La colección de chistes de El Roto recogidos en Oh, la l’art!, con su característico estilo sarcástico y sangrante, pone de manifiesto los engaños propios de tanto arte moderno. Entre otros, el que se intente vender su ininteligibilidad como un mérito: «El arte no tiene por qué entenderse, dijo el artisa. Lo que no se entiende es arte, dijo el crítico. No entiendo nada, dijo el público…». O el de la explotación de los incautos a los que se vende «arte conceptual» a «precios figurativos». O el autoengrandecimiento de algunos caraduras: «Grandes firmas son las que firman grande». O el de la falsa concepción de que «arte es lo que se expone donde se expone arte», la misma idea de una breve nota que titulé Para juzgar algunas obras de arte.
El Roto. Oh, la l’art! (2013). Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2013; 112 pp.; ISBN: 978-84-941619-5-7.