Nueva edición de Saltamontes va de viaje, un libro de varios relatos cortos de Arnold Lobel, del que no había hablado aquí. Las pequeñas historias, que son como fábulas, tienen la composición, el estilo, y el talante habituales del autor. Saltamontes, un personaje amable, comprensivo y tolerante, que a cualquiera le cae bien, emprende un viaje y encuentra, en cada etapa, a seres que tienen modos distintos al suyo de afrontar la vida. «El Club»: unos escarabajos que dicen a todos que LA MAÑANA ES LO MEJOR; cuando Saltamontes se une a sus alabanzas a la mañana, se ponen felices, cuando dice que también le gusta la tarde y la noche los escarabajos se marchan. «Una casa nueva»: Saltamontes da un mordisco a una manzana con un gusano dentro, que se enfada; además la manzana... Leer más
Por motivos de importancia histórica, porque sus lecciones siguen vigentes, y porque es una lectura muy amena, es recomendable la nueva y modernizada edición del Calila y Dimna, a cargo de José María... Leer más
Ya que hablé ayer de una fábula demasiado adornada es hoy un buen momento para citar El libro de oro de las fábulas, una selección de veinte fábulas clásicas recontadas por Verónica Uribe, un libro que puede servir para que muchos niños tengan un primer acercamiento a esas historias. Entre otras, a «La lechera», «El pastor de ovejas y el lobo», «El hombre, su hijo y el burro», «La zorra y las uvas», etc. Cada una está ilustrada con una imagen grande de presentación y otra más pequeña. El tono es amable y, al final, hay una explicación breve del origen de las fábulas. Selección y versiones de Verónica Uribe. El libro de oro de las fábulas (2004). Barcelona: Ekaré, 2014, 2ª ed.; 126 pp.; col. Primeras lecturas; ilust. de Constanza Bravo; ISBN:... Leer más
Un enorme depósito de argumentos para preparar álbumes ilustrados son las fábulas. Un ejemplo está en la versión de La tortuga y la liebre que hace unos años firmaron Alison Jay y Caroline Repchuk y titularon La... Leer más
Si alguien quiere un libro con una buena selección de fábulas una buena opción es El libro de las fábulas, una recopilación de 64 historias de este tipo, todas con animales como protagonistas. Los editores han elegido las más populares —de Esopo, Fedro, La Fontaine, etc.— y han incluido algunas que proceden de ámbitos no europeos. Todas son adaptaciones libres, construidas dando valor al interés narrativo, y respetando el sentido original. Es un acierto que sea un gran experto en ilustraciones de animales como Emilio Urberuaga el encargado de poner imágenes al libro, una al comienzo y otra al final de cada relato. El libro de las fábulas (2010). Barcelona: Combel, 2010; 158 pp.; recopilación de Albert Jané y adaptación de Concha Cardeñoso Sáenz de Miera; ilust. de... Leer más
Siguiendo con lo de ayer —con las polémicas de las últimas décadas acerca de la conveniencia o inconveniencia de algunos relatos del pasado—, unos cuentos norteamericanos del siglo XIX: los de Uncle Remus, de Joel Chandler Harris. Han sido muy criticados en las últimas décadas (como dice Gómez Dávila hay progresistas que recorren las literaturas «como el puritano las catedrales, martillo en mano»), aunque fueron saludados en su momento como un gran paso por los folcloristas, y fueron también literariamente muy influyentes. Son relatos de animales humanizados, unos que son pícaros astutos que saben salirse siempre con la suya y otros que acaban siempre siendo sus víctimas, unas víctimas nada inocentes. Están disponibles en la red pero advierto que su inglés dialectal... Leer más
Hay dos formas básicas de contar una historia con animales humanizados. Una, la de las fábulas, donde los animales se comportan conforme a lo que básicamente parecen: el zorro es astuto, la serpiente sinuosa, la liebre atolondrada y el gallo un cantamañanas, por ejemplo. Otra, que pudo nacer y crecer en un mundo urbano donde muchos niños ya no estaban familiarizados con el mundo animal real, es la que ahora identificamos sobre todo con el mundo Disney, donde los elefantes vuelan, los osos son delicados, los grillos discretos y los cocodrilos afectuosos. Parte de los problemas de confección de algunas historias proceden de mezclar indebidamente los dos registros o, por parte del lector o espectador, algunas dificultades de recepción proceden de aplicar uno cuando debíamos usar el... Leer más
No conozco libros publicados en España del colombiano Rafael Pombo y la edición de Fábulas y verdades que leí hace tiempo, a través del préstamo interbibliotecario, era muy antigua. Pero, ahora, se pueden leer poemas suyos en la... Leer más
Por terminar con la serie de libros que contienen fábulas, se puede recordar el libro titulado justamente así, Fábulas, y firmado por Arnold Lobel, uno de los grandes escritores del siglo XX para primeros lectores. Aunque los libros más conocidos de Lobel son los de su serie de Sapo y Sepo, estas fábulas son también excelentes y demuestran que hoy, como siempre, ningún buen escrior teme a las moralejas... Leer más
Del decimonónico Juan Eugenio de Hartzenbusch se puede recordar la fábula del camello que le dijo al dromedario: «—Comparado contigo, / ¡cuánto más valgo! / —No cabe duda: / yo tengo dos jorobas; / tú tienes una». Ilustra bien, creo yo, las actitudes de los políticos que replican con un «pues yo más». Imagino a veces lo bien que nos lo pasaríamos con un parlamentario que supiera replicar con fábulas oportunas y en su momento dijera, por ejemplo, citando a Iriarte, «cuando en las obras del sabio / No encuentra defectos, / Contra la persona cargos / Suele hacer el necio». Pero quizá el talante de partido, nosotros somos los buenos y ellos son los malos, lo haga imposible: hay modos de pensar que son... Leer más
El otro fabulista español, contemporáneo de Iriarte, es Félix María de Samaniego, cuyas Fábulas tomaban prestados muchos argumentos de La Fontaine y cuyo talante indicaba él mismo con un «me valgo de los animales para instruir a los hombres». Sus pequeñas historias tienen gracia y en ellas no faltan ni las orientaciones guiadas por la búsqueda del propio interés ni otras con referencias más altas: «Si haces lo que estuviere de tu parte, / pide al cielo favor; ha de... Leer más
Diferentes a las fábulas del pasado por su originalidad temática fueron las Fábulas literarias del canario Tomás de Iriarte, todas referidas al oficio de las letras de un modo u otro. Destacan también por su riqueza métrica, que le han valido a su autor el calificativo de ser el poeta español más completo hasta el XIX. He aquí un ejemplo de su punzante ironía: «Trabajando un gusano su capullo, La araña, que tejía a toda prisa, De esta suerte le habló con falsa risa, Muy propia de su orgullo: "¿Qué dice de mi tela el seor gusano? Esta mañana la empecé temprano, Y ya estará acabada al mediodía. ¡Mire qué sutil es, mire qué bella!..." El gusano, con sorna, respondía: "¡Usted tiene razón; así sale... Leer más
En cuanto a calidad literaria las mejores fábulas son las de La Fontaine, el autor que regeneró el género al elaborar sus argumentos con versos de calidad. Con iguales deseos que sus antecesores de transmitir enseñanzas morales, de presentar lo amargo envuelto en dulce, son los suyos unos consejos relativistas donde se mezclan orientaciones para llevarse bien con los poderosos con magníficas lecciones, por ejemplo acerca del valor de la amistad. Desde un punto de vista formal, comparándolo con sus contemporáneos, en un Diccionario de la literatura se dice que La Fontaine «a todos aventaja en gracia, en elegancia, en intención, en fluidez versificadora y en auténtica... Leer más
Si las primeras fábulas las escribió el griego Esopo, un personaje que nadie sabe bien quién fue, su popularizador en el mundo romano fue un escritor del siglo I llamado Fedro, que publicó varios libros con fábulas en la misma tradición esópica de «instruir deleitando». Su estilo plano no es muy lucido pero es interesante conocer sus mini-historias para descubrir de dónde salen no pocos argumentos de los libros... Leer más
Es un hecho que muchas fábulas son relatos imperecederos que gustan siempre a todos y que vale la pena contar y transmitir una y otra vez. Para que los niños los conozcan a veces resulta útil ofrecérselos en ediciones vistosas, como es el caso de Las mejores fábulas de Esopo, doce relatos con ilustraciones y diseño de la inglesa Helen Ward editados por Parramón. Muchos lectores, sin embargo, preferirán una edición de Juventud titulada Fábulas de Esopo, por un lado porque contiene no doce sino cincuenta y tres fábulas y, por otro, incluye grandes ilustraciones clásicas de veintinueve artistas. Pero hay más ediciones, algunas con centenares de fábulas, de Esopo y de otros fabulistas, de los que iré hablando en semanas... Leer más