Uno de los huevos que incuba una pata tarda en romper. Al final sale un patito enorme que resulta mucho más torpe que los demás. Eso le vale recibir burlas pero la madre-pata responde a quienes le hacen notar su fealdad que «tiene buen carácter y nada estupendamente, igual que cualquiera de los otros». Debido al sufrimiento que todo esto le causa, el patito acaba huyendo y teniendo encuentros con distintos animales hasta que ve unos pájaros grandes muy hermosos y ve también su propio reflejo…
31 enero, 2006