ROSS, Tony

ROSS, TonyAutores
 

Ilustrador británico. 1938-. Nació en Wandsworth, Londres. Estudió Ilustración y trabajó en publicidad, antes de dedicarse a ilustrar libros infantiles y juveniles.


Hipersúper Jezabel
Madrid: SM, 1990; 29 pp.; col. El Barco de Vapor; trad. de José Luis Cortés; ISBN: 84-348-3217-8.

Vida de una chica hipersupermagnífica en todo, limpísima, ordenadísima, superamable, que dice muchas gracias agradecidísima, y que da excelentes consejos a los otros niños…


Un mensaje para Papá Noel
Texto de Hiawyn Oram. Barcelona: Timun Mas, 1995; 29 pp.; col. La nube de algodón; trad. de Concha Cardeñoso; ISBN: 84-480-1067-1.

A Emily le gusta la Navidad, le gusta que le cuenten por qué se celebra, le gustan los regalos…, pero tiene miedo a Papá Noel. Como no quiere que entre por la chimenea la tapona con toda clase de cosas. Entonces su madre intenta llamar a Papá Noel por teléfono pero le dicen que ha salido ya, por lo que hace pensar a Emily en qué le ocurrirá a Papá Noel cuando llegue.


Lucas
Texto de Tony Bradman. Barcelona: Océano Travesía, 2010; 28 pp.; col. Los Álbumes; trad. de Sandra Sepúlveda-Amor Martín; ISBN 13: 978-84-494-4155-4. [Vista del libro en amazon.es]

En la primera página se nos dice y se nos muestra que «Lucas era diferente a los demás», luego «que era el peor niño de toda la escuela», que «siempre llegaba tarde a clase», que «a veces era desvergonzado», que sus maestros decían que «no llegará lejos en la vida», etc.



Ilustraciones grandes en colores planos y con líneas simples, óptimas para el tono desenfadado y paródico habitual en el autor, y que revelan sus dotes para sintetizar en pocos trazos tanto el modo de ser de los personajes como las acciones que protagonizan. Debajo de cada ilustración, textos escuetos desarrollan las historias.

Además, en el caso de Hipersúper Jezabel, algunos diálogos se ven en globos al modo de los cómic. En una entrevista Ross decía que, para esta historia tan contundente, se había inspirado en una niña real a la que había conocido y que, con ella, sobre todo trataba de indicar lo peligroso que resulta no escuchar a los demás. En general, afirmaba: «cojo ideas a partir de las reacciones de los niños en la vida. Por eso la mayoría de mis libros tratan el asunto de crecer, de entender qué es el mundo, cómo funciona, cómo funciona la gente. Me interesa el esfuerzo del niño por encajar en el mundo. Pienso que comencé a interesarme por ello al tener mis propios hijos y verlos relacionarse con la vida». Si lo anterior explica un poco su facilidad para conectar con los niños, también contribuye a que sean muy eficaces la forma en que construye los relatos: «Un libro tiene que tener un buen principio y un final todavía mejor. Debe empezar con algo interesante que está pasando y terminar con un bombazo. Cuando empiezo una historia, pienso primero en el final, si lo hago al revés, puedo encontrarme con que no tengo un final».

En Un mensaje para Papá Noel van apareciendo personajes según avanza el relato (que tal vez hubiera sido mejor que se citaran al principio, como la hermana pequeña de Emily, o que tal vez no hubiera sido necesario mencionar). En cualquier caso es una historia graciosa y a eso contribuyen mucho las aportaciones de Ross: por ejemplo, el aspecto de Emily, con una cacerola como sombrero y un stick de hockey en la mano mucho tiempo son rasgos que no figuran en la narración con palabras. Luego, gráficamente tiene la singularidad de que los dibujos están contorneados y sombreados no con negro sino con rojo, lo que da un aspecto curioso a las ilustraciones.

Lucas es un ejemplo de inteligencia constructiva de un álbum. Aparte de las ilustraciones de portada, la de presentación en el interior del libro, y la de contraportada, que son como momentos de la historia de Lucas, el relato se cuenta con una serie de ilustraciones consecutivas, perfectamente hiladas: en la primera, que va sólo en la página derecha, se anuncia que Lucas es distinto de sus compañeros; en la misma línea, cada una de las siguientes doce dobles páginas va mostrando algo nuevo de su talante y de las reacciones que provoca; y la imagen final, en página izquierda, es un golpe irónico contra los adultos, que suena bien en esta historia concreta pues también se corresponde con una realidad que conocemos. En todas las ilustraciones del interior hay toques bromistas o, simplemente, detallistas, que dan más simpatía y continuidad al relato, como alguien que curiosea un castigo de Lucas o los colores del jersey de la profesora de arte que asoman por una ventana del fondo en la que había estado en la doble página previa. Pero, sobre todo, es sensacional cómo, cuando uno ve lo que acaba construyendo Lucas, puede volver atrás para encontrar todas y cada una de las piezas en las ilustraciones anteriores.

Estos álbumes muestran cómo Ross, igual que UNGERER o DAHL, se suele poner a favor de los niños frente a talantes educativos rígidos y autoritarios. Esto provoca el rechazo de algunos adultos, temerosos de que ridiculizar los excesos de la «buena educación» sea antieducativo. Pero no es así: lo antieducativo son los excesos, como lo serían los defectos. Y la caricatura de unos y de otros pone de manifiesto la necesidad del sentido común: educar bien está tan lejos de consentirlo todo como de regularlo todo.

Entre los relatos de otros autores ilustrados por Ross están los cuatro de Graham GREENE agrupados con el título TODO MARCHA SOBRE RUEDAS; los de Eoin COLFER sobre MAX MALABAR; El fantasma de la escuela, de Hazel TOWNSON; los libros de Pablo Diablo (Horrid Henry), de Francesca SIMON.

Otros álbumes: Juan y el lobo; Odio la escuela, Malvado conejito, Empanada de mamut, T-Rex, estos cuatro últimos con texto de Jeanne Willis.

Bibliografía:
—Entrevistamos a Tony Ross. Revista PEONZA, n. 21, VI.1992.
—Gustavo Puerta Leisse y Marta Ansón Balmaseda. Detrás del trazo. Entrevista a Tony Ross. Revista CLIJ, n.199, XII.2006. En esta entrevista, a la que pertenecen los textos entrecomillados, hay mucha más información sobre el autor.

 


15 octubre, 2007
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