El verano pasado leí los relatos cortos de Tobias Wolff recopilados en Aquí empieza nuestra historia. La reseña que le dedicó Juan Manuel de Prada explica bien los méritos de la obra de Wolff y su permanente interés en tratar de una y otra forma sobre la verdad y la mentira en la vida cotidiana. Mi recepción es más tibia: me interesaron los relatos, pues Wolff es un escritor serio, pero ninguno me ha gustado mucho salvo, tal vez, «En el jardín de los mártires norteamericanos» y «Mortales», cosa que pensé antes de leer la reseña que cito arriba, que también los destaca.
Quizá mi opinión tenga su origen en que, a la hora de presentar la vida cotidiana norteamericana, valoro mucho más las obras de Richard Ford, en especial Acción de gracias (novela que continúa El periodista deportivo y El día de la independencia). Es una narración que me parece una honrada descripción de todo lo que puede dar de sí la vida cuando falta una visión trascendente bien fundamentada, y una buena presentación de todo el voluntarismo que hay que poner para no caer en la desesperanza y sobrevivir… El autor no da soluciones porque no esa su función, y también porque no las tiene, y simplemente pone delante del lector a personajes como el protagonista —un tipo que cae bien— y como Sally, su segunda mujer, atrapados «en el gran remolino de la contingencia, hondo y confuso, que recibe la afluencia de otros torrentes de incertidumbre, unos visibles, otros discurriendo muy por debajo de la superficie para que puedan identificarse».
Tobias Wolff. Aquí empieza nuestra historia (Our Story Begins. New and Selected Stories, 2008). Madrid: Alfaguara, 2009; 472 pp.; trad. de Mariano Antolín Rato; ISBN: 978-84-204-2274-9.
Richard Ford. Acción de gracias (The Lay of the Land, 1995). Barcelona: Anagrama, 2006; 733 pp.; col. Panorama de narrativas; trad. de Benito Gómez Ibáñez; ISBN: 978-84-339-7481-5.