Una novela, en muchos sentidos excelente, como Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique, a mí al menos me hace pensar que un enorme talento para el sarcasmo puede iluminar algunas realidades pero, a veces, no es la mejor manera ni de mostrar el sufrimiento interior de un niño ni de buscar salidas a situaciones dolorosas.
20 julio, 2012