En inglés, dice Wikipedia, Elephant in the room («elefante en la habitación») es una expresión metafórica que se refiere a una verdad evidente que es ignorada o pasa desapercibida; también se aplica a un problema o riesgo obvio que nadie quiere discutir. Parece que también, para describir la resistencia de los amigos y la familia de alguien con una adicción fuerte a discutir el problema, con lo que así facilitan al interesado que también lo niegue, se usa la expresión «elefante rosa en la habitación», sobre todo en relación al abuso del alcohol.
Como más o menos sabía lo anterior lo busqué cuando leí Un elefante rosa, de Lucía Serrano. En este caso el problema del niño protagonista y narrador es que sus padres y hermana ignoran por completo al elefante rosa que él siempre ve. Además, el elefante está tan a gusto, que va llamando a más elefantes… Hasta que al chico se le ocurre una idea.
La historia es, gráficamente, simpática. En cuanto a su argumento debe decirse que no encaja bien con la explicación que di en el primer párrafo. En este caso, lo único que se retrata es la incomunicación en el interior de la familia, que no se hace cargo del problema del niño —un problema que aquí se puede comprender como algo solo imaginario o, también, como un problema de cualquier tipo que se representa con la proliferación de los elefantes—, y cómo sólo un temor común acaba uniendo a la familia y, gracias a eso, pueden alejarse las preocupaciones del chico. Así que lo mejor es dejar la historia como está, divertirse con ella, y olvidarse de análisis y significados.
Lucía Serrano. Un elefante rosa (2014). Madrid: Narval, 2014; 44 pp.; ISBN: 978-84-94228-4-9. [Vista del libro en amazon.es]