El dragón que cambiaba de cuento cada vez que estornudaba, de David Aceituno y Miguelanxo Prado, recuerda la versión de Los tres cerditos de David Wiesner y otros relatos posmodernos en los que los personajes cambian de cuento. En la primera doble página vemos un dragón a punto de estornudar. En la segunda, el caballero le pregunta si está resfriado mientras que la princesa tiene miedo de que la contagie. Pero el estornudo final es tan fuerte que, en la tercera doble página, el dragón abandona ese cuento para encontrarse con un tal «Ernesto Gatuno, siempre inoportuno», con el que va saltando de relato en relato.
Argumento gracioso, donde todos los pasos ilógicos se van dando más o menos lógicamente y que se ajusta bien a la secuencia de las dobles páginas consecutivas. El texto contiene frases sonoras y algunas rimas cuando habla Ernesto Gatuno. Los dibujos son magníficos, las figuras son graciosas y tienen movimiento, y las composiciones juegan bien con las entradas o salidas de las escenas correspondientes. Los colores, un tanto desvaídos, dejan una sensación, como de falta de fuerza, que no se corresponde bien con las imágenes.
Miguelanxo Prado. El dragón que cambiaba de cuento cada vez que estornudaba (2014). Texto de David Aceituno. Barcelona: Beascoa, 2014; 32 pp.; ISBN: 978-84-488-3489-0. [Vista del libro en amazon.es]
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