Unos personajillos que tuvieron éxito durante años: Los pitufos, de Peyo (no sé por qué los traductores convirtieron «Les Schtroumpfs» en «Los pitufos» pero, pasado el tiempo, es como si hubieran dado con la única solución posible). En ellos se ve otra lección más de que una buena parte del éxito de muchas historias infantiles está en dar con una idea sencilla con la que todos conectamos bien, en este caso el multiuso de alguna palabra con la que solucionamos nuestros problemas para expresarnos con propiedad. El pitufo de la derecha, tomado de su página web, lleva una tarta porque en este 2008 los pitufos cumplen cincuenta años.
19 agosto, 2008