La cabina de teléfono en el jardín del señor Hirota es un álbum ilustrado por Rachel Wada, japonesa que vive en Canadá, y con texto de Heather Smith, canadiense. Su pequeño argumento se apoya en un suceso que salió en los periódicos, que se narra al final, y que ocurrió en la población japonesa de Otsuchi después del tsunami que arrasó la costa el año 2011.
El álbum cuenta que Makio tiene una relación especial con su vecino, el señor Hirota, y que ambos pierden a familiares queridos cuando llega la gran ola. El señor Hirota, entonces, construye en su jardín una cabina de teléfonos sin conexión para, desde allí, hablar con su hija fallecida. También Makio decide usarla para charlar con su padre desaparecido en el tsunami, y de igual modo actuarán otros vecinos.
Las ilustraciones del álbum tienen fuerza: son como grabados en madera con fuertes contrastes, realizados con técnicas tradicionales japonesas, que transmiten bien los escenarios y los sentimientos de «esperanza y entereza», como dice la escritora en su nota explicativa del final, que comunica el relato. Al igual que dije cuando comenté Mimi, es una historia que habla de cómo la muerte de alguien querido hace aflorar la convicción, que cabría llamar instintiva, de que las cosas buenas dadas y recibidas no pueden quedar en nada y que nuestra vida pide otra y no puede terminar con la muerte.
Rachel Wada. La cabina de teléfono en el jardín del señor Hirota (The Phone Booth in Mr. Hirota’s Garden, 2019). Texto de Heather Smith. Bilbao: A fin de cuentos, 2021; 32 pp.; trad. de Gema Zamorano Blanco y Laura Inés Piperno de Celis; ISBN: 978-8412091465. [Vista del álbum en amazon.es]