Gracias a una excelente recomendación he leído hace poco Polina, un elegante y minimalista relato en cómic de Bastien Vivès. En él se cuenta la historia de una bailarina, Polina Oulinov, desde su ingreso en una escuela de danza hasta que alcanza la fama, pasando por etapas diferentes en otras escuelas, en el teatro y en compañías de danza. Se cuentan un poco sus vaivenes emocionales y las decisiones humanas y profesionales que va tomando. Lo más importante acaba siendo la relación que tiene con el estrictísimo profesor Nikita Bojinski, que al principio casi no le habla e incluso le reprende, pero que, a la vez, la distingue con un trato especial, del que luego se aleja cuando su carrera toma otros rumbos, y cuyo papel reconoce y agradece al final.
Recae, prácticamente toda la narración, sobre los dibujos de figuras con contornos finos bien delineados para las bailarinas en acción, y de figuras esbozadas con contornos de trazos sueltos, más gruesos, para las figuras en la vida ordinaria. Los globos de texto contienen la mínima información necesaria. El relato avanza con la sucesión de imágenes en las que se acentúan los sentimientos o sensaciones del momento con el lenguaje corporal y los cruces de miradas. Es elogiable la opción de no decir ni mostrar muchas cosas, y de no exagerar ni amplificar nada, sino dejar que la narración deje su poso precisamente a través de lo que no se dice o no se muestra. Es un gran momento narrativo el del reencuentro final entre la protagonista y su antiguo profesor. También es brillante la elección de fondos: con alguna excepción son grises en interiores, blancos para el cielo, fondos negros o blancos para las bailarinas en los escenarios.
Bastien Vivès. Polina (2011). Madrid: Diabolo ediciones, 2012, 2ª ed.; trad. de Diego Álvarez; ISBN: 9788415153160. [Vista del libro en amazon.es]