Cuando fallece, un molinero deja en herencia a sus tres hijos un molino, un asno y un gato. Cuando el menor se lamenta de su suerte, el gato le dice que no se preocupe: «Dadme un saco y hacerme un par de Botas para ir a los zarzales». El gato se las arregla para ir cazando distintas piezas que va regalando sucesivamente al rey de parte de su señor, el marqués de Carabás. Más adelante consigue también engañar a un ogro y arrebatarle su castillo y sus posesiones, que sirven para que su joven amo pueda casarse con la princesa.
14 noviembre, 2006