Mi museo, de Joanne Liu, es un muy buen álbum sin palabras, de los que parecen sencillos —las figuras son elementales, el hilo que lo recorre también lo es— pero que está compuesto con mucho talento.
En su primera página vemos a un niño en la fila de entrada en un museo. En las dobles páginas que siguen, lo vemos mirando alguna obra dentro de alguna sala; en otras lo vemos mirando a la gente que contempla un cuadro o haciendo alguna pirueta. En las dos últimas escenas lo vemos salir del museo y saludar a su madre, que lo está esperando, y contemplar un atardecer por la calle. Al final del álbum se da un estilo pictórico y se pone un título a cada una de las dobles páginas del álbum: Pollock, Monet, Vermeer, Cy Twombly, Rothko, Matissse, Miró, Mondrian, Degas y otros.
Álbum que no es para cualquier niño pero sí para muchos adultos a los que les gustaría que sus hijos o alumnos aprendan a disfrutar del arte de un museo. En él se pintan bien las actitudes propias de un niño: de curiosidad y de juego, de no poner mucha atención y de observar cosas inesperadas. También, aunque no se plantea explícitamente tal cosa, el tono del álbum indica cuál puede ser el mejor acercamiento de muchos niños a un museo: dejar que miren y no intentar darles determinadas explicaciones o lecciones antes de tiempo. El final del álbum sugiere muy bien cómo, con la experiencia, sin percibirlo ni expresarlo así, se abren sus mentes y se agudizan sus miradas.
Joanne Liu. Mi museo (My museum, 2018). Barcelona: Coco Books, 2018; 34 pp.; ISBN: 978-84-949136-4-8. [Vista del álbum en amazon.es]