En unos consejos a un futuro escritor de libros infantiles, Astrid Lindgren decía: «Procura incluir también algo que divierta a niños y mayores, pero no se te ocurra poner nunca, en un libro infantil, algo que tú sepas que únicamente ha de resultar gracioso para los mayores. No olvides que no escribes para que te encuentren ocurrente y chistoso los críticos. Muchos de los que escriben para niños hacen un guiño a determinado lector por encima de las cabecitas de los pequeños. Buscan un acuerdo con los adultos y pasan por alto a la criatura. Te suplico que no hagas eso ¡nunca! Porque es una desfachatez para con el niño que debe comprar y leer tu libro». Astrid Lindgren. «Breve diálogo con un futuro autor de libros infantiles», en Mi mundo perdido (Samuel August frán... Leer más
Jiménez Lozano: «Un escritor tiene un enorme riesgo de perdición total: el que llene los cielos y la tierra con su "yo" o su nombre —que viene a ser lo mismo— hasta hacer que ese "yo" y ese nombre sean más grandes que su obra. Entonces se asiste a ese espantoso espectáculo entre trágico y grotesco de un escritor mirándose directamente en el ombligo o en el espejo de su público y de su gloria; su escritura se convierte en un puro ejercicio de resonancia, palabras y más palabras huecas y cada vez más retorcidas y sonoras. Da pavor». José Jiménez Lozano. Una estancia holandesa.... Leer más
Hace algunas semanas, un escritor al que le preguntaban por qué publica tan poco, declaraba que a su alrededor no escuchaba un gran clamor reclamándole nuevos libros. Se ve que no les ocurre lo mismo a muchos escritores de literatura infantil y... Leer más
Explica bien Auden que un escritor menor no corre nunca el riesgo de fracasar pues, «en el momento en que descubre su propio estilo y visión del mundo, se acaba su historia artística». Por el contrario, afirma, el gran artista o escritor «puede ser de dos clases. Una de ellas dedica la mayor parte de su vida a crear una obra maestra, como hicieron Dante o Proust. Son escritores con una larga historia de desarrollo de su escritura, que se arriesgan a morir antes de dar fruto. La otra clase se compromete en una empresa perpetua: en el mismo momento en que ha aprendido a hacer algo, para e intenta hacer otra cosa, algo diferente. A ella pertenecen Shakespeare, Wagner o Picasso». W. H. Auden. Trabajos de amor dispersos: conferencias sobre Shakespeare (Lectures on Shakespeare, 2000).... Leer más
Para quien opina sobre libros es un consuelo pensar que un genio como Dostoievski hiciera una de las predicciones literarias más erróneas de la historia pues, cuando leyó los primeros escritos de Tolstoi, afirmó: «según mi opinión, escribirá muy poco (pero tal vez estoy equivocado)». Joseph Frank. Dostoievski. Los años de prueba, 1850-1859 (Dostoevski. The Years of Ordeal, 1983). México: Fondo de Cultura Económica, 1986; 444 pp.; col. Lengua y estudios literarios; trad. de Jaime Retif del Moral; ISBN:... Leer más
Como es sabido, mañana es el centenario de Hans Christian Andersen, un autor que con sus Cuentos se propuso enseñarnos a ver más allá de la superficie de las cosas, a saber observar la riqueza de la realidad. Véase lo que se indica en el relato titulado Lo que se puede imaginar (Hvad man kan hitte paa, 1869), cuando un poeta se queja: «—¡Todo está escrito! —dijo él—. ¡Nuestra época no vale la pena! —¡Qué va! —dijo la mujer—. En los viejos tiempos quemaban a las curanderas, y los poetas andaban por ahí con las tripas vacías y agujeros en el codo. Esta época es estupenda, es la mejor. Pero tú no ves bien las cosas, no has afinado tu oído y nunca rezas el padrenuestro por las noches. Hay un montón de cosas de las que hacer poesía en cualquier metro que... Leer más