Caracas: Ekaré, 1992; 32 pp.; trad. de Carmen Diana Dearden; ISBN: 980-257-110-5.
Siendo niña, Carmen Emilia vivía en una ciudad junto al mar, y su abuelo, que tallaba mascarones de proa para los barcos, le dice que, cuando sea mayor, además de visitar otros países y vivir al lado del mar, debe «hacer algo para que el mundo sea más hermoso». Ella no sabe qué puede ser eso, pero lo averigua cuando, después de haber sido bibliotecaria y viajar por todo el mundo, se retira para vivir en una casa junto al mar: y cambia todo el paisaje de los alrededores plantando lupinos por todas partes.
2 febrero, 2006