Cuando Blancanieves nace, su madre fallece. Su madrastra, una mujer tan bella como envidiosa, decide matarla cuando el espejo al que le pregunta quién es la mujer más bella, un día cambia su respuesta y le dice que ahora la más bella es Blancanieves. Pero el cazador a quien le encarga que la mate se arrepiente y la deja en el bosque. Allí encuentra la casa donde viven siete enanos mineros, donde se instala. La madrastra, enterada por el espejo de que Blancanieves sigue viva, urde un plan para matarla y lo consigue, a la segunda, envenenándola. El narrador nos dice que, entonces, «su envidioso corazón encontró la calma en la medida en que la puede encontrar un corazón envidioso». Los enanos ponen a Blancanieves en un ataúd de vidrio y cuando un día un príncipe se lo lleva con él, una sacudida provoca que se salga de su garganta el trozo envenenado. El príncipe y Blancanieves se casan y la bruja-madrastra sufrirá un castigo ejemplar.
Blancanieves
21 noviembre, 2006