
Un libro decisivo por muchas razones: Las Confesiones, de san Agustín. Fue el primer libro de su género y un modelo para futuros relatos sobre un itinerario interior de maduración. No es extraño que san Agustín escribiera un relato semejante pues, dice Eric Auerbach, él fue el primero, o uno de los primeros, que se dio cuenta de que estaba naciendo un género radicalmente nuevo.
21 agosto, 2009