Hace pocos meses un amigo me recomendó El refugio secreto, de Corrie ten Boom, un relato sobre refugiados judíos en Holanda durante la segunda Guerra Mundial. Estoy agradecido a la sugerencia porque se trata de un relato emocionante, bien contado, de gran interés humano.
La narradora y protagonista es Corrie ten Boom, una relojera holandesa de Haarlem. Primero cuenta su vida familiar, cómo se quedó soltera, cómo aprendió el oficio de su padre y se convirtió en la primera mujer relojera licenciada en Holanda. En esa primera parte tiene un gran protagonismo su padre, un hombre íntegro, perteneciente a la iglesia reformista, que transmite a sus hijas e hijos enseñanzas que no olvidarán: por ejemplo, que «la felicidad no es algo que dependa de nuestro entorno», dice a Corrie, sino que «es algo que tenemos que buscar en nuestro interior».
La segunda parte de la historia trata de la ocupación nazi del país: un horror que «fue apoderándose de nosotros muy lentamente», en especial cuando, al preguntarse «¿Cuántos holandeses se unirían a ellos?», ven que, «para nuestra vergüenza», son muchos. Entonces Corrie se unió a la resistencia y, desde comienzos de 1943, convirtió su casa familiar en un refugio para judíos de paso; al final, tanto Corrie como su hermana Betsie, acaban en un campo de concentración, una situación que pudieron sobrellevar gracias a su fe.
Una tercera parte, que ya no se desarrolla, es el trabajo de Corrie posterior a la guerra: promovió instituciones dedicadas a la rehabilitación de víctimas de la guerra y, más adelante, a personas necesitadas de descanso y de cuidados.
Corrie ten Boom, Elizabeth y John Sherrill. El refugio secreto (The Hiding Place, 1971). Madrid: Palabra, 2015; 320 pp.; col. Astor; trad. de Santiago Rodríguez; ISBN: 978-8490612316. [Vista del libro en amazon.es]