Con más de cien años, hace unos meses falleció Jean Fritz, una importante autora norteamericana de novelas históricas de la que no conozco nada publicado en castellano pero de la que sí he leído su extraordinario Homesick.
Ese libro contiene sus memorias de infancia en China, que comienzan hacia 1925, cuando tenía diez años y vivía en Hankow, donde sus padres eran misioneros presbiterianos y su padre director de Y.M.C.A. Su narración termina con el viaje de regreso, primero desde Shangai a San Francisco, y luego en coche atravesando los Estados Unidos, desde la costa Oeste hasta Washington. El relato comienza con un incidente en la escuela inglesa a la que iba en Hankow —se niega a cantar el God Save the King y un compañero inglés la toma con ella— y se acaba con otro en el colegio norteamericano al que se incorpora —en el que una de sus profesoras resulta un tanto rígida—.
El relato refleja bien, con agudeza y muy buen humor, el mundo interior de la niña que fue la escritora, con sus reacciones de asombro y de irritación, con momentos de entusiasmo por los descubrimientos que hace y de preocupación al ir cayendo en la cuenta del clima social turbulento en el que viven. Habla de sus amistades en China entre compatriotas estadounidenses, y de su estrecha relación con la asistenta que tenían, Lin Nai-Nai. Cuenta la dura situación que vivió su familia cuando nació y falleció una hermana suya. Muestra cómo veía ella entonces los disturbios que ocurrían a su alrededor y cómo, a pequeña escala, también sufrió el creciente rechazo a los extranjeros. Todo el relato pone de manifiesto sus deseos por viajar a los EE.UU. con su abuela y, cuando ese sueño se cumple, el nacimiento de su añoranza por China. El libro contiene fotografías e ilustraciones que son unos magníficos dibujos.
Jean Fritz. Homesick. My Own Story (1982). New York: G. P. Putnam Sons, 1982; 76 pp.; ilust. de Margot Tomes; ISBN: 0-399-20933-6. [Vista de una edición en kindle en amazon.es]