Dos libros cortitos de memorias de Mary Ann Clark Bremer: Una biblioteca de verano y Cuando acabe el invierno. Me han dejado una impresión desigual: magnífica el primero y, también por eso, frustrante y algo desazonadora el segundo. Están organizados en capítulos muy cortos y contados con una prosa sobria, elegante siempre. La diferencia de impresión está en que el primero es alegre y optimista, como corresponde a una persona joven que se vuelca en los demás y se enamora, y el segundo, los años que siguen a la muerte de su marido en la guerra de Israel de 1956, refleja el desasosiego y los esfuerzos de la autora para afirmarse a sí misma como mujer independiente que se mira en las obras de Virginia Woolf.
Me quedo con el primero también por sus comentarios de buena lectora según habla de libros que le gustan o va leyendo. La historia comienza en 1946, cuando ha de vivir en un pueblo francés donde pasó los veranos de su niñez. Allí pone en marcha una biblioteca, usando muchos libros de su tío Marcel, al que recuerda con afecto y agradecimiento. Indaga, casi sin darse cuenta, en el pasado de su tío cuya historia, sorprendentemente, vuelve a entrelazarse con la suya de un modo inesperado. Lo interesante del libro es su frescura, su calidez, y las muchas reflexiones certeras sobre libros de toda clase que, al hilo de su relato, va enhebrando. Tiene también comentarios agudos: por ejemplo, de una mujer dice que «sabía hacer que te sintieras bien con dos frases; sabía hacer que te sintieras mal con una sola frase».
Mary Ann Clark Bremer. Una biblioteca de verano (Notebooks I. Summer Library). Cáceres: Periférica, 2012; 88 pp.; trad. de Hugo Bachelli; ISBN: 978-84-92865-59-8.
Mary Ann Clark Bremer. Cuando acabe el invierno (Notebooks I. At the end of the winter…). Cáceres: Periférica, 2013; 78 pp.; trad. de Hugo Bachelli; ISBN: 978-84-92865-71-0.