De viaje, de Raúl Ortiz y NiñoCactus, es un buen álbum para compartir y pasar un buen rato con lectores pequeños. En cada doble página se muestran de viaje a distintos animales y se reproducen los ruidos de, digamos, el vehículo correspondiente. Las tres primeras dicen: «Primero vemos al asno sonriente y caminando, ¿y cómo hace? Después gallina y mofeta montadas en bicicleta, ¿y cómo hace? El buho y el alimoche viajan de noche y en coche, ¿y cómo hace?», etc. Por lo que veremos, todos ellos se dirigen a una fiesta, con la que terminará el libro. Las ilustraciones presentan de modo sintético a los animales y vehículos, son simpáticas y están bien compuestas. Está bien el detalle de que en las guardas, con las que comienza y termina el relato, vemos a un caracol en una... Leer más
¡En el parque!, de Ingela P. Arrhenius, es un librito pop-up alegre y eficaz. Muestra quince escenas de vida urbana (cafetería, paseando al perro…), o de juegos (cometa, corredora…), o diversiones (tío vivo, balancín…)… Como es habitual en la autora, está bien confeccionado, con su estilo de representar figuras y objetos con formas simplificadas y reconocibles, y con objetivos bien definidos de atraer al lector y fijar su atención. Ingela P. Arrhenius. ¡En el parque!: pop-up (Au parc, 2019). Barcelona: Combel, 2019; 30 pp.; con la colaboración de David Hawcock; ISBN: 978-84-9101-439-3.... Leer más
Entre los libros infantiles hay muchos cuyas pretensiones no son pasar a la historia sino mucho más modestas: hacer que los lectores pequeños lo pasen bien, ayudarles a convertir una minicontrariedad en un reto, proponer a los adultos lecturas compartidas con los niños que pueden ser «dramatizadas» para volverlas más atractivas y divertidas, proponer un relato que abra nuevas posibilidades de ser prolongado… Es el caso de Si te pica un mosquito, de Christian Inaraja y Jordi Gastó: unas instrucciones elementales, que habrá que comprobar si son o no eficaces, con cosas que puedes hacer si te pica un mosquito. El texto está compuesto por pareados elementales, cada uno en una página, que van debajo de imágenes de un protagonista con aires de Pinocho haciendo lo que se dice:... Leer más
La fiesta y otras historias, de Sergio Ruzzier, es un cómic para primeros lectores que contiene tres excelentes historias protagonizadas por el zorro Fox, que demuestra una y otra vez su paciencia con el pequeño y a primera vista inocente Chick: en la primera historia, «La fiesta», con sus travesuras y sus disculpas; en la segunda, «Qué sopa más rica», con su insistencia; en la tercera, «No te muevas», con su incapacidad de quedarse quieto. La narración, estructurada casi siempre con cuatro viñetas por página, presenta situaciones de la vida cotidiana con simpatía gráfica y amabilidad inalterable, digamos que con un humor, al modo de los relatos de Arnold Lobel, que pueden disfrutar lectores de cualquier edad. Sergio Ruzzier. Fox + Chic. La fiesta y otras historias (Foz... Leer más
El señor Búho, de Jacqui Lee y Libby Walden, es un álbum divertido e interactivo, digamos que a lo Hervé Tullet en Un libro. Tanto el señor Búho como los demás seres del bosque con los que se relaciona son personajes graciosos. El texto se dirige al lector haciéndole propuestas: «¡Da tres palmadas para apagar el sol!» (pues, si no, el Búho no se despierta); «Inclina el libro para que el señor Búho se acerque a charlar con doña Polilla» (pues el Búho está en un extremo de una rama y la Polilla en el otro)… Los fondos son negros, como corresponde a la vida que lleva el personaje. Hay páginas cortadas que, al pasarlas, dan lugar a nuevas escenas en la misma doble página. Jacqui Lee. El señor Búho (This is Owl, 2019). Texto de Libby Walden. Madrid: Bruño, 2019; 42... Leer más
El título y la dedicatoria de Pequeño botón, de Lucía Cobo y Paula Merlán, «a todos aquellos que se sienten pequeñitos y todavía no han descubierto lo grandes que son», anuncia un álbum de los que desean reafirmar el valor de cada uno con independencia del tamaño. De Tejón, el sastre de los animales, se nos dice que le gustaban especialmente los botones y los tenía de todas clases, «atesorados en un viejo costurero»; y, entre ellos, Pequeño Botón era el más chiquitín; un día se queda olvidado y teme que ya nunca se cumpla su sueño de ocupar un lugar en alguno de los trajes que hace Tejón. El álbum está bien construido, son amables y expresivas las caras sonrientes de los animales y los objetos, y su ambientación gustará mucho, en especial, a quienes atraiga la... Leer más
Después de Juego de letras, otros dos muy buenos álbumes para prelectores: Animales y Frutas, con ilustraciones claras y amables de Oscar Villán y textos sencillos y eficaces de Antonio Rubio. En la primera doble página de Animales vemos y leemos «Caracol caracol cocodrilo» y en la siguiente «tortuga elefante pingüino»… La misma estructura se repite dos veces más, con los caracoles y el cocodrilo parece que persiguiendo a los demás animales... En cada doble página de Frutas vemos una fruta y su árbol acompañadas por un octosílabo elemental y sonoro. De los dos cuartetos el primero dice: «La manzana / en el manzano; la cereza / en el cerezo; la castaña / en el castaño; las frutas / en el frutero». Oscar Villán. Animales (2019). Textos de Antonio Rubio.... Leer más
El joven guerrero, de Gusti y Ricardo Alcántara, es un álbum para pequeños semejante a El pirata valiente. Como allí, Juanito aparece transformado en indio: «Cara pintada es un joven guerrero / de la tribu de los tero-tero. / En la aldea no hay otro como él, / y eso lo saben hasta en el cuartel» Con versos divertidos y sonoros, y con ilustraciones ágiles de trazos sueltos y vivos, los autores saben mostrar bien la inmensa capacidad de la imaginación de un niño para transformar los objetos que tiene a su alcance. Se podría incluir este álbum en un numeroso grupo con un elemento común: la presencia cercana y la intervención final de la madre como condiciones del juego. Gusti. El joven guerrero (1993). Texto de Ricardo Alcántara. Pontevedra: Kalandraka, 2019; 14 pp. en... Leer más
No tengas miedo, cangrejita, de Chris Haughton, es un álbum más de los muchos que se componen para despejar temores en los niños. En este caso vemos cómo Papá Cangrejo, poco a poco y con gran paciencia y amabilidad, va quitando miedos a Cangrejita en su camino por las rocas durante una excursión al mar. Como es habitual en el ilustrador, los personajes se presentan con unas figuras simplificadas, como reducidas a las formas más básicas, y también los fondos y los textos están reducidos al mínimo. Chris Haughton. No tengas miedo, cangrejita (Don’t Worry Little Crab, 2019). Madrid: NubeOcho, 2019; 48 pp.; col. Somos8; trad. de Salvador Figueirido y Luis Amavisca ; ISBN: 978-8417673192.... Leer más
Juego de letras es un excelente álbum-abecedario compuesto por Oscar Villán y Antonio Rubio. En cada página figura una letra debajo de la cual, después de levantar una solapa, se ve algún objeto que tiene la misma forma que la letra y tres pequeños versos que lo presentan: «Con una A / la tienda de los indios / abierta está»; «Con una B / la mariposa vuela, / no sé por qué»; «Con una C / la luna desde el cielo, / le sonríe a usted»; «Con una D / la raja de sandía / ¡qué dulce es!»... Como corresponde a su contenido y a sus lectores naturales (un punto que hoy no es nada obvio), el álbum es muy legible: las ilustraciones son fáciles de reconocer, los textos van sobre fondo blanco, son divertidos los juegos que se proponen con los sonidos y las imágenes y es fácil... Leer más
Tengo amigos con verdadero talento para contar relatos a sus hijos pequeños, y amigos con hijas que tienen unas extraordinarias dotes para el dibujo. Con ellos he hablado a veces, con poco éxito, de que deberían animarse a transformar esas historias y esos dibujos en álbumes y darlos a conocer... Por eso me ha alegrado encontrar un álbum con esos orígenes y ese espíritu: El elefante Romualdo, un álbum confeccionado por Daniel Castillejo Pons a partir de dibujos de su hija Marina. En él se nos cuenta que el protagonista vive en una selva con flores de distintos colores y frutas de distinta clase, y que tiene amigos como el Oso Primoroso, la Gallina Catalina, la Jirafa Buenaza y el León Manolón, y un enemigo, el Cocodrilo Leopoldo. El relato está bien contado, en él se añaden... Leer más
Como el álbum navideño de Robert Sabuda, o el de Jan Pieńkowski, el de Dick Bruna titulado Navidad es un álbum sencillo y excelente: un buen ilustrador sabe que, ante un tema como este, lo mejor es no inventar nada sino proponer la historia de siempre con el talento gráfico que le es propio. Bruna coloca las palabras que cuentan el relato en las páginas izquierdas y, en las derechas, prescindiendo de todo lo accidental, coloca unos dibujos sintéticos y graciosos de pastores, ovejas, angelitos, el portal, Jesús, María, José, los magos… Y, aprovechando el tema, recomiendo repasar esta extensa selección de álbumes y de relatos sobre la Navidad a la que he incorporado este álbum y otros. Dick Bruna. Navidad (kerstmis, 1963). Madrid: Silonia, 2017; 28 pp.; trad. de... Leer más
He visto hace poco Siempre estoy en las nubes y Flowy, los dos primeros álbumes de una serie firmada por Chuwy y Gilberto Mariscal y protagonizada por una chica llamada Lucía. En el primero se presentan los juegos imaginativos de la heroína con las nubes. En el segundo le regalan una flor que debe cuidar. Son historias sencillas y amables sobre unos primeros aprendizajes, de las que transmiten simpatía y pueden ayudar a los lectores pequeños a descubrir el mundo. Los textos son sobrios y eficaces. Las ilustraciones están bien compuestas y alcanzan sus objetivos: la figura de Lucía es cercana y los entornos en los que se mueve son vistosos. Chuwy. Siempre estoy en las nubes (2015). Texto de Gilberto Mariscal. Createspace, 2015; 43 pp.; ISBN: 978-1516941858. Chuwy. Flowy (2015).... Leer más
El burrito verde, de Anuska Allepuz, es —como por ejemplo Los problemas de Jirafa— otro de esos álbumes que, siendo claramente didácticos, gustan por su calidad gráfica, por lo bien que se cuentan las cosas, y por el acierto a la hora de plantear el «problema» y de transmitir el mensaje. El burrito protagonista nos dice que le encanta comer hierba y nada más, de modo que cuando su complaciente madre le propone otras posibilidades siempre se niega. Pero un día se sorprende cuando, al verse reflejado en un estanque, se ve completamente verde… y entonces prueba otras comidas. Son atractivos el gracioso protagonista y los ricos escenarios del bosque donde vive. Los textos son escuetos y resultan eficaces. Anuska Allepuz. El burrito verde (Little Green Donkey, 2019). Algemesí... Leer más
En el mundo de los álbumes para pequeños se intentan libros originales que no suelen ser divertidos para sus destinatarios, y se hacen libros divertidos que tienen poco de originales. Pero también los hay que cumplen las dos condiciones, como Niña gato agua pato y Niño huevo perro hueso, de Ellen Duthie y Daniela Martagón, dos álbumes frescos y resultones que no sabría comparar con otros editados en castellano. Aunque a priori diríamos que son para prelectores, los he compartido con unos amigos adultos que han disfrutado mucho con ellos e incluso han discutido sobre cuál es el mejor: unos preferían, con mucho, el primero, mientras otros apostaban, sin duda ninguna, por el segundo. En cada uno la sucesión de imágenes, con unas figuras sintéticas a lo Dick Bruna, va... Leer más
Rojo y verde, de Gabriel Gay, es un relato con una posible explicación imaginativa para un niño cuando, en medio de la ciudad, ve circular los coches según las indicaciones de los muñequitos rojos y verdes de los semáforos. El álbum muestra ilustraciones casi cuadradas, una por página, oscuras al principio, pues el momento en el que todo pasa es tardío. Se describe cuál es el trabajo de Rojo y cuál el de Verde, y qué ocurre cuando ambos discuten —pues Verde le dice a Rojo que no sea tan rígido y no le prohíba todo a todo el mundo—, se pelean, se distraen, un coche desorientado choca con el semáforo y Verde cae a la calle, y Rojo, por primera vez, abandona su puesto para ir a rescatar al confuso Verde. Una buena primera explicación acerca de que mandar y prohibir cosas... Leer más
¡Buu! es el primer y muy destacable álbum infantil de Ben Newman, el ilustrador de los libros informativos de AstroCat. Se cuentan varios episodios, cada uno en dos dobles páginas consecutivas: en la primera se presentan dos animales, el de la página izquierda dice que es el más valiente que existe y en la derecha vemos otro animal que asoma por detrás; este asusta y hace huir al primero en la siguiente doble página. Y la secuencia se repite a continuación con el animal triunfador, que cada vez es más grande según avanza la historia… Los dibujos y el colorido tienen la calidad y la espectacularidad de los álbumes informativos ya conocidos del autor. Una pega menor son las guardas, que aunque son excelentes en sí mismas, rompen el ritmo del álbum: las iniciales no tienen que... Leer más
De Esperamos a un bebé se subraya que es el primer álbum que compusieron juntos Helen Oxenbury y su marido John Burningham, pero no sé si colaboraron así más veces: a mí no me consta. El relato tiene la calidad gráfica de Oxenbury y la incisividad propia de Burningham. Los protagonistas son un niño y su madre: en una doble página el niño pregunta cosas a su madre sobre su futura hermana o hermano, y en la o las siguientes se imagina cosas que hará o querrá hacer en el futuro (y que con frecuencia teme o le desagradan). Esas cosas suelen aparecer en una sucesión de viñetas mudas donde se ve al bebé futuro feliz en medio de sus travesuras y del caos que desencadena. He visto que hay lectores a los que no les gusta la historia para dársela o leerla en alto a sus hijos pues... Leer más
Soy pequeñita, de la canadiense Qin Leng, es un buen álbum sobre relaciones entre hermanos. La protagonista empieza presentándose: «Yo soy Mimí... y soy muy pequeñita, totalmente mini». En las páginas sucesivas vemos que todos son más altos que ella, en casa, en la escuela, en la calle; también, que los pies le cuelgan de los asientos y que en la pastelería no alcanza a ver los pasteles del mostrador. En fin, todo eso le preocupa y no para de preguntarse cuándo crecerá. Por otro lado, sus amigas le hacen ver las ventajas de su tamaño: para jugar al escondite, para salir delante en las fotos, etc. Hasta que un día en su casa tiene una sorpresa y su forma de ver las cosas cambia. El planteamiento del relato y las escenas individuales son certeros y tienen gracia: tanto por... Leer más
Estamos aquí: notas para vivir en el planeta Tierra, de Oliver Jeffers, empieza con esta dedicatoria: «Para mi hijo, Harland. Este libro fue escrito durante tus primeros dos meses de vida mientras yo pensaba en ti e intentaba ver el sentido de todo esto. Esto es lo que creo que necesitas saber». Y, en las dobles páginas que componen el álbum, el autor da variadas explicaciones a su hijo y a cualquier lector pequeño, con abundantes frases bromistas que acompañan unos dibujos esbozados, típicos suyos, acerca de «nuestro sistema solar» y la tierra —«este planeta consiste básicamente en dos partes: Tierra (piedras, arena…), Mar (agua)—… Las guardas muestran el cielo estrellado y se titulan «Cómo orientarte siempre que te pierdas»: en las primeras muestra «aquí está... Leer más
Hay álbumes que, de modo sencillo, logran condensar y transmitir a los más pequeños importantes actitudes vitales. Es el caso de Gracias abejas, de la ilustradora Toni Yuly: empieza con un niño que abre las cortinas y aparece un sol radiante, las sucesivas dobles páginas muestran escenas muy sintéticas de la vida cotidiana del niño (un niño de campo podríamos pensar), con textos escuetos y repetitivos —«El sol nos da luz. Gracias, sol», «Las abejas nos dan miel. Gracias, abejas», «La oveja nos da lana. Gracias, oveja», «Las nubes nos dan lluvia. Gracias, nubes», «Los árboles nos dan madera. Gracias, árboles», «El campo nos da plantas. Gracias, campo», «La tierra nos da nuestro hogar. Gracias, tierra»—, y termina con el niño durmiendo de nuevo en su cama. En... Leer más
Otra historia bedtime del mismo grupo que la de ayer, aunque también se puede incluir entre las de relaciones de los niños con sus juguetes, es Buenas noches, Planeta, un álbum que, igual que otro cómic de Liniers del que hablé tiempo atrás, está inspirado en juegos de sus hijas. En él se cuentan las andanzas nocturnas de un peluche que, cuando su dueña se acuesta, se junta con Elliot, el perro-cachorro de la casa, para ir en busca de una galletita. Pero aparece un ratón que les propone ver la galletita más grande del mundo: y cuando salen afuera, el ratón les señala la luna. El encanto del relato no está tanto en el argumento como en algunas escenas graciosas concretas, y en que son magníficos los dibujos a tinta y acuarela y el desarrollo del relato, como podemos esperar... Leer más
Dos nuevos álbumes de Mo Willems sobre Elefante y Cerdita: ¡Mira cómo lanzo la pelota! y ¿Y si comparto mi helado? En el primero Cerdita desea lanzar la pelota pero Elefante le explica que no es tan fácil, que hay que entrenarse antes y demás, pero Cerdita está empeñada en lanzarla igual. En el segundo Elefante se plantea si no debería compartir el helado que está a punto de comerse, pues sabe que Cerdita sí lo haría, y entretanto los lectores ven que su helado se deshace. Son, como se puede suponer, historias divertidas, con buen ritmo, que ponen de manifiesto, tanto con el argumento como con las imágenes, los pensamientos y sentimientos de los personajes. El primero ridiculiza bien el estilo de quienes presumen de talento deportivo y el segundo plantea con acierto que la... Leer más
La portada de Triángulo, de Jon Klassen y Mac Barnett, nos anuncia que estamos ante un álbum minimalista. Y así es: en las imágenes simples, en la historia que se cuenta, en las palabras que se usan. Triángulo, que vive en una casa triangular con puerta triangular, decide ir a gastarle una broma a su amigo Cuadrado. En el camino pasa junto a triángulos pequeños, medianos y grandes, luego por formas sin nombre, y después junto a cuadrados pequeños, medianos y grandes. Y finalmente llega a la casa cuadrada de Cuadrado. Después de la broma, Cuadrado sale corriendo tras Triángulo. Álbum para prelectores muy bien compuesto. Las imágenes —con texturas y en tonos apagados característicos de Klassen— tienen guiños visuales fácilmente identificables, las figuras son... Leer más
Se podrían hacer varios subgrupos entre los álbumes preparados para contar a los niños, o para compartir con ellos, en los momentos previos a dormir. Uno sería el formado por aquellos que se apoyan no tanto en las imágenes como en un texto pensado para ser leído y, si es el caso, actuado. A él pertenecería Canción para dormir a las fieras, de Paula Carbonell y José Antonio Perona. El álbum se abre con unas «Instrucciones para dormir fieras» que ofrecen varias opciones: leerlo simplemente, jugar de modos que se sugieren, contar y cantar… La historia es graciosa y a ella van llegando, e interactuando entre sí, un cocodrilo, una mariposa, una serpiente, un tigre, un elefante, un mono, un tucán, un flamenco y un oso. Las ilustraciones económicas presentan unas figuras... Leer más
Igual que álbumes anteriores de Ingela P. Arrhenius, Quien busca, encuentra es un libro para prelectores bien compuesto. Son diez dobles páginas, la primera de presentación en la que un niño invita al lector a recorrer algunos establecimientos, y las nueve restantes, con varias solapas que se levantan en cada una, muestran una Panadería, una Pastelería, una Pescadería, la Peluquería Cool, un Museo, un Circo. Las escenas están representadas con claridad y las figuras, con cabezas y caras redondeadas, aparecen todas sonrientes. Ingela P. Arrhenius. Quien busca, encuentra (Qu’est-ce qui se cache dans cette drôle de ville?, 2015). Barcelona: Combel, 2017; 22 pp.; trad. de Diego de los Santos; ISBN: 978-84-9101-199-6.... Leer más
Al leer ¡El lobo no nos morderá!, de Emily Gravett, me vino a la cabeza enseguida un álbum de argumento semejante: Comer un lobo, de Vincent Bourgeau y Cédric Ramadier. Gravett presenta tres graciosos cerditos, uno vestido como domador, otra como bailarina y otro como mago de circo, que presumen de lo bien entrenado que tienen a su lobo: lo hacen subirse a un taburete, le colocan un lazo enorme, lo hacen pasar por un aro, etc. Y alardean de que pueden conseguir que el lobo haga cualquier cosa pero que no les morderá. La idea es buena, pues está bien advertir a los cerditos que los lobos son lobos, pero argumentalmente no es el mejor álbum de Gravett, pues no añade nada nuevo al juego de invertir papeles en los cuentos populares, o al de fingir que los inviertes. Pero los... Leer más
Hay ilustradoras cuyos dibujos sobre niños en movimiento son magistrales, como por ejemplo Jan Ormerod, Shirley Hughes o Helen Oxenbury, que recuerde ahora. En la misma liga juega también Taeeun Yoo, como se puede comprobar en ¡Eres un león! Posturas de yoga para niños. Es un album que algunos presentan como «yoga para prelectores» y otros plantean como una forma útil para estimular habilidades motoras de los más pequeños. Para mí, y creo que para la mayoría, el atractivo del álbum es, por un lado, la gracia sensacional que tienen los dibujos de los niños ensayando posturas de león, de mariposa, de perro, de serpiente, de rana, de gato, de montaña; y, por otro, la misma sencillez del enfoque (sin necesidad de pensar para nada en el yoga) a la hora de ayudar a los... Leer más
Autobusito es un álbum para prelectores que, como acostumbra Taro Gomi, es toda una lección de claridad narrativa y talento gráfico, atractiva también para muchos lectores adultos. La historia sigue a un autobús en su ruta diaria —deja en sucesivas paradas a un artista, dos turistas, un vendedor, cuatro albañiles, etc.— hasta su regreso al garaje donde pasará la noche. Las ilustraciones ocupan las sucesivas dobles páginas y las frases que van en cada una son mínimas. La composición es excelente: el autobús es blanco, como el fondo de la página y como el cielo de los paisajes, y se recorta contra los fondos urbanos que recorre. En cada imagen hay algún o algunos personajes que no se mencionan, con lo que la historia se enriquece con pequeñas subtramas que van más allá... Leer más
Otro álbum eficaz (tal vez no para todos) de Agnese Baruzzi: ¡A comer… con los monstruos!, un libro de números divertido e ingeniosamente construido. En las solapas vemos las figuras de unos cuantos monstruos, que aparecen de nuevo en la primera doble página de presentación, pero esta vez en color y con sus nombres: El monstruo de mirada extraña, El terrible Cien Ojos, El gigante de la cara rellena, etc. En las siguientes dobles páginas aparecen sus caras, en grande, y al levantar una solapa para abrirles la boca, averiguamos qué apetitosos bichos está comiendo cada uno: una araña, dos sapos, tres ballenas, etc. La doble página final muestra los distintos animales que se han comido los diez monstruos. Los textos cortos que van presentando lo que come cada monstruo están... Leer más
Tres libros más de Ingela P. Arrhenius que se pueden poner en paralelo con otros tres de los que hablé: dos son de formato pequeño, pertenecen a la misma serie que otros de título semejante que cité, tienen iguales características, y se titulan ¿Dónde está el señor León? y ¿Dónde está la señora Mariquita?; y el tercero es de formato grande y se titula La ciudad. Este álbum contiene 32 ilustraciones mostrando escenarios, personajes, objetos de mobiliario urbano reconocibles, cada una presentada con una tipografía particular que va de acuerdo con el contenido. Por ejemplo: Petanca (cada letra va en una bola), Ciclista (una tipografía inclinada), Perros (nombre formado con la correa de uno de los perros), Aeropuerto, Quiosco, Hotel, Policía, Farola, Museo, etc. El... Leer más
Buenas noches a todos, de Chris Haughton, es un álbum bedtime de lo más clásico (como una mezcla de argumentos y personajes de, por ejemplo, A Child's Good Night Book y ¿No duermes Osito?). Se pone el sol y todo el mundo tiene sueño, como se nota en los animales que se asoman detrás de los árboles y arbustos: los ratones, las liebres y los ciervos tienen sueño. También Oso Muy Grande lo tiene, pero no así el revoltoso Oso Pequeño, que habla con los ratones, las liebres y los ciervos, a ver si quieren jugar con él. El autor usa el mismo estilo y los mismos tonos de otros álbumes suyos, aquí con luces nocturas. Los pasos del relato están bien medidos y los personajes son simpáticos y amables. Chris Haughton. Buenas noches a todos (Goodnight Everyone, 2016). Santander:... Leer más
¿De qué color es?, con texto de Suzanne Gottlieb, es otro álbum extraordinario ilustrado por Vladimir Bobri en los años sesenta. Muestra bien los colores, de modo tan sencillo y elegante que parece que cualquiera podría hacerlo. En cada página izquierda se hace una pregunta: ¿Qué es de color rojo? ¿Qué es de color morado? ¿Qué es de color azul?, etc. En esa misma página figura una respuesta y alguna imagen —«Hay muchas cosas de color rojo: las manzanas, las frambuesas y el fuego caliente y luminoso de la chimenea» es la de la primera y se ve una gran manzana roja—, y en la página opuesta, sobre un fondo con el color correspondiente, otra imagen con un niño llamado Jonny en ella —«El cielo se pone rojo al atardecer, cuando Jonny vuelve a casa por el bosque»—. Los... Leer más
¡Oh! Un libro con sonidos es, igual que otros de Hervé Tullet, un álbum para interactuar con él y disfrutar. Y, de paso, para entender cómo funcionan los ritmos musicales. Al pulsar en los círculos azules hay que decir «¡Oh!»: un pequeño «¡Oh!» si el círculo es pequeño, un gran «¡Oh!» si el círculo es grande. Después de hacer practicar al lector distintos ritmos y posibilidades, entran en escena los círculos rojos que se llaman «¡Ah!» Y vuelven a proponerse distintas relaciones entre círculos azules y rojos. Más adelante llegan los amarillos: «Wuau». A un amigo con conocimientos musicales le pareció un libro extraordinario… hasta la mitad: no le gustó el nombre de los círculos amarillos —él hubiera preferido un sonido tipo «¡ih!»— y cree que,... Leer más
Después de los citados unos meses atrás, dos nuevos relatos de la serie Elefante y Cerdita de Mo Willems. En ¡Hoy voy a volar! Cerdita se propone volar mientras que Elefante, una y otra vez, le dice que no podrá; pero Cerdita es insistente y va intentándolo de un modo u otro. En Mi amigo está triste, Cerdita ve que Elefante está deprimido y busca de distintos modos alegrarle la cara. Como los previos, son álbumes simpáticos y notables tanto gráfica como argumentalmente. Los dos hablan bien de que hay que saber buscar ayuda y saber aceptarla: ¡Hoy voy a volar! explica con acierto que así podemos llegar a ser más de lo que somos, y el amable final irónico de Mi amigo está triste señala bien dónde hay que buscar parte de la solución a ciertos problemas. Mo Willems. ¡Hoy... Leer más