Julia y la casa de las criaturas perdidas, de Ben Hatke, es un álbum con un argumento muy sencillo, como un pretexto para que el autor haga un alarde de su capacidad de inventar seres asombrosos. La historia comienza diciendo y mostrando que «la casa de Julia llegó y se instaló junto al mar», y luego que la heroína pone un rótulo en la puerta invitando a ella a todas las criaturas perdidas. Así que llegan a la casa una gran cantidad de monstruos y monstruitos pero, como el caos que organizan es muy grande, Julia tiene que pensar una solución.
Relato que capta el interés de cualquier lector imaginativo, empezando porque la casa de Julia, como al principio se muestra, está instalada en el caparazón de una tortuga gigante, y continuando luego porque los seres que vivirán con ella son a cada cual más extravagante. Pero Julia tiene siempre una sonrisa y es una chica bien dispuesta, nada quejosa y muy resolutiva. Hay algunas ilustraciones que ocupan la doble página pero normalmente se ven tres o cuatro escenas en cada una, muchas con la heroína corriendo de un lado a otro cuando ve que hay algo que resolver.
Ben Hatke. Julia y la casa de las criaturas perdidas (Julia’s house for lost creatures, 2014). Barcelona: Astronave, 2020; 34 pp.; trad. de Núria García Hernández y Arnau París Rousset; ISBN: 978-84-679-3978-1. [Vista del álbum en amazon.es]