El futuro de la historia, de John Lukacs, es un extraordinario libro breve acerca del trabajo de los historiadores. El autor escribe su obra con 87 años, con acentos bromistas e irónicos en muchas ocasiones, para señalar por un lado sus esperanzas —pues existe hambre de conocer historia y se publica mucha historia de buena calidad—, y por otro sus temores —sobre todo debido al creciente aumento del gran defecto del carácter democrático: el hábito de la desatención del que habló Tocqueville—. Todo lo que dice Lukacs tiene mucho interés pero, personalmente, me han parecido clarificadores sus comentarios acerca de cómo la novela ha sido el género que más ha contribuido a formar la conciencia histórica, y sus juicios acerca de tantas novelas que mezclan hechos reales e... Leer más
Tony Judt: «No creo que desatender el pasado sea nuestro mayor riesgo; el error característico del presente es citarlo desde la ignorancia. Condolezza Rice, que es doctora en Ciencias Políticas y fue rectora de la Universidad de Stanford, invocó la ocupación estadounidense de la Alemania de la postguerra para justificar la guerra de Irak. ¿Qué grado de analfabetismo histórico cabe detectar en esa analogía? Dado que siempre vamos a explotar el pasado para justificar la conducta pública del presente, la necesidad de saber de verdad historia es incontestable. Una ciudadanía mejor informada es menos susceptible de que la engañen con un uso abusivo del pasado al servicio de los errores del presente. (…) Amañar el pasado es la forma más antigua de control del conocimiento: si... Leer más
Tony Judt: «Me preocupa la enseñanza “progresista” de la historia. (…) Ha demostrado ser un grave error sustituir cargada de datos por la intuición de que el pasado era una serie de mentiras y prejuicios que necesitaban ser corregidos: prejuicios que favorecían a las personas de raza blanca o a los hombres en vez de a las mujeres, mentiras sobre el colonialismo o el capitalismo, o lo que sea». Los nuevos enfoques, «supuestamente críticos, dirigidos —seamos generosos— a ayudar a los niños y estudiantes a formar sus propios juicios, son contraproducentes. Generan confusión más que perspicacia, y la confusión es la enemiga del conocimiento. Antes de que nadie —ya se trate de un niño o de un estudiante de postgrado— pueda entender el pasado, tiene que saber lo... Leer más
Tony Judt: «El trabajo del historiador es establecer que cierto hecho ocurrió. Esto lo hacemos de la forma más efectiva que podemos, con el propósito de transmitir cómo fue lo que les ocurrió a esas personas, cuándo y dónde ocurrió, y con qué consecuencias. Esta tarea bastante obvia de descripción es en realidad crucial. La corriente cultural y política fluye en la otra dirección, la de borrar acontecimientos pasados y explotarlos para otros propósitos. Es responsabilidad nuestra hacerlo bien: una vez y otra. Es una tarea de Sísifo: las distorsiones cambian de continuo y también el énfasis en la corrección fluctúa constantemente. Pero muchos historiadores no lo ven así y no sienten ninguna responsabilidad de este tipo. Desde mi punto de vista no son verdaderos... Leer más
Gombrich: «Me gustaría que se me pudiera mostrar que fue el poder el que pervirtió a la sabiduría y no la sabiduría la que pervirtió al poder. Sería más consolador, en cierto sentido, pensar que las corrientes de la sabiduría adulterada que brotaron y brotan de las prensas de los países totalitarios eran y son nada más que el producto del miedo —miedo a morirse de hambre, miedo incluso a la tortura— del que ninguno de nosotros estaría libre en situaciones análogas. Pero creo que al exonerar así a nuestros colegas, pasados y presentes, estamos en peligro de hacer demasiado ligera nuestra responsabilidad como estudiosos. Mientras predicamos al científico que tenga cuidado con las consecuencias de su trabajo, creemos y hacemos creer a otros que nosotros , simplemente, nos... Leer más
Esperaba más del libro de Steven Johnson titulado Las buenas ideas. Una historia natural de la innovación, tal vez porque un título así promete demasiado… En cualquier caso está bien: el autor pone, y cuenta con amenidad, ejemplos variados sobre la manera en que se han producido distintos descubrimientos a lo largo de la historia —cómo se han abierto paso algunas ideas y cómo funciona la creatividad humana— e intenta ver pautas comunes. Entre otras, habla de las corazonadas lentas, de los hallazgos inesperados, de cómo uno aprende cuando se confunde, de las veces en que lo nuevo aparece cuando aplicamos algo para otro fin distinto, de los ambientes más propicios para la innovación, etc. Y de un concepto, que toma del científico Stuart Kauffman, en el que podríamos... Leer más
Un asunto histórico que se relaciona con el comentario de ayer: El rey Alfredo el Grande llegó al trono cuando la esperanza de un desarrollo pacífico de la cultura estaba destruida y sólo quedaba la relación personal de vasallo y señor como única base para la organización social. Asombrosamente, dice Christopher Dawson, «él sólo, entre los gobernantes de su tiempo, comprendió la importancia vital del desarrollo espiritual y dedicó tanta energía a la recuperación de la tradición cultural cristiana como a la defensa de la existencia nacional». Esto se constata en un documento extraordinario, su prefacio al tratado de san Gregorio sobre el Cuidado Pastoral (Cura Pastoralis), que es «uno de los documentos más notables de la cultura medieval y el primer monumento de la... Leer más
Con un retraso de años desde que me lo recomendaron, he leído Las montañas de la mente, de Robert Macfarlane, excelente libro. El autor explica cómo, en tres siglos, cambia la percepción de las montañas que se tenía en Occidente. Hace notar que «nuestra respuesta al paisaje está condicionada en gran medida por la cultura. Es decir, cuando contemplamos un paisaje, no vemos lo que hay sino principalmente lo que creemos que hay. Atribuimos al paisaje cualidades que no posee intrínsecamente —decimos que es salvaje, por ejemplo, o inhóspito—, y lo valoramos en consecuencia». Habla de las lecturas infantiles y juveniles que hicieron crecer en él la admiración hacia los grandes montañeros: «Me fascinaban las dificultades que afrontaban y soportaban aquellos hombres», «me... Leer más
Después de las biografías mencionadas las últimas semanas, puede venir bien recordar esto: «La posteridad no es tan equitativa en sus juicios como se dice; hay pasiones, entusiasmos y errores de distancia como hay pasiones y errores de proximidad. Cuando la posteridad admira sin límites, se escandaliza de que los contemporáneos del hombre admirado no tuvieran con él la misma idea que ella. Lo cual tiene, sin embargo, una explicación: las cosas molestas de ese personaje son agua pasada; sus debilidades han muerto con él; no ha quedado de lo que fue más que su vida imperecedera; pero no por ello el daño que causó fue menos real; daño en sí y por sí, daño sobre todo para quienes lo soportaron». François-René de Chateaubriand. Memorias de ultratumba (Mémories d’outre... Leer más
Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental es un clarificador trabajo historiográfico de síntesis que coloca muchas ideas en su sitio. Ordenadamente, y con las referencias bibliográficas oportunas, el norteamericano Thomas Woods proporciona datos de interés acerca del nacimiento de las Universidades en Europa, sobre cómo se pusieron las bases del Derecho internacional y de la Economía, quiénes fundaron las instituciones de atención a los más necesitados, etc. Personalmente me alegra que dedique un espacio generoso al mundo de la Ciencia y que deje claro, para quien no lo sepa, por qué se desarrolló en el Occidente cristiano y no en otras civilizaciones... Thomas Woods. Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental (How the Catholic Church Built the... Leer más
Dice Jacqueline de Romilly en ¿Por qué Grecia? que «respiramos el aire de Grecia, sin saberlo, a cada instante». Y se plantea, en un ensayo denso y ameno, sólo posible después de una vida dedicada al estudio de estas cuestiones, qué cualidades hacen tan singular el siglo V ateniense antes de Jesucristo, el siglo que «inventó la democracia y la reflexión política. Creó la tragedia y, en menos de cien años, vio como se sucedían los tres únicos autores que conocieron la posteridad: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Dio forma a la comedia con Aristófanes. Fue testigo de la invención de la historia, primero con Herodoto (...), después con Tucídides. Presenció la construcción de la Acrópolis ateniense y las estatuas de Fidias. Fue el siglo de Sócrates. (...) Se conocían... Leer más
Los comentarios que hace Paul Féval en El jorobado sobre la España que recorre Lagardere responden a la pobreza de la vida intelectual española en las últimas décadas del XVII y las primeras del XVIII: según el historiador francés Paul Hazard, «se la visitaba aún, pero los viajeros no disimulaban su desdén; criticaban los defectos de un pueblo supersticioso y de una corte ignorante, disertaban sobre la decadencia del comercio, se burlaban de la pereza y la vanidad de los habitantes». Merece la pena leer el gran panorama que Hazard presenta de la Europa de la época, al que más o menos responden las reflexiones filosóficas que trufan todo el desarrollo de El jorobado. En esos años se produce una gran «crisis en la conciencia europea» y se inicia el proceso de sustituir... Leer más
C. S. Lewis: Todos consideramos los romances y baladas como algo representativo y característico de la Edad Media. «Por su difusión y permanencia, han demostrado ser de las cosas más placenteras que aquélla nos dejó. Y, aunque en todas partes podemos encontrar composiciones más o menos parecidas, en cuando a su efecto total son algo único e insustituible. Pero, si lo que queremos decir con el término “característico” es que el tipo de imaginación que encarnan era la ocupación principal, o incluso la más frecuente, de los hombres medievales, estaremos en un error. El carácter fantástico de algunas baladas y el severo y lacónico patetismo de otras —el misterio, el sentido de lo infinito, la elusiva reticencia de los mejores romances—, difieren... Leer más
Por si sirve para los lectores de, por ejemplo, Grímpow, sobre los Templarios, dice Regine Pernoud, existe un torrente de tesis, hipótesis e innumerables elucubraciones, que contrasta muchísimo con «los documentos auténticos, los materiales fiables, que conservan en abundancia nuestros archivos y bibliotecas». La literatura que se les ha dedicado, «en algunos casos, claramente demencial», no tiene nada que ver con los documentos, «tan sencillos, tan convincentes, tan tranquilamente irrefutables que constituyen su verdadera historia». Y, ya puestos, mencionaré más veces a la gran medievalista francesa. Regine Pernoud. Los templarios (Les Templiers, 1974). Está editado en forma de largo prólogo a Elogio de la nueva milicia templaria (De laude novae militiae ad Milites... Leer más
En el mundo de los best-seller (y en el de la política, pero eso es distinto) hay frecuentes ejemplos de gentes que, ya que no pueden deslumbrarnos con su inteligencia, dedican todo su empeño a sorprendernos con sus bobadas. He pensado en eso de nuevo al leer Los Illuminati y el Priorato de Sión, un libro que sería clarificador para los interesados en las novelas de ocultos complots, tan de moda. De todos modos, contra la estupidez hasta los dioses luchan en vano (Schiller, creo). Massimo Introvigne. Los Illuminati y el Priorato de Sión (Gli Illuminati e il Priorato di Sion, 2005). Madrid: Rialp, 2005; 216 pp.; trad. de José Ramón Pérez Arangüena; ISBN:... Leer más
Dioses, tumbas y sabios, la gran «Novela de la Arqueología» escrita por C. W. Ceram (1915, Berlín-1972), es quizá el libro culpable de la mayoría de las vocaciones para la arqueología de las últimas décadas. Ceram realiza una precisa reconstrucción histórico-arqueológica de los descubrimientos que se han producido, a lo largo de los dos últimos siglos, en Mesopotamia, Egipto y el Egeo; y también se detiene algo en México y la cultura azteca. Lo hace fijando su atención en personajes tan singulares como Schliemann, el descubridor de Troya en 1870, «un soñador cuando estudia los mundos antiguos; un detective que reflexiona fríamente cuando busca tesoros; pero un apasionado cuando defiende una causa justa». O en Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankamón, un... Leer más
La prisión blanca es un relato periodístico subtitulado Un viaje legendario hacia el Polo Sur, reeditado tiempo después con el título Endurance. El legendario viaje de Shackleton al Polo Sur. En él se cuenta cómo, después de que Admunsen consiguiera llegar al Polo Sur y Scott pereciera en el intento, Sir Ernest Shackleton decide promover y realizar una gran travesía transantártica que devuelva el honor a Inglaterra. Shackleton, que había participado en dos expediciones anteriores, emprende la suya cuando tiene cuarenta años pero su barco, el Endurance, que partió de Londres el 1 de agosto de 1914, se quedó atrapado varios meses en los hielos antárticos en octubre de 1915. Su gran hazaña fue que logró mantener la moral de todos sus tripulantes y organizar sus tareas de modo... Leer más
Un tal Bernardo Gomes de Brito, quizá un miembro de la Academia Real da Historia Portuguesa, escribió entre 1735 y 1736 la Historia Trágico-Marítima: doce relatos de naufragios recogidos entre los que circulaban en cuadernillos o en hojas sueltas por la Lisboa de la época, algunos anónimos, otros de supervivientes, otros de cartógrafos e ingenieros navales o de gente a quienes les fue contada la historia. La profesora y traductora Isabel Soler ha elegido cuatro de sus crónicas, las ha titulado Los mares náufragos, y las ha presentado con un prólogo que muestra el interés de tales textos, tan minuciosamente realistas, por su condición de ser como manuales de supervivencia y ejemplos para futuras expediciones, por su valor como testimonios de los rasgos de la condición humana... Leer más
Uno de los grandes relatos de descubrimientos de la historia es Historia verdadera de la conquista de la Nueva España donde quien fuera soldado de Cortés, Bernal Díaz del Castillo (Medina del Campo, 1492-Guatemala, 1580), cuenta con honradez y sin pomposidad alguna lo que vivió entre 1517 y 1521 durante la conquista de México, y que dejó su crónica escrita para que se publicase después de su muerte, como así se hizo en el siglo XVIII. Desde entonces hasta hoy, el lector encuentra en sus páginas, descripciones de «ciudades y villas pobladas por los aztecas en el agua; la calzada, tan derecha y por nivel, que iba a México; las grandes torres, cúes y edificios, cosas que le parecían de encantamiento»; y «revelaciones de un país fantástico, intrigas, ardides, encuentros y... Leer más
Se requiere contención a la hora de juzgar a nuestros antepasados. Explica bien Robert Hughes que «al mirar los retratos nos proyectamos nosotros mismos hacia el pasado. Por pura rutina calificamos como "compasivas" las pinturas de enanos de Velázquez, no porque sepamos qué sentía Velázquez por los enanos sino porque creemos que debemos sentir pena por los deformes. Nos gusta detectar una feroz sátira antimonárquica en los retratos reales de Goya, a pesar de que la familia real española estaba encantada con ellos y nadie en la corte los consideraba irrespetuosos». Robert Hughes. A toda crítica. Ensayos sobre arte y artistas (Nothing If Not Critical, 1990). Barcelona: Anagrama, 2002; 497 pp.; col. Argumentos; trad. de Alberto Coscarelli; ISBN:... Leer más