—Una edición completa es: Las mil y una noches. Barcelona: Planeta, 1990; dos volúmenes, 1465 y 1563 pp.; col. Clásicos universales; trad. introducción y notas de Juan Vernet; ISBN 84-320-4878-X.
—Una edición completa de Las aventuras de Sindbad el marino, con una explicación detallada de las vicisitudes tanto del texto como del protagonista, está en Barcelona: Sirpus, 2002; 190 pp.; col. Travesías; traducción del árabe al francés de acuerdo con los manuscritos originales por René R. Khawam; traducción del francés, Manuel Serrat Crespo; ISBN: 84-89902-45-3.
—Una edición con formato de libro infantil que contiene los cuentos más conocidos es: Cuentos de Las Mil y Una Noches (Tales from the Arabian Nights, 1988). Adaptación de Peter Oliver. León: Everest, 1994; 156 pp.; ilust. de Tessa Hamilton; trad. de Begoña Mateos; ISBN: 84-241-5515-7. En ella se contienen: El rey Schariar y la princesa Sherezade, Alí Babá y los cuarenta ladrones, El pescador y el Genio, El rey Yunán y el sabio, El caballo mágico, Simbad el Marino, El lobo, el zorro y el cuervo, El buey y el asno, El príncipe que se casó con una tortuga, Hasán el cordelero, Aladino y la lámpara maravillosa.
—Otra edición con igual formato de libro infantil es Cuentos de Las Mil y Una Noches (2004). Zaragoza: Edelvives, 2004; 254 pp.; ilust. de Leticia Ruifernández, Claudia Ranucci y María Jesús Santos Heredero; adaptación de los textos de Ross Suárez; ISBN: 84-263-5187-5. En ella se contienen: La primera noche, El pescador y el genio, Historia del caballo de ébano, El pequeño cadí, Aladino y la lámpara maravillosa, Alí Babá y los cuarenta ladrones, El halcón del rey Sindabad, Los viajes de Simbad el Marino.
—En las recopilaciones de cuentos de Andrew LANG aparecen también los relatos más populares.
Recopilación de relatos que se va formando a partir del siglo VIII y que tiene mucho de cajón de sastre, tanto en temática como en moral. En ella caben cuentos de distintos orígenes: orientales, indios, persas, musulmanes iraquíes, musulmanes egipcios… Y, al lado de cuentos piadosos y de fábulas didácticas, hay historias de tono subido, incluso pornográficas y de bestialismo.
El marco de la recopilación es que, para evitar ser asesinada como lo fueron las anteriores esposas del califa, Sherezade le cuenta una historia cada noche pero la deja sin terminar para tener así que continuar al día siguiente. Mientras la mayoría permanecerán en el olvido, bien merecido muchas veces, algunos cuentos se difundirán repetidamente a lo largo de los siglos: es el caso de Alí Babá y los cuarenta ladrones, Simbad el marino y Aladino y la lámpara maravillosa, tres relatos con argumentos imaginativos, con una excelente combinación de vida real y sucesos fantásticos, con finales satisfactorios, y en los que se representa bien tanto el modo arbitrario en que la fortuna va y viene, como la necesidad de actuar con audacia y astucia para que nos sonría.
Alí Babá y los cuarenta ladrones. Alí Babá descubre la cueva donde unos ladrones guardan sus tesoros y ve cómo la forma de acceder a ella es pronunciando las palabras «Ábrete Sésamo». Así empieza su fortuna pero, descubierto por los ladrones, deberá urdir distintos planes para engañarles. Le ayudará una esclava joven y lista.
Simbad el marino. Bagdad. Simbad realiza varios viajes a lo largo de su vida, siete según la edición original. En uno naufraga en una isla que, al fin, resulta ser una ballena; en otro realiza un viaje por los aires en las patas del pájaro Roc; en otro debe vencer a un gigante de un solo ojo; en otro es obligado a casarse con una mujer de otro lugar pero cuando ella muere las costumbres exigen que deban enterrarse juntos marido y mujer…
Aladino y la lámpara maravillosa. China. Aladino, un chico pobre hijo de una mujer viuda, encuentra un mago que le adiestra para que le consiga una lámpara que se oculta en el fondo de una cueva. Cuando lo hace descubre la maldad del mago y el poder de la lámpara: al frotarla sale un genio que le puede conceder lo que pida. Así se hace rico y acaba casándose con la hija del califa. Más tarde reaparece otra vez el mago y le arruina, pero Aladino encuentra el modo de recuperar su fortuna perdida.