
Entre los relatos de fantasía que nos inundan es una novedad digna de ser resaltada Despereaux, de Kate DiCamillo. Esta escritora norteamericana tiene un don particular para dar a sus relatos unos acentos originales: lo hizo en Gracias a Winn-Dixie, una historia hipersentimental a lo Pollyanna, que algunas personas que conozco no pueden leer sin pañuelo, y lo ha vuelto a conseguir en Despereaux con un singular narrador que a la vez es afectuoso e imperativo y posmoderno.
28 junio, 2005