Siempre que se habla de superhéroes, de cómic y de cine, oigo en el fondo de mi mente a Tina Turner cantando «We don’t need another hero», una consideración que comparto, quizá porque ya he conocido suficientes. Y pienso también en cómo, al poner a personajes como Bilbo y Frodo frente a superhéroes como Aragorn o Boromir, Tolkien ha contribuido a redefinir el concepto de héroe: personajes involucrados a su pesar en aventuras que preferirían no correr, tipos que no intervienen en las grandes batallas y cuyas hazañas son acciones menores cuya trascendencia futura es desconocida, gente que prefiere la vida ordinaria pero cumple con su obligación cuando llega el momento…
24 agosto, 2006