Algunas citas más de G. K. Chesterton tomadas de La superstición del escéptico.
Acerca de cómo reconocer lo sobrenatural:
«Si Dios hablara a un niño en el jardín, el niño, naturalmente, diría que Dios vive en el jardín. No pensaría que eso lo hace menos probable. Si el niño dijera: «Dios está en todas partes; una esencia impalpable que impregna y sustenta todos los componentes del cosmos por igual»; si, digo, el infante se dirigiera a mí con esas palabras, pensaría que es mucho mas probable que haya estado en compañía de la institutriz que con Dios.
Así que, si Moisés hubiera dicho que Dios era una Energía Infinita, estaría seguro de que no había presenciado nada extraordinario. Pero, al afirmar que Dios era una Zarza Ardiente, me parece muy probable que, efectivamente, haya visto algo verdaderamente extraordinario. Porque, sea cual sea el Secreto Divino, y ya sea que, como todos han creído, alguna vez ha roto sus límites y surgido en nuestro mundo, al menos se encuentra más allá de los pedantes y sus definiciones, y más cerca de las almas de plata de las personas sencillas, de la belleza de los arbustos y del amor por la tierra natal.
[Por tanto] cuando el erudito escéptico dice: «Las visiones del Antiguo Testamento eran locales, rústicas y grotescas», responderemos: «Por supuesto. Eran genuinas»».
Sobre Arte:
—«La pregunta de si una pintura debería ser dinámica es irrelevante cuando, por su propia naturaleza, esta destinada a ser estática».
—«En un sentido muy especifico, el único en el que el arte tiene derecho a ser «nuevo» es aquel en el que incluso el arte mas antiguo, el más arcaico, sigue siendo nuevo».
—«La esencia de las grandes obras maestras es que, aunque las hayamos contemplado antes, siempre nos sobrecogen por su carácter impredecible».
—Un «ideal antiguo del arte: despertar el asombro».
Algunas frases:
—«Al mismo tiempo familiaridad e insensibilidad. Esa es la definición de la banalidad».
—«La posición progresista moderna común es que este es un universo malo, pero que mejorará sin duda alguna. Yo, en cambio, afirmo que este es sin duda un buen universo, incluso si empeora».
—«La Caída (…) está encarnada en el lenguaje cotidiano que se escucha en la parte superior de un autobús. Cualquiera podría decir: «Muy pocos hombres son verdaderamente humanos». Nadie diría: «Muy pocas ballenas son verdaderamente ballenescas»».
—«Sin la doctrina de la Caída, toda idea de progreso carece de sentido».
G. K. Chesterton. La superstición del escéptico: Polémicas y debates filosóficos. Madrid: Encuentro, 2025; 236 pp.; col. Nuevo Ensayo; edición y traducción de Miguel Ángel Romero Ramírez; revisión de Vicente Niño Orti; ISBN: 978-8413392301. [Vista del libro en amazon.es]




























