Después de citar Lautaro, otro clásico chileno: la serie de Papelucho, de Marcela Paz. En mi opinión —basada en lecturas y recuerdos de hace años y no en un estudio cuidadoso del género—, estos libros son, junto con los de El pequeño Nicolás, los mejores de los que presentan el mundo adulto visto por un narrador niño. Cuando los conocí, en los años noventa, no llegué a saber y entender por qué no triunfaron en España. Más tarde se me planteó una curiosidad que tampoco he logrado resolver nunca: René Goscinny vivió en Argentina a finales de la década de los cuarenta. ¿Podría ser que hubiera conocido entonces los primeros relatos de Papelucho y se inspirara en él para escribir, años más tarde, El pequeño Nicolás?
10 noviembre, 2010