Un hombre con una hija de «dulzura y bondad sin igual» se casa en segundas nupcias con una mujer que tiene dos hijas. Las tres nuevas mujeres de la casa maltratan a la primera, encargándole las tareas peores, obligándola a dormir en un desván y a sentarse en un rincón de la chimenea junto a las cenizas, de ahí su nombre. Cuando el hijo del Rey da un baile y a ella no la dejan ir, un encantamiento que hará su Madrina lo hará posible: la condición será que antes de que suenen las doce campanadas esté de vuelta en casa. Ya en la fiesta el príncipe quedará prendado de la belleza de Cenicienta, que huye antes de las doce. Esto se repetirá una segunda vez pero, en esta ocasión, en la huida se dejará el zapato de cristal, que servirá para que termine bien la posterior búsqueda del príncipe.
Cenicienta o el zapatito de cristal
14 noviembre, 2006