Otro de los excelentes libritos de la colección Doce uvas: Las paradojas de los estoicos, el más breve de los textos filosóficos de Cicerón. Es una selección de pensamientos, inspirados en los de Sócrates, presentados por el autor con ejemplos romanos. Los temas que le interesan, dice la presentadora y traductora, son «el contraste virtud/vicio; el valor de la honradez; el lugar que ocupa lo práctico; la gloria humana. Es, por tanto, un mensaje serio, presentado con cierto humor». Algunas de las notas que yo tomé fueron estas:
«Las faltas no hay que medirlas por los resultados de los hechos, sino por los vicios de los hombres; aquello en lo que se falta puede ser mayor o menor, según los casos, pero el hecho de faltar es uno, lo mires por donde lo mires. Si un timonel hace naufragar un barco cargado de oro o de paja, en el resultado tiene alguna importancia, pero por lo que respecta a la ineptitud del timonel no hay diferencia».
«¿Qué es, pues, la libertad? El poder vivir como quieras. ¿Y quién vive como quiere sino aquel que sigue lo recto, quien se goza en su obligación, quien ha pensado y previsto su forma de vida, quien no obedece a las leyes por miedo, sino que las sigue y las obedece porque considera que es lo más saludable; quien no dice, ni hace, ni piensa nada sino gustosa y libremente, aquel cuyas decisiones y todo lo que lleva a cabo parten de él y a él mismo se refieren, y no hay nada que tenga ante él más valor que su propia voluntad y juicio; aquel ante quien cede la Fortuna misma, de la que se dice que tiene la máxima fuerza si, como dijo un sabio poeta, «ella se forja según la conducta de cada cual»».
«En la gran familia de los insensatos hay algunos demasiado ricos como para considerarse esclavos, pero sin embargo son esclavos, mayordomos y jardineros de su propia necedad, a quienes deleitan en exceso las estatuas, los cuadros, la plata labrada, las obras de arte corintias, los edificios magníficos».
«Debe ser tu espíritu el que se considere rico, no la consideración de la gente, ni tus posesiones. El que piensa que nada le falta, no se preocupa de nada más: está satisfecho e incluso contento con lo que posee; de acuerdo: es rico».
Marco Tulio Cicerón. Las paradojas de los estoicos (Paradoxa Stoicorum, 46 a.C.). Madrid: Rialp, 2016; 76 pp.; col. Doce uvas; introd. y trad. de Carmen Castillo; ISBN: 978-8432146770. [Vista del libro en amazon.es]