ellas. El narrador, un joven llamado Charles Darnaway, vuelve a esa isla dispuesto a proponerle matrimonio a su prima Mary y con deseos de averiguar algo del tesoro de un barco de la Armada Invencible que se hundió allí. Pero su tío Gordon, el padre de Mary, es un personaje inquietante: no da respuestas claras y Charles descubre que es alcohólico. Además, la decoración de su casa es curiosamente rica y el comportamiento de Rorie, su criado, es elusivo. Luego,... Leer más
El dinamitero es una novela de Stevenson que se puede considerar una secuela de la primera parte de Las nuevas mil y una noches pues el héroe de los relatos de aquel libro aparece de nuevo aquí. Sin embargo, el conjunto es algo confuso y no tiene ni de lejos la cohesión que tenía El Club de los Suicidas pues esta vez son varios amigos lanzados a distintas aventuras y Florizel no deja de ser una figura un tanto decorativa en el comienzo y en el final. En Londres, hacia 1880, tres hombres un tanto aburridos deciden emprender cada uno su aventura. Uno ha de lidiar con unos mormones vengativos de Utah, otro con unos practicantes de vudú cubanos, y otro con un líder anarquista llamado Cero. Además, una misteriosa mujer va reapareciendo en distintos lugares y momentos. Uno de los... Leer más
Las aventuras y desventuras del príncipe Otto fue un relato que a Stevenson le costó mucho trabajo, pues la dificultad que tenía para representar a las mujeres de modo creíble y realista en este caso fue mayor debido a la personalidad de la intrigante condesa Von Rosen. Lo empezó cuando vivía en California, lo retomó en 1883 cuando estaba en Francia, y lo publicó por fin en 1885. Según indica en sus memorias Lloyd Osbourne, algunos capítulos fueron escritos al menos siete veces y, tal vez por eso, después de El Master de Ballantrae, era la novela predilecta del autor. Es una trama ligera e idealizada de amores e intrigas palaciegas en la que, según recuerda Fernando Savater en el prólogo, se inspiró Hergé para su aventura El cetro de Ottokar. En el reino centroeuropeo de... Leer más
La segunda parte de Las nuevas mil y una noches, de Stevenson, la componen varios relatos cortos independientes entre sí: El pabellón de las dunas (The Pavilion on the Links, 1880), La puerta del señor de Malétroit (The Sire de Malétroit´s Door, 1877), Un sitio donde pasar la noche (A Lodging for the Night, 1877), La Providencia y la guitarra (Providence and the Guitar, 1878). Uno se desarrolla en Escocia, El pabellón de las dunas, y tres en Francia, en París Un sitio donde pasar la noche y en lugares indeterminados La puerta del señor de Malétroit y La Providencia y la guitarra. Un elemento común a los cuatro es que cuentan choques entre personas de distintos caracteres y que se desarrollan principalmente de noche. El pabellón de las dunas es un relato de corte romántico... Leer más
Las nuevas mil y una noches fue el primer libro de ficción publicado por Stevenson. En él reunió varios relatos cortos que habían salido en revistas entre 1877 y 1880. La primera parte está formada por El Club de los Suicidas (The Suicide Club, 1878) y El diamante del rajá (The Rajah´s Diamond, 1878) que, a su vez, contienen varios incidentes protagonizados por el príncipe Florizel que van enlazados como si todos procedieran de un único autor árabe. No se puede decir que Florizel sea un primer Sherlock Holmes pero, aparte de que lo preceda, si hay un cierto parecido entre la ciudad de Londres en la que se mueve Florizel y el Londres de Holmes. El Club de los Suicidas contiene «Historia del joven de los pasteles de crema» (Story of the Young Man with the Cream Tarts),... Leer más
Afirman los biógrafos de Stevenson que hay un momento en su vida en el que decide volver a las novelas juveniles que a él le hicieron disfrutar tanto cuando era niño. En una carta escrita desde los Estados Unidos, en 1880, dice que, cuando pasamos por momentos críticos —y aquellos años habían estado para él llenos de dificultades— lo que deseamos son historias con incidentes, interés y acción, como las de Dumas o de Walter Scott. Esa carta tiene un poco el tono de un manifiesto que, sin él saberlo, anuncia sus obras inmediatas —La isla del tesoro, La flecha negra, Jardín de versos para niños, Secuestrado, etc.—, que serán las más populares de su producción y, en muchos sentidos, las mejores. Tiene también los rasgos de una fuerte declaración de... Leer más
Tiempo atrás comenté la biografía de Stevenson escrita por Chesterton. Vuelvo ahora, en dos notas, a las penetrantes observaciones que figuran en ella y que ponen como un marco explicativo al interés y el atractivo que tiene la obra de Stevenson. Allí decía cómo, tal vez pensando en sus propias experiencias personales, Chesterton explica el modo de ser de Stevenson a partir, primero, del hecho psicológico, comprobado por muchos testimonios, «de que el niño experimenta goces que resplandecen como joyas en el recuerdo»; y, después, como consecuencia de la necesidad que sentía de huir del asfixiante cinismo de muchos hombres y artistas de su tiempo pues se veía como «un preso mientras se le conducía encadenado de la cárcel del puritanismo a la cárcel del... Leer más
Robert Louis Stevenson: A Biography, de Claire Harman, es una biografía extensa y documentada que, como corresponde a un libro reciente, aporta mucha y pormenorizada información. No he visto que añada consideraciones especialmente novedosas respecto a biografías previas y a otras más breves que se incluyen en ediciones de algunas novelas. Lógicamente sí da los detalles de la composición de sus obras: da datos de lo que significa cada una, de la recepción que tuvieron, de cómo influyeron en autores posteriores. Es un libro útil para saber cuál fue la vida familiar de Stevenson y para repasar sus publicaciones: primeros libros de viajes o sobre lugares que conocía; primeros ensayos y artículos de crítica literaria; entrada en la ficción con publicaciones por entregas;... Leer más
Para los interesados en Stevenson son importantes los trece capítulos cortos que su hijastro, Lloyd Osbourne, dedicó a contar su relación con él. Cada uno se sitúa en un lugar determinado y en un momento de la vida del autor y su padrastro. El título de cada texto indica la edad que tenía Stevenson entonces. El primero, cuando tenía 26 años, recuerda el día y las circunstancias en que Lloyd Osbourne, siendo un niño, le conoció. El penúltimo corresponde a cuando Stevenson tenía 43 y vivía en Vailima establemente. El último, titulado «La muerte de Stevenson», es más largo que los anteriores y narra los sucesos de ese día y el entierro en la cumbre de una montaña, como era su deseo. El autor muestra que Stevenson era una persona optimista y llena de buen... Leer más
Graham Balfour (1858-1929), primo de Stevenson, se propuso escribir una biografía suya y, también con ese fin, vivió en su casa de Samoa dos años. Al margen de que la obra que luego publicó estuviera un tanto condicionada por los deseos de la esposa de Stevenson, en ella da todos los datos ordenadamente —antepasados, relaciones familiares, amistades de juventud, matrimonio, viajes, publicaciones, etc.—, y hace observaciones que van al fondo del modo de ser y de trabajar de su biografiado. Habla de la influencia que tuvo en él su nodriza, Alison Cunningham, o Cummie; de la rigidez y honradez escrupulosa de su padre; del espíritu optimista de su madre que, dice, «poseía en el más alto grado esa disponibilidad para la alegría que ilumina la incomodidad y... Leer más
Hubo un momento en la vida de Stevenson, en los años finales de su primera estancia en Estados Unidos, en el que, de un modo un tanto desafiante frente a modos de actuar y de vivir que veía en su entorno, decidió cambiar sus obras de orientación y volver al mundo feliz de su infancia. En esa época escribió sus obras juveniles y de aventuras más destacadas y, también, Jardín de versos para niños, su primer libro de poemas, que dedicó a la que fuera su niñera. Hoy se considera uno de los libros clásicos de poesías para niños por más que, según cuenta en sus memorias su hijastro Lloyd Osbourne, la actitud de Stevenson hacia él era de indulgente indiferencia: consideraba que los poemas tenían encanto, sí, pero que eran insignificantes. Sin embargo, en ellos brilla una... Leer más
En la antología de sesenta y seis poemas de Stevenson titulada De vuelta del mar, preparada por Javier Marías, hay una breve introducción a la obra poética de Stevenson. Allí se indica que publicó cuatro libros de poesía durante su vida: Moral Emblems (1880), un panfleto con una tirada de noventa ejemplares; Jardín de versos para niños (1885), Underwoods (1887) —divididido en dos libros con poemas en inglés y en escocés—, y Ballads (1890). Un año después de su muerte se publicó Songs of Travel and Other Verses (1895), un libro que había dejado ya preparado y que es su mejor obra poética, y en 1918 se publicó New Poems and Variant Readings, que contenía ciento cuarenta y siete poesías. El antólogo explica sus elecciones en una nota introductoria.... Leer más
Como apunté al principio de estos comentarios, en sus ensayos literarios Stevenson apunta siempre hacia la vida misma y nunca se queda en consideraciones puramente librescas. Más de vez dijo que los los libros son «un pálido sustitutivo de la vida». También hacía un interesante paralelismo cuando afirmaba que «en literatura, como en nuestra conducta, nunca podemos esperar haber acertado completamente. Lo único que podemos hacer es asegurarnos lo más posible, y para ello sólo existe una regla: no hacer precipitadamente aquello que puede hacerse despacio». En una de sus cartas se reafirma en su decisión de no decir en sus obras una sola palabra en contra del esplendor de la vida y de aplaudir siempre cualidades como el valor, la veracidad, la... Leer más
En relación a los escritores, Stevenson admira mucho a su compatriota Walter Scott, al que califica como el rey de la novela. Indica sus cualidades y defectos —excelente en momentos románticos, descuidado y flojo en otros puntos, personajes escoceses buenos pero rasgos estereotipados en otros— y da una clave importante para comprenderlo: «del mismo modo que sus libros son un juego para el lector, eran un juego para él. Le gustaba evocar el ambiente de la novela, pero no tenía paciencia para describirlo. Era un gran soñador, alguien que tenía visiones pertinentes, hermosas y humorísticas, pero no un gran artista; no era, en el sentido valiente, un artista en absoluto. Se complacía a sí mismo y del mismo modo nos complace a nosotros. Los placeres del arte los... Leer más
En relación a las opiniones de Stevenson sobre libros concretos, en primer lugar escribió textos acerca de sus propias novelas: sobre la forma en que se le ocurrió la idea de algunas (por ejemplo, unas imágenes en sueños de las que brotó Jekyll y Hide); sobre la dificultad que tuvo para resolver algunas cuestiones (le resultó agobiante terminar El Master de Ballantrae); sobre su alegría al conseguir sus objetivos (por ejemplo, terminar su primera novela larga, que fue La isla del tesoro), etc. También hizo comentarios certeros a libros de otros. Así, dice que «uno de los muchos motivos por los que Robinson Crusoe goza de tanta popularidad entre los jóvenes es (…) que Crusoe siempre estaba improvisando y tenía, literalmente, que jugar a ejercer gran variedad... Leer más
Una posible separación de los ensayos de tipo literario de Stevenson es la que intenta el libro Escribir. Ensayos sobre Literatura: en él se agrupan algunos que tratan sobre «La escritura», otros sobre «Los libros», y otros sobre «Los escritores». Hay que decir, sin embargo, que no tratan sólo sobre cuestiones literarias pues las actitudes del escritor escocés sobre distintos aspectos de la vida salen a la luz una y otra vez. En relación a la escritura, entre los muchos comentarios que revelan la forma en la que comprendía su trabajo (varios ya citados en esta página tiempo atrás), se pueden destacar: «en todo relato hay una sola manera de mostrarse inteligente, y es siendo preciso»; el escritor «debe guardar silencio... Leer más
Otro grupo de relatos de viajes de Stevenson lo componen los que cuentan sus andanzas por distintas islas del Pacífico. En los mares del Sur es un libro con un descriptivo subtítulo: «Relato de experiencias y observaciones efectuadas en las islas Marquesas, Pomotú y Gilbert, durante dos cruceros realizados en las goletas Casco (1888) y Equator (1889)». Lo escribió Stevenson al final del viaje que cuenta, que duró dos años, pero tuvo que dejarlo sin terminar, en parte desanimado por la recepción que tuvieron algunos textos publicados en revistas, también por parte de su esposa y amigos, que deseaban relatos más ligeros y amables. Se acabó publicando poco después de su muerte. Da bastante idea de la mente imparcial y objetiva del autor el hecho de que no hiciera... Leer más
Un segundo tipo de los libros de viajes de Stevenson fueron los que, a continuación de los anteriores, contaban sus viajes a y dentro de los Estados Unidos. En El emigrante por gusto (o El emigrante amateur, en otras ediciones) contó las experiencias del viaje que hizo, en barco, desde Glasgow a Nueva York, y en A través de las praderas narró el viaje que, a continuación del anterior, hizo el mismo año 1889 desde Nueva York a California, en ferrocarril. Ambos fueron libros que se publicaron en 1883 en versión abreviada, pues el padre de Stevenson pagó para que se cortasen algunas cosas, y que salieron en 1894 en su versión íntegra. Es interesante señalar el enfoque de ambos libros: Stevenson habla de quienes, no como él, viajaban por necesidad y subraya la esperanza, y... Leer más
Una primera parte de las obras de viajes de Stevenson son las que se desarrollan en Europa. En Navegar tierra adentro cuenta el que fue su primer viaje fuera de Escocia, que tuvo lugar en 1876. Acompañado de un amigo, comenzó en Amberes y, a través de ríos y canales, llegó hasta París, donde conoció a la que sería su mujer, Fanny Osbourne. Fue la primera de las obras que publicó. El último capítulo, «De vuelta al mundo», después de hablar de su deseo de volver por fin al trabajo y a tratar con la gente que comprende su idioma y no con aquellos que le ven como una curiosidad, termina con una frase característica y citadísima de Stevenson: «Las más bellas aventuras no son aquellas cuya búsqueda emprendemos lejos». En Edimburgo, notas... Leer más
En semanas sucesivas voy a ir poniendo comentarios y reseñas sobre distintos libros de Stevenson. Como hace poco se ha publicado Viajar. Ensayos sobre viajes empiezo por los artículos y libros de viajes, que dan mucha idea de, por un lado, su talante humano y, por otro, de su continuo esfuerzo por convertirlo todo en escritura, y en escritura de calidad. En ellos se ve bien su espíritu observador, su interés en conocer a toda clase de personas, su sentido positivo ante los inconvenientes, su afabilidad y amabilidad en el trato sin distinción de clases… También se aprecia la precisión de su escritura, su capacidad para la descripción justa y para el dibujo de personajes de muy distinto tipo, su sentido de la oportunidad para contar una anécdota, etc. Y no faltan... Leer más