Una selección estricta (2014-1)

Selecciones (2011-2015)Selecciones semestrales
 

A las notas que pongo anualmente los días 1, 2 y 3 de enero y 1, 2 y 3 de julio, señalando los libros que me han parecido mejores de los leídos durante los últimos seis meses, añado esta vez un comentario para decir qué libros, por alguna razón, me han parecido más que sobresalientes.

De los álbumes para prelectores destaco Sin título, por su inteligente concepción; ¡Voy a comedte!, por ser un relato magnífico para contar, para compartir, y para ver; y ¡Buenas noches, búho!, modélico en su sencillez, de texto, de imágenes, de ritmo narrativo, de riqueza de contenido.

Para primeros lectores no tengo dudas de que Hilo sin fin ha sido el mejor; la trayectoria de Jon Klassen como autor de álbumes es de las que te hace temer que tenga un bajón en el próximo que publique… Ha sido para mí un gran descubrimiento Las Aventuras de Oso y Plumas, unos minirelatos antiguos que se han publicado ahora en España, y que están al nivel de los mejores de Arnold Lobel.

Otro álbum extraordinario para lectores observadores y sutiles es El libro rojo, acerca de la gran capacidad de unir que tiene la lectura. Sencillo de concepto, pero escrito con acierto y dibujado como sólo un gran maestro es capaz de hacerlo, es La filarmónica se viste. Una historia cortita de las que hacen pensar, que ha sido transformada en un gran álbum-cómic, es Lección de pesca.

Un libro de hace sesenta años traducido hace poco que, con amplitud, se puede llamar juvenil, es Una espada al atardecer: sin duda en esta elección influye mucho mi predilección por toda la obra de Rosemary Sutcliff. Del mismo modo, mi querencia por Thomas Wolfe me ha llevado a recomendar estos meses su librito corto Especulación.

Mi gran lectura del año ha sido El jilguero, también por razones personales que detallé más en este texto: me sorprenden algunas reseñas que se han hecho a esa novela pues, a pesar de ser valiosas, sólo muy tangencialmente tratan del fondo de la historia. Un novela que también me ha deslumbrado, por otras razones, ha sido Un hombre al margen.

Entre los libros de historia y de memorias leídos en los últimos meses pondría en mi particular primera división a Tucídides. Historia y razón y Últimas voluntades. Memorias de un historiador.

A todos ellos añadiría —como consecuencia de la redacción y publicación de La discreción del bien, La esperanza del rescate, y El secreto de la belleza, que también recomiendo como guías útiles…— las nuevas ediciones de Los hermanos Karamazov, de Alba, y la de El señor de las moscas, de Libros del Zorro Rojo; y, para quien no lo haya leído todavía, el asombroso El Sunset Limited.

4 julio, 2014
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