Igual que los dos álbumes previos de Chris Haughton también el último, ¡Shhh! tenemos un plan, tiene encanto, aunque suene familiar a sus seguidores y su argumento no esté tan conseguido como los anteriores.
Vemos a tres personajillos, armados con una especie de cazamariposas, seguidos por otro más pequeño, que van por el bosque, de noche, según se deduce de los colores azules predominantes. Cuando ven a un pajarito. el niño de atrás lo saluda amistosamente pero los demás le dicen que calle: «Shhh, tenemos un plan». Fallan pero lo intentan de nuevo con otro que está en un árbol y sucede lo mismo. Y así una tercera vez. Al fin, el niño le ofrece pan al pajarito y entonces viene, no sólo él, sino muchos otros.
El ambiente del bosque y las figuras compactas de ojos grandes son como los de Un poco perdido. Como allí, hay alternancia de páginas con las ilustraciones recuadradas, de páginas a sangre, y de páginas con las figuras sobre fondo blanco. La historia tiene el ritmo que siempre da que una misma acción se repita varias veces hasta que, al final, se da una ruptura. Es un tipo de relato que también permite una lectura dramatizada en alto, con silencios y sorpresas. El mensaje de respeto a los animales está bien transmitido, con amabilidad y un tono humorístico a lo Astérix tipo «están locos estos romanos».
Chris Haughton. ¡Shhh! tenemos un plan (Shh!, We have a plan, 2014). Santander: Milrazones, 2014; 40 pp.; trad. de Jesús Ortiz Pérez del Molino; ISBN: 978-84-940479-8-5. [Vista del libro en amazon.es]