Tom y el pájaro, de Patrick Lenz, es un álbum sin palabras que cuenta bien una historia simpática en la que la bondad del niño protagonista tiene premio. Me gusta eso. Tal vez porque coincide con lo que pienso: que aunque aparentemente la bondad a veces no tenga premio, interiormente siempre lo tiene, al margen de que después de la vida lo tenga, cosa que también pienso.
15 diciembre, 2008