Wenguang Huang, un escritor y periodista chino que vive desde hace años en Estados Unidos, recuerda su infancia y juventud en la ciudad china de Xi’an, en El pequeño guardia rojo: unas memorias familiares. Habla de sus padres, comunistas convencidos, y de su abuela, una mujer analfabeta obsesionada con su enterramiento: no quiere ser incinerada, como manda el Partido, sino un entierro tradicional. El relato se centra en cómo puede organizar las cosas el padre de Huang para que actuar como quiere su madre no les cause problemas, y en cómo la obligación moral del respeto a los padres se acaba imponiendo a cualquier otra consideración, incluidas algunas que a otros les parecerán de sentido común.
Contra el telón de fondo de los acontecimientos históricos, el autor señala que creció en medio de una confusa fusión de ideologías y creencias; deja constancia del sistema de castigos feroz que se consideraba normal en la educación de los hijos; menciona historias populares que le contaban para ilustrar algún punto de conducta o para transmitir alguna enseñanza sabia; explica la vida de sus padres diciendo que «para ellos el matrimonio era una unión laboral para cuidar de los mayores y criar a los hijos»; hace notar cómo sus padres le aconsejaban prudencia en su época universitaria —«no destaques. El cazador siempre mata al líder de la manada»—… Su historia termina cuando vive ya en Estados Unidos y, tal como hace notar, ha llegado a tener una comprensión más serena de lo que vivió entonces.
Wenguang Huang. El pequeño guardia rojo: unas memorias familiares (The Little Red Guard. A Family Memoir, 2013). Barcelona: Libros del Asteroide, 2013; 304 pp.; trad. de Juan Castilla Plaza; ISBN: 978-84-15625-28-5.