No había leído hasta hace pocas semanas La casa de los siete tejados, una de las primeras grandes novelas norteamericanas. Gran error, porque incluso es mejor que La letra escarlata, la novela más conocida de Nathaniel Hawthorne. En común tienen que las dos se sitúan en Nueva Inglaterra en el siglo XVIII y hablan del peso del pasado, pero si La letra escarlata retrata un mundo puritano asfixiante, La casa de los siete tejados se centra en un personaje alegre y vivaz cuya conducta rompe cualquier fatalismo y devuelve la alegría de vivir a quienes trata: en buena parte gracias a la joven Phoebe, la maldición que parece recaer sobre la casa que construyera el fundador de la familia Pyncheon termina deshaciéndose. Hawthorne se caracteriza por una gran intensidad en la penetración... Leer más
Chéjov es uno de los muy pocos escritores de los que me interesa todo, pues los personajes y los conflictos que narra siempre me parecen verdaderos. Por eso he leído con ganas y atención Cinco novelas cortas, historias todas ellas centradas en descubrimientos personales y giros vitales. En Una historia aburrida, un prestigioso catedrático de medicina que aguarda su muerte y no se siente comprendido por nadie, se da cuenta de que tampoco él comprende a quienes viven a su lado. En El duelo, Laievski, un funcionario quejoso en el Cáucaso, cansado de la mujer con la que vive y pensando sólo en escapar de la vida que lleva, cambia por completo después de ser desafiado a un duelo por un zoólogo darwinista llamado von Koren. En La sala número seis un médico de un psiquiátrico... Leer más
Al acabar En el café de la juventud perdida, repasé mis notas para comprobar cuántas obras de Patrick Modiano he leído a lo largo de los años: Una juventud (Une jeunesse, 1980), Tan buenos chicos (De si braves garçons, 1982), Los mundos de Catalina (Catherine Certitude, 1988) —novela publicada en una colección de literatura infantil—, El rincón de los niños (Vestiaire de l´enfance, 1989), Dora Bruder (1997), Las desconocidas (Des inconnues, 1999), Joyita (Le petite bijou, 2001). Es curioso porque todas me han gustado y al mismo tiempo se podría decir que «leída una, leídas todas»: todas tienen en común un estilo escueto, todas miran al pasado y tienen lugar en la Francia posterior a la segunda Guerra Mundial, todos y todas sus protagonistas son seres silenciosos... Leer más
La niña de los nueve dedos, de Laia Fábregas, es un estupendo debut literario. La narradora es una mujer que recuerda su infancia y juventud: para ella tienen particular importancia el trauma que siempre le supuso tener nueve dedos y la educación que sus padres, militantes comunistas, les proporcionaron, a ella y a su hermana, en los años finales del franquismo y primeros de la democracia. El hilo conductor tiene que ver con el origen de que le falte un dedo y con la costumbre misteriosa que tenían sus padres de no hacer nunca fotografías, aunque la narradora y su hermana saben que, a veces, sí hacían fotografías y desean encontrarlas. Lo mejor es el retrato del mundo interior de una niña tímida y de la forma en que la educación que recibió y los acontecimientos que vivió... Leer más
Habla con George, de Wesley Stace, me ha parecido una novela original, bien escrita y bien ensamblada. Es la segunda de su autor, un cantante y compositor de música moderna cuyo nombre es John Wesley Harding. En la primera parte un hilo narrativo sigue a George Fisher, un chico de once años en 1973 a quien envían interno a un colegio debido a que su madre Frankie, actriz, está de gira; George echa de menos, sobre todo, a su bisabuela, de 93 años, antigua ventrilocuista muy famosa conocida como Echo Ender. Otro hilo, situado varias décadas atrás, sigue las peripecias del hijo de Echo, Joe, también ventrilocuista, pero el narrador es George, el muñeco con el que actúa. En la segunda parte toma la palabra el primer George, ya un crecido adolescente dispuesto a descubrir y... Leer más
Se ha publicado recientemente Narciso Negro, de Rumer Godden, la autora de El río —un extraordinario relato de memorias de infancia—, y de Hijos del Jueves —una buena historia sobre un chico que quiere ser bailarín de danza, un subgénero popular en el mundo anglosajón—. Que yo sepa, en castellano no hay ahora disponibles más relatos de la autora. En su momento leí La mansión de porcelana, publicado en 1962, la historia de una mansión familiar inglesa; y The fairy doll, un relato de 1956 sobre una niña de la que burlan sus hermanos pero que adquiere seguridad gracias a una muñeca-hada. Narciso Negro, una oportunidad de que más lectores españoles conozcan a la autora, habla de unas monjas anglicanas enviadas a poner en marcha un convento en un viejo palacio situado en... Leer más
Después de El legado del rey Tsongor y El sol de los Scorta he leído con ganas Eldorado, de Laurent Gaudé. Me parece que, como novela, se queda bastante por debajo del nivel de las dos anteriores pero, en cualquier caso, me ha gustado leerla. En él se cuentan dos historias en paralelo. Una es la del comandante de barco Salvatore Piracci, que vigila las fronteras marítimas del sur de Italia desde hace más de veinte años y, con frecuencia, recoge inmigrantes que llegan en penosas condiciones: varios incidentes le hacen replantearse su vida. Otra, contada en primera persona y con frases muy cortas, es la de Soleimán, un chico sudanés que comienza con su hermano una larga expedición hacia las costas de Libia para poder pasarse a Europa: en ella experimenta lo que pueden hacer los... Leer más
Lo he pasado bien leyendo La pesca del salmón en Yemen, de Paul Torday, una historia que gira en torno al deseo visionario de un jeque yemení de introducir el salmón en los ríos de Yemen. Es excelente la construcción del relato, a base de correos electrónicos, diarios, memorandos, etc., que consigue ir convenciendo tanto al protagonista como al lector de que, bueno, el asunto tal vez no sea tan demencial... La historia principal está bien anudada con el retrato de la penosa vida familiar del protagonista y el incordiante hociqueo de los políticos en el asunto. Este último aspecto me ha recordado los memorables relatos de Jonathan Lynn y Anthony Jay, basados en una serie previa de la BBC, que se titularon en castellano Sí, ministro, Sí, presidente y No, presidente. Que yo... Leer más
Aunque su ambición y su potencia no sean equiparables a El último legado del rey Tsongor, una verdadera bomba, El sol de los Scorta, de Laurent Gaudé, es una magnífica novela. El autor cuenta con ritmo e intensidad crecientes las andanzas de unos personajes vigorosos, el primer Scorta y sus hijos, cuyas vidas se desarrollan sobre un escenario y en un pueblo del sur de Italia que también tienen categoría de protagonistas. Con descripciones sobrias y lenguaje rico, mediante sucesivas escenas de aire teatral, se plantea el inevitable destino de los hombres de luchar y de volver a empezar una y otra vez, se habla de vidas en las que se da una inextricable unión de bondad y maldad, de cinismo y de buenas intenciones, y se presenta la fuerza de una unión familiar que se cultiva en las... Leer más
Me gusta el mundo propio, cordial y bienhumorado, de las tres novelas publicadas hasta el momento por Unai Elorriaga. Me caen bien sus extravagantes personajes adultos (que me recuerdan muchísimo a Sapo y Sepo, de Arnold Lobel), y me admira cómo el autor consigue que todo encaje con naturalidad, una naturalidad que parece laboriosamente trabajada frase a frase y párrafo a párrafo. La que me parece mejor es la última, Vredaman: su entramado de historias está más logrado y, sobre todo, la voz narrativa brilla especialmente cuando el narrador es un niño como Tomas (sin acento): «Nosotros vemos todos los colores. Por esto tenemos ropas de todos los colores. Igual habrá un color que no veamos, pero pocos. Un color o dos, pero todos los demás yo creo que sí los vemos. Por eso... Leer más
Aunque suelo hablar de libros buenos, de vez en cuando es útil poner algún ejemplo de libro patético, sobre todo si, como es el caso, a principios de febrero lleva ya 87 semanas en una de las listas de libros más vendidos del The New York Times (la de libros infantiles editados en rústica). Se trata de S.O.S., Hoot es el título inglés original, de Carl Hiaasen, una historia caricaturesca-cursi-hollywoodiense que, al menos desde mi punto de vista, tiene muchos aspectos que dan verdadera grima. El protagonista es Roy, un chico de doce años con un sentido de la ironía formidable; la chica con la que se alía es una futbolista que vence físicamente a cualquier chico (en el mercado norteamericano esto es básico y, bueno, ser hija de un antiguo jugador NBA también lo explica);... Leer más