En De Homero a Kafka: 75 clásicos para una geografía del alma, Rafael Gómez Pérez presenta setenta y cinco textos de otros tantos autores y autoras con algún breve comentario que subraya algún punto. Su objetivo es, dice, «apuntar los principales trazos de una geografía del alma con relieves insólitos, y expresados con una inteligente belleza», y hablar de temas como «la creación literaria, el trabajo, la vida y la muerte, la guerra y la paz, diversos tipos de amores, la amistad, la libertad, el exilio, la corrupción, la decadencia, los rasgos de carácter, la bondad y la maldad, los sentimientos y las pasiones, la belleza, el silencio, la infancia, la inocencia…». Desde que lo leí he recomendado con frecuencia porque sus muchas sugerencias como flashes que atraen el interés hacia los autores y las obras que se alaban.
Así, a propósito de un texto de Homero, dice que «la metaliteratura no es una invención “moderna”». Que Sófocles, en Antígona, habla bien de «la existencia y vigencia de una ley natural moral, común a todos los seres humanos», mucho antes de tantos escritos más o menos teóricos sobre la cuestión. Que Séneca, en el De brevitate vitae, apunta que «el mayor estorbo para vivir es la expectativa que, estando pendiente del mañana, pierde el hoy». Que pocos autores han buceado más y mejor en la interioridad humana que san Agustín en Las confesiones.
Que quien primero dedicó todo un tratado al socorro a los pobres fue el humanista español Juan Luis Vives. Que pocas veces se ha tratado de la amistad con tanta sutileza como la de Montaigne. Que a santa Teresa le debemos, entre otras muchas consideraciones sabias, esta frase «tan breve como llena de sentido: “En fin, en fin, la verdad padece, pero no perece”». Que Cervantes expresó el fundamento de la moral en una breve frase: «Hacer bien a todos y mal a ninguno»; que «su inmortalidad no le viene solo de la calidad literaria» de Don Quijote sino «también de ese fondo de bondad clara, neta, sin intereses personales; de la entrega de don Quijote al bien, le cueste lo que le cueste».
Que si La Rochefoucauld escribió que «la hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud», Moliére fue más lejos y señaló que «la hipocresía sería el homenaje que el vicio rinde al vicio con apariencia de virtud», no hay más que pensar en cómo los vicios de moda pasan por virtudes. Que «el humor de Dickens, a través de Sam Weller, ronda el surrealismo, cuando nadie hablaba de eso». Que «Dostoievski es expresionista antes que nadie». Que Tolstoi mostró en La muerte de Ivan Illich, que «la muerte es lo menos abstracto que cabe imaginar», que «es la singularidad de la muerte lo que permite entender mejor la singularidad de la vida, es decir, de cada vida».
Rafael Gómez Pérez. De Homero a Kafka: 75 clásicos para una geografía del alma (2018). Madrid: Rialp, 2018; 208 pp.; col. Narraciones y novelas; ISBN: 978-8432149382. [Vista del libro en amazon.es]