
Las Cartas a Lucilio es uno de los libros más conocidos de Séneca (que yo no había leído hasta hace unas semanas). En esta edición se ofrece una selección de las 124 cartas que componen el libro y que dirigió a Lucilio, procurador romano de Sicilia.
Pongo algunos consejos que da el autor, muchos referidos a la importancia del conocimiento propio:
—Ningún viento es favorable a quien ignora a qué puerto se dirige.
—Cuando me quiero divertir con un tonto, no he de andar muy lejos: me río de mí mismo.
—Lamentándose alguien a Sócrates de no haber sacado ningún provecho de sus viajes, dicen que le contestó: «No sin motivo te ha sucedido así, porque viajabas contigo mismo».
—¿Te maravillas que tu huida resulte inútil? Las cosas de las cuales quieres huir están contigo.
—Mientras ignores lo que debes evitar y lo que debes desear, qué cosas son necesarias y cuáles son superfluas, dónde se halla lo justo y dónde lo injusto, lo que hagas no será viajar, sino andar errante.
—Yo te ruego, Lucilio, que procuremos que, como las cosas de gran precio, nuestra vida no sea grande en extensión, sino en valor. Midámosla por las obras, no por la duración.
—Es andando en busca de cosas superfluas cuando hallamos fatigas y afanes; lo suficiente está al alcance de la mano. Es rico quien de buen grado se acomoda con la pobreza.
—Pediré prestado a Epicuro: «Para muchos, haber ganado riquezas no fue acabamiento de sus miserias, sino cambio de unas por otras».
Séneca. Cartas a Lucilio: Epístolas escogidas (Epistulae Morales ad Lucilium, 63-65 d.C.). Barcelona: Ariel, 2022; 320 pp.; edición de Dasso Saldívar; trad. de Jaime Bofill y Ferro; ISBN: 978-8434435131. [Vista del libro en amazon.es]