WIESNER, David

WIESNER, DavidAutores
 

Ilustrador norteamericano. 1956-. Nació en Bridgewater, Nueva Jersey. Estudió Diseño. Ha recibido premios por varios de los álbumes ilustrados que ha publicado.


Martes
Barcelona: Océano, 2011; 30 pp.; trad. de Ximena Atristain López; ISBN: 9786074003383. [Vista del libro en amazon.es]

Álbum sin texto salvo las indicaciones del día y la hora en que sucede lo que se ve. Un martes a última hora de la tarde las ranas descubren que, montadas en hojas de nenúfar, pueden volar y, poco a poco, van elevándose, agrupándose y comenzando una especie de invasión: asustan a un perro que se intenta interponer, entran en las casas… Hasta que de nuevo acaban cayendo en sus charcas, mientras la policía examina los nenúfares que han quedado por todas partes. El álbum termina con un «próximo martes» y, en la última ilustración, se ve cómo los cerdos empiezan a volar…


Los tres cerditos
Barcelona: Juventud, 2003; 38 pp.; col. Álbumes ilustrados; trad. de Christiane Reyes; ISBN 84-261-3291-X. Se ha publicado la 3ª edición en 2012; ISBN 978-84-261-3291-8. [Vista del libro en amazon.es]

Historia que comienza como la tradicional, pero luego los tres cerditos van saliéndose de las páginas y entrando en otros cuentos. Acaban volviendo a su propio relato pero introducen en él a un dragón y un gato violinista.


Flotante
México: Oceano travesía, 2007; 40 pp.; ISBN: 978-970-777-360-8.

Un chico, que se dedica a observar animales en la playa, es golpeado por una ola que deja una vieja cámara de fotos en la arena. El chico revela el carrete y ve fotos increíbles del fondo del mar y otras que, supuestamente, son de quienes han tenido antes la cámara, y que observadas con microscopio revelan más detalles asombrosos. Decide hacerse una foto más de la serie y devolver la cámara al mar.



Martes es un interesante e imaginativo ejemplo de híbrido entre álbum infantil y cómic juvenil, y un caso infrecuente dentro de los álbumes ilustrados: es raro encontrar en ellos esta clase de argumentos, más propios de la narrativa y de los cómics de fantasía o de ciencia-ficción. A partir de la idea inicial, una posibilidad como la que cuenta Hitchkock en su película Los pájaros, a la que hay referencias visuales explícitas, el autor estructura temporalmente la narración sólo indicando las horas, y la organiza visualmente al modo del cómic, usando recuadros de acciones sucesivas o recuadros que recogen detalles dentro de una imagen general. Las ilustraciones son unas acuarelas detallistas y evocativas, en tonos predominantemente azules, púrpuras y verdes, donde las expresiones de las ranas mientras viajan son muy variadas, desde las que parecen felices con la experiencia hasta las que van superconcentradas en su viaje.

En Los tres cerditos las ilustraciones mezclan dibujo y pintura para revelar en qué plano se desarrolla lo que se cuenta. Es una interesante versión posmoderna de un cuento clásico, que revela cómo algunos autores de álbumes ilustrados reflexionan sobre las posibilidades de su propio medio, pues lo «desmontan y lo vuelven a montar» y juegan a su gusto con las convenciones narrativas y gráficas habituales.

Flotante es un álbum sin palabras. Como los otros álbumes es también un buen ejemplo de cómo contar una historia de un modo cinematográfico, cambiando de plano según convenga para la narración, y usando distintos recursos de acuerdo con el punto de vista narrativo: hay escenas del protagonista o de lo que ve, sin marco; en algunos momentos se recurre al uso de viñetas para contar lo que hace el protagonista; hay también páginas recuadradas para mostrar las fotografías que contempla el protagonista.

El autor, que confiesa estar influido por Winsor MCCAY y Lewis CARROLL entre otros autores, es un enamorado de las historias que se derivan de un ¿y qué pasaría si…? En el caso de Martes, además de conseguir una que divierte y aviva la imaginación, logra un sorprendente y difícil equilibrio entre lo cómico y lo amenazante. Sin embargo, a mi juicio, su versión de Los tres cerditos, siendo interesante, no es especialmente graciosa en cuanto tal, salvo algunas imágenes y escenas, como por ejemplo cuando se montan los tres cerditos en un avión de papel que hacen con las páginas del cuento. Flotante tiene un argumento menos consistente, en el sentido de que no es lineal como el de los anteriores álbumes, pero al autor no le importa tanto eso como crear un mundo propio de fantasía donde todo puede suceder e introducir al lector en su interior, por medio de su ingenio y por la calidad de las ilustraciones, con multitud de detalles para fijarse.

Otros álbumes: La princesa Dragón, Art y Max, Señor Minino.


4 febrero, 2006
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