Laurus, del autor ruso Evgueni Vodolazkin, es una novela importante: este comentario sobre ella lleva como título, que no me parece exagerado, «un nuevo clásico ha nacido al mundo», entre otras cosas por ser un relato diferente a cualquier novela histórica al uso. Se ambienta en una Edad Media rusa (que mí me ha recordado la película de Tarkovsky Andréi Rubliov) y cuenta los vaivenes de la vida de Arsénij, un hombre con unos poderes curativos excepcionales que adquiere una fama legendaria y que, después de un largo viaje a Jerusalén, vuelve a su pueblo para morir allí. Todo se cuenta en tercera persona pero desde la perspectiva del protagonista y de su mundo interior atormentado. En esta reseña, que remite a una larga y jugosa entrevista con el autor, se cuenta el argumento con más detalle y se indica que al final, de lo que trata la novela es de las relaciones del hombre con la realidad, el tiempo y la eternidad.
Al hilo de la narración abundan las observaciones sabias. Así, se indica que «la riqueza no trae al amigo, sino que el amigo es riqueza». A un comerciante al que no le gustan las despedidas, el protagonista le replica: «La vida está llena de ellas (…). Pero, sin olvidar esto, alégrate de los encuentros». Cuando un anciano le dice que no se entusiasme más de lo necesario con el movimiento horizontal, Arsénij le repregunta: «¿Y entonces con qué me entusiasmo? (…). Con el movimiento vertical, respondió el anciano. Y señaló hacia arriba». Hacia el final de la novela y de la vida de Arsénij, el narrador señala que, «de los indicadores temporales, el que con más frecuencia le venía a la mente eran las palabras una vez. Eran palabras que le gustaban porque superaban la maldición del tiempo. Y subrayaban la unicidad y la singularidad de todo lo que había sucedido “Una vez”».
Evgueni Vodolazkin. Laurus (Lavr, 2012). Madrid: Armaenia, 2022; 470 pp.; trad. de Rafael Guzmán Tirado; ISBN: 978-8412227659. [Vista del libro en amazon.es]